_
_
_
_
_

Paco López, el técnico milagro contra la imbatibilidad del Barcelona

Con siete triunfos en nueve partidos, el técnico resucitó a un Levante que se precipitaba a Segunda

Paco López, en el banquillo del Levante.
Paco López, en el banquillo del Levante.Irina R.H. (GTRES)

“Paco López nos ha liberado, la clave es disfrutar”, explica José Luis Morales, una de las sensaciones de la Liga, aunque escondida en el anonimato de liderar a un equipo pequeño como el Levante, que hoy recibe al Barcelona (20.45, beIN LaLiga). “Somos los mismos de antes pero algo ha cambiado en nuestra cabeza. Teníamos calidad pero necesitábamos un poco de ayuda. Es la confianza que nos ha dado Paco”, dice en un castellano, todavía rudimentario, el pequeño francotirador macedonio Enis Bardhi. Y así, uno a uno, todos los miembros del vestuario granota ensalzan a su entrenador, Paco López, Superlópez,el técnico milagro del barrio valenciano de Orriols.

Más información
Valverde: “Sería increíble acabar la Liga invictos”
El Levante ata su permanencia en Primera

Paco López, con un currículum principalmente de entrenador de Segunda B, tiene la rareza de haber dirigido a los filiales de los tres grandes de la Comunidad Valenciana: Valencia, Villarreal y Levante. Su llegada a la élite ha sido sonada. En la estadística de las últimas nueve jornadas de Liga, justo las que él lleva al frente del primer equipo, el conjunto granota ha sido el mejor junto al Real Betis de Quique Setién. Desde que Paco López, natural de Silla y de 50 años de edad, se hiciera cargo del Levante, su tropa ha sumado 22 puntos sobre 27 posibles repartidos en siete victorias, un empate y solo una derrota, ante el Atlético en el Wanda Metropolitano. La herencia negativa que recibió de Juan Ramón López Muñiz, el anterior técnico, de 15 jornadas seguidas sin conocer la victoria, la ha convertido en la mejor racha del club en Primera. De aquel equipo derrotista ya no queda nada.

“Se tienen que soltar, tienen que jugar al fútbol, sin miedo”, decía López cuando llegó en marzo. Más allá de instalar su metodología de trabajo, más ofensiva que la de Muñiz, el reto era rearmar anímicamente al equipo. El grupo miedoso y menguante de antes, que se escurría hacía la Segunda División, volvió a estirarse. El factor psicológico era clave en la recuperación. Se notaba que en el vestuario había miedo a perder y jugaba con una faja que lo limitaba. Jugadores como Campaña, Morales o Bardhi, especialmente el primero, tenían demasiada responsabilidad defensiva y eso los mermaba. “Olvídate de defender, juega”, le dijo el técnico a Campaña, y el fino centrocampista andaluz levantó el vuelo hasta parecerse al jugador que maravilló el curso pasado en Segunda División, clave en el ascenso. Su decisivo gol ante Las Palmas en tiempo de descuento fue un prodigio de sangre fría, pausa y calidad técnica.

La endeblez defensiva se precintó con el carácter del uruguayo Cabaco y el disciplinado Róber Pier, otro héroe anónimo de la recuperación. La mezcla de ambos con Coke, que llegó en enero y ya lidera el vestuario por juego y compromiso, explica la mejoría porque la portería, bien defendida por Oier, no era el problema. El meta siempre rindió bien.

El estrellato de Morales

“Morales selección”, cantaba la grada en el fortín de Orriols después de tumbar al Sevilla y asegurar la permanencia. La carrera sin pausa del Comandante, su gasolina infinita, su desequilibrio por la banda izquierda y su uno contra uno incansable, han levantado al equipo con goles decisivos. Morales siempre tiene prisa porque llegó tarde a la élite y no quiere perder el tiempo.

Para la ofensiva y después de una política de refuerzos esquizofrénica y dañina que achataba al equipo y no aportaba goles, Paco López se inventó la dupla formada por el pistolero Roger, comprometido siempre, y el saltarín Boateng. Esa estabilidad arriba ha ayudado a ganar muchos partidos. Luego está Bardhi, que curado con el cariño del técnico ha vuelto a engrasar su fusil y rivaliza con Messi: cinco tantos de lanzamiento de falta por los seis del argentino esta temporada. Y también suma Lerma, el sostén en la medular.

“Cuando el jugador disfruta en el campo todo es mucho más fácil”, cuenta Paco López. Se trataba de divertirse y de enterrar los miedos. Esa es su poción mágica.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_