Laso y los reajustes pendientes
El Real Madrid completa su primer año en blanco con el técnico tras sumar 13 títulos
La final de Copa dejó un tropel de datos significativos para el análisis: los 18 puntos de ventaja que a punto estuvo de dilapidar el Barça (40-58, m. 25 —54-67, m. 31—); los 38 que anotó el Madrid en el último cuarto; las 21 pérdidas de balón de los azulgrana (12 en la segunda mitad); las escasas 10 canastas en juego que sumaban los blancos en el minuto 22; los 15 rebotes más que capturaron los de Pesic (24-39) —con Felipe en el banquillo desde el minuto 14—; o la única canasta en juego que anotó Doncic en la que pudo ser su última final copera antes de hacer las Américas (sus 12 puntos restantes fueron tiros libres). También dejó un dato temporal. Por primera vez en la era Laso, el Madrid cumple un año en blanco: ningún título desde que la contabilidad llegara a 13 con la Copa alzada en Vitoria en febrero de 2017.
“Ganar o perder es solo un resultado. Es un palo, pero esto ya ha pasado. Ahora estamos en una situación muy buena en la Liga y en la parte alta de la clasificación en la Euroliga. Quedan cuatro meses de trabajo y aspiramos a seguir luchando por los títulos”, analizó Laso tras la derrota ante el Barça en su competición fetiche donde, salvo en 2013, siempre había marcado hitos en positivo hasta el domingo.
El técnico madridista, que reinventó al equipo en plena plaga de bajas entre octubre y noviembre, tendrá que reajustar de nuevo la plantilla como evidenció la Copa. Tavares perdió el pico de forma que exhibió en enero y se fue de Las Palmas con 4,6 puntos y 6,6 rebotes de media en tres partidos; Randolph sumó un total de 11 puntos y 7 rebotes en todo el fin de semana; Maciulis solo apareció 2 minutos en semifinales; y Ayón tuvo un destemplado e improductivo aterrizaje en mitad de la final después de tres meses y medio fuera. Piezas por encajar a la espera de Llull. “Si me quedo con los últimos 10 minutos de la final tengo que pensar que tengo un equipo fortísimo”, sentenció Laso. El viernes, en la Euroliga, se repite el Barça-Madrid. “Esto no para. Así es nuestra vida”, cerró.
“Después de una secuencia así, te acostumbras y acostumbras a la gente. Eso es medio malo porque te exigen muchísimo más. Pero no por eso hay que dejar de valorar las cosas”, explicó Rudy antes de la final entre la ambición y la ausencia de urgencias históricas para un Madrid que se ha ganado el derecho a perder. Causeur en Las Palmas no fue Llull en Málaga 2014 y la falta de Claver a Taylor impidió que el Madrid estirara su abdicación tras cuatro años de reinado ininterrumpido. Tras el primer gran examen, quedan cuatro meses por delante para las notas definitivas del curso.
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