Pogba impide el alirón de récord del City de Guardiola
El destacado líder del campeonato desaprovecha el 2-0, encaja un 2-3 con tres asistencias de Alexis Sánchez, y exhibe en la Premier las dudas que le martirizan en Champions
El fútbol tiene leyes consuetudinarias. Normas de etiqueta que, por superstición más que por gentileza, pocos se atreven a transgredir. Si José Mourinho hizo carrera vulnerando la costumbre, Pep Guardiola, su némesis, fue un modelo de su cumplimiento estricto. Hasta este viernes cuando alguien le preguntó en la conferencia de prensa por Mino Raiola, el agente, que lo había llamado “perro” y “mala persona”. Guardiola se mordió la lengua antes de desinhibirse. Luego contraatacó a Raiola revelando públicamente que en enero le había ofrecido a Paul Pogba, la estrella del United, que es su cliente. Por la forma en que Pogba celebró sus dos goles este sábado en el clásico de Manchester, se habría dicho que estaba motivado por una idea de venganza. El 2-3 definitivo, un cabezazo de Smalling, selló la remontada del United, impidió a Guardiola cantar el alirón más rápido de la historia de la Premier, y sumió al City en un estado de desconcierto especialmente inoportuno. El desánimo es enemigo de los grandes desafíos. El equipo celeste recibe este martes al Liverpool obligado a levantar un 3-0 con apariencia de definitivo para alcanzar las semifinales de la Champions.
Hubo dos partidos en uno. El público del Etihad, vestido para la fiesta, asistió a un comienzo esperanzador. Descansaron en el banquillo Agüero, De Bruyne, Jesús, Walker y Laporte. Se formaron Danilo como lateral derecho, Delph por la izquierda, Bernardo Silva como extremo derecho y Sterling de falso nueve con Silva por detrás. La alineación estuvo sembrada de suplentes en lo que parecía un plan de reserva de energía para la empresa de la Champions. Pero el equipo jugó como una unidad compenetrada. El ritmo inicial contrastó con la parálisis del United, pendiente de no se sabe qué para desplegarse en ataque, incapaz de dar tres pases seguidos, expectante ante el abrumador dominio territorial de su adversario.
Silva no atraviesa por su mejor momento y, sin embargo, durante media hora encontró líneas de pase a la velocidad que le permite su versión más brillante. El United ni procuraba tener la pelota cuando la recuperaba, ni achicaba los espacios, ni hacía las coberturas como es debido. En el minuto cinco, Young tocó un balón con la mano en el área. El árbitro, el geronte Martin Atkinson, no pitó nada. Tampoco pitó nada en los minutos siguientes, cuando Young hizo una falta alevosa a Sterling al borde del área. Síntoma de la impotencia a la que lo condenaba el planteamiento de Mourinho, Young reaccionó con violencia.
Que Kompany metiera el 1-0 a la salida de un córner dijo mucho del desconcierto del United en la primera mitad. Este equipo construido para ganar los duelos atléticos se rompía en una jugada a balón parado. A la media hora, tras un fallo en la salida de De Gea y una combinación de Sané con Sterling, Gundogan hizo el 2-0 previa ruleta ante Matic. El United estaba de rodillas. En el palco, Sir Alx Ferguson observó el paisaje desolado. Hubo más. Antes del minuto 40 Gundogan y Sterling se quedaron mano a mano con De Gea. Las definiciones fallidas dejaron a Guardiola agarrándose la cabeza con desesperación. Como si supiera que vendrían momentos difíciles para los suyos. Así fue.
El United se inspiró al paso por el descanso. Salió del vestuario a presionar en campo contrario mientras el City contemporizaba, tal vez en un intento de guardar piernas. El cambio posicional perjudicó gravemente a los locales, muy poco solventes cuando defienden en su área. En el 2-1 Alexis Sánchez jugó con Herrera y el español bajó el balón con el pecho al piso en el área grande para que Pogba —apareciendo— culminara ante el portero Ederson. En el 2-2 Alexis se coordinó con Pogba en otro pase sublime previo a la llegada rompedora del fuera de juego. El francés cabeceó a la red y lo festejó señalando al banquillo local en un gesto que remitió al desagravio. El 2-3 fue un cabezazo de Smalling a la salida de una falta lanzada por Alexis, triple asistente en su mejor partido desde que se viste de diablo.
El City ya no podrá celebrar el alirón más rápido de la historia. Será campeón pero se llevará un tremendo disgusto. Abril, dicen los poetas, es el mes más cruel.
El técnico español da explicaciones a Pogba tras el partido
Pep Guardiola reveló el viernes que Mino Raiola, el agente, le ofreció a Pogba, la estrella del United, en enero: “Me ofreció a Pogba y Mkhitaryan. ¿Por qué me los ofreció? Si soy un hombre malo, debe proteger a sus jugadores y no llevarles con una persona como yo, con un perro (...). Pogba es un jugador excepcional, pero no tenemos dinero suficiente para ficharlo”.
La efusión del técnico español dejó en evidencia a Pogba. Tras la derrota (2-3), Guardiola se dirigió al jugador con un gesto cariñoso como dándole explicaciones o pidiéndole disculpas.
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