Derrota por ‘incomparecencia’ del Real Madrid ante el Panathinaikos
Los de Xavi Pascual, liderados por Calathes y James, devoran al conjunto blanco en el primer partido de la serie (95-67) con un parcial de 20-0 en los primeros cinco minutos
Hay partidos que finalizan antes de comenzar y el Madrid firmó uno de ellos ante el Panathinaikos. Encogidos, abrumados, irreconocibles y entregados desde el salto inicial, no comparecieron los de Laso en el OAKA y fueron vapuleados sin objeción (95-67). Calathes (11 puntos, 6 rebotes, 16 asistencias y 29 de valoración) y Mike James (24 puntos, 8 rebotes y 27 de valoración) camparon a sus anchas sobre el parqué de principio a fin. No solo faltó Campazzo (baja demoledora en lo táctico y en lo psicológico conocida en la víspera), faltó sobre todo concentración, energía y rigor ante una embestida anunciada de un rival voraz, encendido en busca de su propia revancha tras la aplastante eliminación sufrida hace un año ante el Fenerbahçe. Un 20-0 en los primeros cinco minutos, parcial sin precedentes en la historia madridista en la Euroliga, castigó la displicencia visitante. Los 28 puntos de desventaja al final fueron la segunda derrota más abultada de la era Laso. En el tanteo parcial, eso sí, tan solo 1-0 en la eliminatoria. Dato para no desistir y material para enmendar la afrenta.
En la caldera ateniense se juntaron las dudas del Madrid con las ganas de morder del Panathinaikos. Los de Laso escribieron el preámbulo más calamitoso en el escenario más inoportuno. Hipotenso ante la fiera griega, el conjunto blanco tardó cinco minutos en comparecer en el primer partido de la eliminatoria y se colocó a los pies de los caballos. A los 24s, dos pérdidas de balón de Randolph y 5-0 en el marcador. A los 2m 20s, otras dos entregas al contrario y 12-0. A los 3m 30s, un par de alley oops de Calathes con Antetokounmpo y Gist y 16-0. A los 4m 45s, un tempranero festival entre la hinchada verde con siete puntos de Mike James y 20-0 en la estadística. Un zarandeo mayúsculo con 7 pérdidas y un 0 de 6 en tiros de campo para el Madrid frente al 9 de 11 de los locales. Un desastre irremediable en lo que quedaba de noche.
Una canasta de Thompkins cortó la hemorragia madridista y abrió un parcial de 3-13 que pudo ser algo mayor si Carroll hubiera anotado un triple desde la esquina (23-13, m. 8). La incorporación del escolta de Wyoming y, sobre todo, la de Rudy, Thompkins y Ayón equilibró ligeramente a los blancos. Pero, cuando quisieron despertar, el león seguía allí. Voraz, intenso y acertado.
Condenados sin remedio al papel de perseguidor, los de Laso llegaron a colocarse a ocho puntos (29-21, m. 14) pero, sin dureza ni argumentos, volvieron a perder el oremus antes de haberlo encontrado. Superado por los muelles de Antetokounmpo, el compás de Calathes y la metralleta de James, el Madrid regresó de inmediato al purgatorio tras dos triples de Denmon (46-28, m. 19). “Nuestro inicio ha sido terrible”, resumió Laso en el entreacto. La inferioridad en el rebote, la estadística del hambre, y las 10 pérdidas de balón, el baremo de la concentración, delataban el estropicio madridista.
El descanso no interrumpió la arrolladora inercia del conjunto de Xavi Pascual ante un Madrid que comenzó a debatirse entre el orgullo de estirar la competitividad y la practicidad de reservar fuerzas para el segundo asalto de este jueves. Con fiereza y sin dilemas, el Panathinaikos continuó a lo suyo, dando lustre a la tunda. Sin antídoto, llegó la 10ª asistencia de Calathes y con ella el tercer triple de James y una nueva máxima en el tanteador (61-35, m. 25). Ni los intentos de defensa en zona ni las distintas combinaciones de quintetos mejoraron la cara de un equipo de sombras al que Calathes convirtió en un guiñapo en el tercer cuarto (77-44, m. 30). El base del equipo griego, estableció la plusmarca de 16 asistencias con 10 minutos aún por delante.
Valoraba Laso en su análisis de la fase regular antes del playoff el hecho de haber competido en 29 de los 30 partidos disputados, a pesar del martirio de lesiones sufrido a lo largo de los seis meses de competición. Pero, en Atenas, su equipo empeoró su peor versión, aquella del Buesa Arena. El repaso ante el Baskonia en la séptima jornada comenzó con un 27-5 en siete minutos y concluyó en 105-75, la mayor derrota madridista en la era Laso. Guarismos similares a los del comienzo del partido en Moscú ante el CSKA, donde la odisea del primer cuarto se cerró con un inapelable 33-11, el peor parcial de inicio del Madrid en la historia de la Euroliga, aunque el duelo finalizó con un 93-87. En el OAKA, el Panathinaikos se movió durante muchos momentos por encima de los 30 de ventaja desde el 72-41 del minuto 29 al 93-60 del minuto 38 tras el primer triple de Pappas, el 12º del conjunto griego en 22 lanzamientos (54,5%). El resultado final 95-67; el balance de daños solo 1-0.
En el segundo duelo de la eliminatoria de cuartos de la temporada 2015-2016 —la única con el factor cancha en contra de las cinco precedentes—, el Madrid firmó un desplome similar ante el Fenerbahçe con parciales de 91-60 en el minuto 35 y un resultado final de 100-78. Los de Obradovic se llevaron aquella serie con un contundente 3-0. Está por ver la reacción blanca a la somanta del Panathinaikos.
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