El Fenerbahçe derrite al Real Madrid

Kotas Sloukas derritió al Real Madrid y el Fenerbahçe se llevó la victoria a Estambul (83-86) en la 24ª jornada de la Euroliga. Los 20 puntos del base griego (todos en la segunda mitad) y el 13 de 20 de su equipo desde la línea de tres anularon la resistencia de un Madrid desajustado. Con épica, orgullo y un triple monumental de Rudy, los de Laso estiraron su rendición hasta el 83-84 a falta de 11 segundos. A punto estuvo de recuperar el siguiente balón, pero la jugada derivó en la quinta falta del propio Rudy y en dos tiros libres para Sloukas. El demonio de la tropa turca anotó los dos y la última pelota quedó en manos de Doncic, pero su desesperado lanzamiento no alcanzó la canasta rival. Los blancos siguen a una victoria de la cuarta plaza que ahora marca el Zalgiris pero, como ya les sucedió ante Olympiacos y CSKA, volvieron a chocar con un rival más sólido. Malos augurios ante los enemigos de más colmillo. El jueves llega el Panathinaikos de Xavi Pascual.

El Fenerbahçe sorprendió al Madrid rascando en defensa y afinando en ataque. El conjunto turco se presentó en el WiZink Center con la intensidad de los partidos grandes y con la lección perfectamente estudiada para trabar el juego madridista. Como primera medida, Obradovic acorraló a Tavares a base de ayudas y encomendó a Sloukas ponerle los grilletes a Campazzo. Aunque el base griego se cargó con dos faltas en menos de tres minutos, el plan dejó a contrapié a los locales. Con ocho puntos de Nunnaly, los de Estambul sellaron su meritoria puesta en escena con un parcial de 2-14 en cinco minutos.

Tras la embestida visitante, solo sobrevivió Carroll en el quinteto madridista. Primero, se rearmaron los blancos con el trabajo de Felipe y Ayón en la pintura. Después, encontraron los puntos a través de Rudy. Con un triple y tres tiros libres en minuto y medio, el alero mallorquín logró atajar el demarraje turco antes de cerrar el primer cuarto (20-20, m. 10). La batalla acababa de empezar. Entre la bravura y la espesura, el primer asalto dejó 18 faltas personales, tantas como rebotes, un buen puñado de enganchones de Obradovic con sus jugadores, con Thompson acaparando el escarnio público, y casi media hora de reloj para una noche que se anunciaba larga.

Se sumaron a la cita Datome y Doncic para elevar las revoluciones. Después de unos primeros minutos destemplados, la joya eslovena apretó los dientes, reclamó la pelota y cogió carrerilla para desmentir su descenso de forma pasada la efervescencia del Eurobasket. El canterano fue el encargado de alcanzar la primera ventaja del Madrid allá por el minuto 16 para, a continuación, levantar a la grada y activar a Randolph. Con un contraataque malabarístico y una asistencia a su compañero de selección, Doncic desató a los suyos y protagonizó los mejores minutos del conjunto de Laso (39-34, m. 17).

Se defendió el Fenerbahçe con un triple rocambolesco de Dixon y otro bingo más de Kalinic. Pero, para entonces, el Madrid parecía haber desmontado el laberinto de Obradovic. Una falta en ataque del propio Dixon y una técnica al banquillo del Fenerbahçe retrataron el cambio de tendencia ante la irascible mirada del gurú serbio (45-40, m. 20). Se mantenía, eso sí, la densidad en el parqué y en la estadística. Al descanso, se habían visto 23 canastas y 29 faltas (10 para los locales y 19 para el cuadro turco, que solo sumó 9 más en la segunda mitad).

A la vuelta del entreacto, creció la influencia de Datome y regresó Rudy como antídoto en una partida de ajedrez de alto desgaste físico y mental. Un duelo pétreo en el que se avanzaba por erosión; con Campazzo rivalizando con Sloukas y Ayón percutiendo contra Thompson. El Madrid no pudo estirar la cuerda más allá del 63-59 del minuto 28 y el Fenerbahçe —aprovechando la tercera falta de Campazzo y la cuarta de Rudy— se rearmó con solvencia gracias al doble motor Sloukas-Wanamaker (65-70, m. 31).

Un puñado de rebotes ofensivos de los de Obradovic, el tercer triple de Sloukas, un mal pase de Doncic y una milagrera canasta de Melli colocaron al Fenerbahçe por delante en la recta de meta (69-75, m. 35). Carroll activó entonces el plan de emergencia con cinco puntos consecutivos y un triple crucial para agarrar a los suyos a la cornisa (76-79, m. 37). La presión a media pista puso al Madrid a tiro, pero el triple de Carroll hizo esta vez la corbata. Sí entró el de Sloukas (13 de 20 en triples -65%- para los turcos) para colocar el cartel de misión imposible en el Palacio (78-84, a 1m 19s). El base griego derritió al Madrid en un duelo con valor psicológico que establece una brecha casi inalcanzable entre los tres primeros de la tabla (CSKA, Olympiacos y Fenerbahçe) y el resto de aspirantes a la Final Four. "Ganando los seis partidos que quedan estaremos entre los cuatro primeros. Es la única cuenta que hago", sentenció Laso.