Sergi Roberto: “Nunca dejé de luchar”
Renovado hasta 2022 tras rechazar ofertas mejores, al mediocentro le costó adaptarse a la banda hasta hacerse indispensable en el Barça
Ya se sabe que Sergi Roberto (Reus, 26 años) tuvo como ejemplo a estrellas del Barcelona como Xavi o Iniesta, a quienes también les costó tiempo y sufrimiento hacerse un hueco en el primer equipo. Pero el jugador azulgrana, cuya renovación hasta 2022 fue celebrada ayer en un acto institucional en el Camp Nou, no tuvo que irse muy lejos de casa para entender lo que significaban palabras como esfuerzo o superación, propias del discurso de cualquier deportista. Su madre, que enfermó de cáncer cuando él tenía 13 años —“Es una mujer increíble que nos dio a todos una lección de fortaleza. Nunca hay que rendirse”, dijo el chico hace tiempo—, fue, sin duda, el mejor espejo en el que mirarse.
Seguramente por eso, estuvo presente ayer en el estadio, acompañada de su otra hija. Y por eso, seguramente, el presidente de la entidad Josep Maria Bartomeu, le dedicó a ella unas palabras: “Le agradezco a Sergi su paciencia y a su familia que cuente con el Barça. Sé que Sergi ha tenido ofertas, incluso ofertas mejores de otros sitios. Pero él es de casa y se queda en casa”.
Efectivamente, Roberto, cuya cláusula de rescisión hasta hace apenas un mes (cuando se acordó la renovación de su contrato) era de solo 40 millones, una nimiedad en estos tiempos, tuvo ofertas de otros equipos, por ejemplo, del Chelsea. Pero nunca quiso marcharse. “Siempre he tenido en la cabeza quedarme aquí. Desde pequeño soy culé”, advirtió. A pesar de lo duro y difícil que fue llegar a convertirse en, prácticamente, un jugador indiscutible en el Barça (ha jugado casi tantos minutos como Umtiti este curso, 2.330); a pesar de que, para ello, tuvo que caer a la banda derecha. Hace unos años Luis Enrique lo llevó al lateral, una posición nueva para él, que desde pequeño fue mediocentro, pero a la que terminó adaptándose.
“Lo más difícil de estos años fue estar viendo el partido desde el banquillo o desde casa”, dijo, para matizar que su reubicación en el campo, aunque le costó inicialmente, no supuso un problema. Es más, acabó pidiéndole a Valverde esta temporada jugar de extremo derecho si eso suponía tener más minutos. “Ya me he adaptado a la posición, la he hecho mía. Siempre dije que lo que quería era estar en el campo”, añadía. “Tiene energía y un gran desplazamiento”, dijo de él en verano el técnico, encantado de contar con un jugador tan versátil, capaz de terminar con notable alto cada partido, juegue de mediocentro, de extremo o de lateral. Con su insistencia y trabajo logró, pues, hacerse con el puesto que iba a ser para Semedo (1.645 minutos).
Roberto, que ha visto cómo el club ha gastado en las últimas cinco temporadas unos 150 millones de euros en medios, sin contar los 160 por Coutinho, ha tenido la paciencia y la confianza suficientes para pelear por la titularidad. “Sabía que sería muy complicado estar en el primer equipo; a veces piensas que será muy difícil, que no lo conseguirás, pero nunca dejé de luchar”, remachó. No es extraño que el club le utilice para dar charlas a los chicos en La Masia. Xavi fue un ejemplo para él, y ahora él lo es para los más pequeños.
“Cuando era más joven, había otros jugadores en mi situación, así que nos apoyábamos los unos a los otros. Los días que no entraba en la convocatoria aprovechaba para entrenarme más, para ponerme en forma. Fue un momento complicado porque quería jugar, pero sabía que con trabajo y paciencia me llegaría el momento”, concedió. Y añadió, preguntado por los canteranos que se alejaron del Camp Nou (en el último curso, Sergio Gómez, Mboula y Éric García): “Estamos viendo jugadores que su sueño es triunfar en el Barça, pero algunos quieren otros caminos. Yo también he tenido ofertas y decidí luchar. Que tengan paciencia que las oportunidades llegarán”.
Sabe de lo que habla. Recién renovado y con una cláusula de 500 millones, a Sergi Roberto le queda mucho para retirarse. Sueña con hacerlo vestido de azulgrana. Y mientras tanto ya advierte que hay un gol que le acompañará siempre. El que selló la remontada contra el PSG en la Champions el año pasado. Un gol que cambió la percepción que muchos tenían de él. “Cambió bastante, la gente me lo recuerda por la calle. Y yo veo constantemente imágenes que me lo recuerdan. Siempre lo tendré marcado en mi carrera deportiva”.
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