Una patada a los tópicos del fútbol
El equipo alevín A femenino del Valencia reina en una liga de conjuntos masculinos
Niñas contra niños jugando al fútbol… y ganando. El alevín A del Valencia Féminas CF vapulea a sus rivales masculinos cada fin de semana en competición oficial. El equipo, una delicia jugando al fútbol, se distingue por su disciplina, su trato de balón y una feroz competitividad. Las chicas del Valencia CF le pegan una patada a todos los convencionalismos sobre este deporte mientras reinan en una liga de chicos ante la admiración de los padres de sus rivales, que se rinden ante el juego que despliegan. Siempre intensas y pateando los tópicos del fútbol, así juegan ellas con 11 años.
“Son muy buenas, coordinadas, bien preparadas y físicamente muy fuertes. Nos ganaron el partido por 0-1 en el minuto 54. Van muy bien a la disputa, juegan con intensidad, meten cuerpo y son duras cuando tienen que serlo”. Sergio Sánchez, director deportivo del Cambridge Black Cats FC, cuenta su experiencia con el equipo que domina con tiranía el grupo B-6 en categoría alevín de segundo año con 14 victorias en otras tantas jornadas de liga.
En el fútbol base, los equipos que pertenecen a las escuelas de los grandes clubes, gracias al trabajo de su área de captación y a sus medios, generalmente arrasan al resto de rivales. Competir con ellos para cualquier equipo de pueblo es complicado. O se junta por casualidad una buena generación o se compite por la segunda posición en las ligas más fuertes. Lo extraordinario de este caso es que el equipo en cuestión que ha ganado todos sus partidos, suma 42 puntos, lleva 90 goles a favor y solo cuatro en contra, es un equipo femenino, que pertenece a la Academia del Valencia CF.
La gesta de las chicas del AEM Lleida al ganar la Liga masculina
Las chicas del AEM Lleida hicieron historia en abril del año pasado. Ganaron la Liga infantil de Segunda frente a equipos masculinos. El conjunto que dirigía Dani Rodrigo, compuesto íntegramente por chicas de 12 y 13 años, ganó el título con una tremenda superioridad, a falta de cuatro jornadas para el final.
“Hasta alevines pueden jugar niños y niñas mezclados, pero cuando pasan a categoría infantil ya no hay nada más, no pueden competir, por eso optamos por crear el equipo de chicas. Además, sabíamos que competir contra chicos las haría más competitivas. La coincidencia fue, también, que se dio una generación muy buena”, explicó Rodrigo. Aquel triunfo tuvo una enorme repercusión mediática, con portadas, telediarios, entrevistas. El equipo visitó el Ayuntamiento y la Diputación.
¿Por qué compite un grupo de niñas en una liga masculina? Sergio Fernández, coordinador del área de fútbol femenino del Valencia CF, lo explica: “Necesitamos que las jugadoras progresen para que cuando den el salto al fútbol 11 y se enfrenten con mujeres sean mejores y marquen diferencias con sus competidoras. Físicamente les viene bien competir con chicos. A estas edades no hay diferencia entre el físico de un niño y el de una niña, más adelante sí, pero ahora no, pueden jugar juntos”.
“La idea es que este grupo, que subirá el año que viene a categoría infantil, juegue en otra liga masculina. En categoría cadete, cuando por físico ya no podrán competir con chicos, pasarán a jugar en una liga femenina pero estarán mejor preparadas. Esa es la idea, que cuando compitan con mujeres sean mejores después de jugar desde los diez años y hasta cumplir los 15 con chicos. Al final se trata de nutrir el fútbol femenino del club y de darle mayor potencial”, añade; “la sorpresa es que van primeras. Nadie esperaba que un equipo femenino estuviera primero en un grupo de chicos”.
Las alevines del Valencia son la sensación del grupo desde que en la primera jornada de liga golearan por 11-0 a su primer rival. “No hemos ganado nada. No entiendo tanto revuelo, hemos finalizado la primera vuelta primeros y nada más”, explica su entrenador, Miguel Ángel Ortiz, que junto a Ana Polo, campeona de España júnior de lanzamiento de martillo, dirige al equipo.
Miguel Ángel reconoce que durante los primeros partidos presentarse en el campo con un equipo femenino era toda una sorpresa para el rival. “A la gente le resultaba chocante. Muchos equipos nos subestimaban. Comentarios despectivos no he oído pero sí de desconfianza. Los padres de los equipos contrarios lo primero que ven es que son niñas que van a jugar con niños y entonces desconfían. Luego empezamos a jugar y a los cinco minutos se dan cuenta de que lo hacemos bien y que competimos”, dice Miguel Ángel, que añade que los rivales las tratan “de igual a igual en el terreno de juego” y que las respetan: “Nos toman muy en serio. Los rivales no nos entran distinto porque ellas no hacen distinciones. Los chicos no tienen gestos de contenerse y entrar más flojo por su condición de niñas porque ellas van a muerte”. Así es cómo ellas han dado una patada a los tópicos.
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