El Villarreal hunde a Las Palmas
Las concesiones defensivas del conjunto de Paco Jémez, sin fútbol ni remate, son aprovechadas por los castellonenses que recuperan el ánimo en el Gran Canaria
El Gran Canaria midió a dos equipos con dudas e inseguridades de las que sacó provecho el Villarreal, con mejores individualidades y más argumentos colectivos, para derrotar y hundir a Las Palmas al que se le acaban las batallas para vencer la guerra del descenso, distanciado los canarios en cuatro puntos de la salvación que limita el Levante. Un gol de Bacca en la segunda mitad, que las tuvo de todos los colores y anotó la ocasión menos favorable, y un penalti final transformado por Sansone, procuraron al conjunto de Calleja una victoria balsámica para recobrar el ánimo y mantener la sexta plaza. El grupo de Paco Jémez, con una defensa verbenera, fue un rival propicio para la recuperación del Villarreal al que le cuesta un mundo sacar rédito a las oportunidades que genera. Las Palmas no reacciona.
A los dos minutos del inicio, Chichizola tuvo que intervenir felizmente para detener la volea de Raba tras un error defensivo canario, en un partido que nació con más ritmo del esperado enfrentándose dos conjuntos que se definen por la pausa. Envidó Paco Jémez formando con dos delanteros, acompañando Erik Expósito a Calleri en el ataque. Por su parte Calleja, ante la pérdida de fiabilidad de su equipo, pobló el centro del campo dejando a Bacca como único delantero.
En el juego de identidades cambiadas, el Villarreal fue el que más se parecía a sí mismo, superior a Las Palmas en el centro del campo, dueño en principio del esférico, más vertical y picante que en encuentros precedentes. En apenas un cuarto de hora los castellonenses se habían asomado al balcón de Chichizola con sensación de peligro en cinco ocasiones, fallando en el pase final o en el remate, circunstancia que está lastrando al Villarreal en los dos últimos meses. El conjunto isleño, sin sincronía en defensa, salió indemne de la tormenta inicial de los castellonenses con indumentaria roja en el Gran Canaria.
Con el balón, Las Palmas era menos trascendente de lo que le supone a un equipo dirigido por Paco Jémez. Lo que no conseguía con el juego, se lo procuraba de manera directa. Una apertura de Tana a Michel Macedo y el posterior pase de primeras del lateral brasileño al corazón del área, fue rematado por Calleri obligando a intervenir felinamente a Sergio Asenjo. La oportunidad del delantero argentino hizo crecer a los canarios atemperando el ánimo de un Villarreal de buenos gestos y falto de confianza desde el comienzo del año.
Paco Jémez cambió el dibujo tras el descanso. Sintiéndose superado por el centro del campo del Villarreal, retiró a Erik Expósito y Etebo, entrando el canterano Benito Ramírez y Momo. Y la cosa para los canarios fue a peor. Y al igual que en el arranque del choque, las primeras llegadas fueron para el conjunto castellonense propiciadas estas por los desajustes defensivos canarios. Atacaba sin sentido Las Palmas, para desespero de sus aficionados, y contestaba el Villarreal una y otra vez con contragolpes cada vez más diáfanos y en superioridad numérica. En la enésima contra, Bacca hizo bueno el pase profundo de Fornals para adelantar al Villarreal.
La hemorragia canaria pudo ser letal. En dos nuevas transiciones rápidas Chichizola se vio de frente por dos veces con Bacca. El delantero colombiano esquivo en ambas oportunidades la salida del arquero argentino y en las dos no acertó a embocar con la portería vacía. El empuje de la UD Las Palmas fue improductivo, superado por el Villarreal que no cerró el partido hasta el final con un penalti que fabricó y transformó Sansone para certificar una victoria revitalizante para los de Calleja y que deprime al conjunto canario.
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