Olympiacos pierde ante Zalgiris y deja al Madrid sin el factor cancha en los cuartos de la Euroliga

La suerte del Madrid dependía de Olympiacos y los griegos no cumplieron con su parte de las cábalas. Los de Spanoulis cayeron en la prórroga ante el Zalgiris (85-86) y mandaron al conjunto de Laso al quinto puesto de la clasificación, sin factor cancha en la eliminatoria de cuartos. Si los blancos ganan al Brose se medirán al Panathinaikos; si pierden su rival será el propio Olympiacos. Los rojiblancos desperdiciaron 16 puntos de ventaja mediado el tercer cuarto y completaron un sorprendente expediente de cuatro derrotas en las últimas cinco jornadas de la competición.

El segundo capítulo de la jornada final de la fase regular de la Euroliga comenzaba con dos eliminatorias de cuartos ya definidas [CSKA-Khimki y Fenerbahçe-Baskonia] y otras dos por definir. Apunto estuvo el Armani de solventar anticipadamente el crucigrama, pero el conjunto italiano desperdició 17 puntos de renta (69-52, m. 27) y cayó en la prórroga ante el Panathinaikos (95-96). Tras sobrevivir en la cornisa, los de Xavi Pascual cumplieron con su cuota de responsabilidad y volvieron a dejar el destino del Madrid en manos de Olympiacos. Se repitió la historia.

Quedaban por adjudicar los puestos tercero, cuarto y quinto. La inopinada derrota del Baskonia ante el colista Efes (79-81) acotó las variantes del duelo en el Pireo. Ni Olympiacos ni Zalgiris se jugaban nada y así lo entendió la afición griega que guardó fuerzas para próximas batallas de mayor enjundia y dejó el pabellón de la Paz y la Amistad tiritando, con una pobre entrada de 5.000 espectadores sobre un aforo de 15.000. Poco le importó a Spanoulis, que lideró el parcial inicial de 10-2 en apenas tres minutos y después lo estiró hasta el 23-8 ante el atasco del Zalgiris, con un 4 de 13 en tiros de campo y seis pérdidas en el primer cuarto (25-10).

Sin Agravanis, Printezis, Papanikolau, Tillie y McClean, Olympiacos apeló a sus fiables automatismos ante un Zalgiris destemplado. Jasikevicius buscó la reacción de los suyos forzando una técnica, pero apenas Jankunas y Davies espabilaron y los del Pireo se dedicaron a gestionar el margen de seguridad. Solo las lagunas de suficiencia de los locales y el dominio del cuadro lituano en el rebote evitaban que aumentara el descosido. Unas veces Thompson, otras Strelnieks, y muchas Spanoulis marcaron territorio en una primera mitad de claro color rojiblanco (43-29, m. 19). Sin embargo, el paso por vestuarios transformó el escenario.

El Zalgiris compareció con firmeza en el partido tras el entreacto. Con el doble timón de Udrich y Pangos, los puntos de Jankunas y Davies y los rebotes de White, los de Jasikevicius apretaron el pulso mediado el tercer cuarto. Con un parcial de 2-15 entre el minuto 25 y el 30, el conjunto lituano acabó con la hucha de Olympiacos. El marcador pasó del 57-41 al 59-56 para afrontar la recta final. Los márgenes se estrecharon y las diferencias, siempre con los del Pireo por delante, se movieron en un suspiro. Un intercambio de golpes que mantenía en vilo al Madrid y sus aficionados. Los jugadores y el cuerpo técnico de Laso alternaban los primeros ejercicios de calentamiento en el Wizink Center con las miradas incesantes al play by play de los teléfonos móviles. Dos tiros libres de Davies y un triple de Milaknis dieron al Zalgiris su primera ventaja (71-74, a 3m 24s del final). El segundo triple de Milaknis tensó la cuerda (76-80, a 55s), pero entre Spanoulis y Milutinov igualaron el duelo y Jankunas falló la penetración final. La intriga se marchó a la prórroga.

En el tiempo extra cayó Olympiacos; el Madrid perdió la cuarta plaza de la clasificación y con ella el factor cancha en la eliminatoria de cuartos de final. Un premio crucial atendiendo a la historia puesto que desde el curso 2008-2009, cuando el playoff comenzó a disputarse al mejor de cinco partidos, el balance en 36 cruces es de 28-8 para los equipos con ventaja de cancha; 17-3 si se reduce la fotografía al último lustro.