“Federer va a ser todavía más dominante”
Laver, Navratilova y otras figuras del tenis ensalzan al suizo, que en Melbourne logró su 20º grande, el sexto en Australia, al batir a Cilic. De esta forma, alcanza el récord de Djokovic y Emerson en el 'major'
Son las once de la mañana en Melbourne y por un salón de un lujoso hotel localizado en Collins Street van asomándose numerosas figuras de la raqueta. La cita es de etiqueta, el champán circula de un lado a otro y algunos de los protagonistas de la matinal se hacen de rogar más que otros. Todos ellos portan a sus espaldas más o menos trofeos, pero se dividen tenísticamente por estratos: están los buenos, los mejores y los excelentes. Y uno de ellos, el más esperado porque esta vez jugaba en casa, es el último en llegar. Rod Laver es hoy día un anciano (79) impecablemente trajeado, pero en su día fue un jugador tan extraordinario que en el mundo del tenis se debate de forma constante quién fue mejor, si él o Roger Federer.
Este domingo, el suizo se hizo todavía más grande y entró en una nueva dimensión, la de la segunda decena de Grand Slams, al batir al croata Marin Cilic en la final (6-2, 6-7, 6-3, 3-6 y 6-1, en 3h 02m) y alzar su 20º major. Además, igualó el récord de Roy Emerson y Novak Djokovic en Melbourne, con seis títulos. “A su edad, sigue reinventándose. ¿Qué leyenda tan grande es Roger, eh?”, desliza a este periódico el australiano Patrick Rafter, doble ganador del US Open. Después, el gran Laver se expresa aún mucho más rotundo: “No hay duda: no hay nadie como Federer”.
Chris Evert: “Una mentalidad como la de Serena Williams”.
La estadounidense, ganadora de 18 majors, atiende con un acento genuinamente estadounidense. A sus 63 años, la segunda mujer de su país que más grandes ha obtenido en la Era Abierta considera que a Federer no solo le queda cuerda para rato, sino que además se impondrá con más fuerza todavía. “Creo que va a ser incluso más dominante”, dice; “si consigue el 20, estoy segura de que, conociéndole, Roger tratará de conseguir luego el 21, el 22, el 23… En ese sentido tiene una mentalidad similar a la de Serena Williams: no solo quiere mantenerse, quiere ser mejor día tras día y siempre quiere más. Federe siempre quiere ganar más. Creo que cuanto más títulos consiga, será aún más fuerte pese a la edad”.
Martina Navratilova: “No tiene debilidades”.
La jugadora que más veces (9) ha triunfado en La Catedral de Wimbledon aparece con un traje claro y destaca, sobre todo, el abanico ofensivo del suizo. “Él tiene un registro de golpes más amplio que nadie”, responde a la pregunta de EL PAÍS. “Y sabe exactamente cuál debe utilizar en cada momento. Su selección de golpes es inmaculada. No tiene debilidades y te puede ganar de muchas maneras: desde la línea de fondo o con el saque y volea… Él tiene muchas más opciones que el resto de jugadores. Su revés es mejor que el de ningún otro…”, describe, antes de precisar: “Si consigue el número 20 sería una cifra muy redonda, algo asombroso, pero creo que todavía ganará más. La temporada pasada ganó dos grandes [Open de Australia y Wimbledon] y esta pueda conseguir otros dos, porque se le ve muy fuerte y está sano. El cielo es su límite”.
Rod Laver: “Roger es el mejor de todos los tiempos”.
El australiano, una de las eminencias deportivas de su país, ganó 11 grandes, pero podrían haber sido muchos más de no haberse hecho profesional, porque esto le impidió disputar Grand Slams hasta 1968. En lugar de alimentar el debate, él reconoce al de Basilea como el mejor entre los mejores, como al gran elegido del tenis. “Creo que Roger es el mejor de todos los tiempos. El modo en que él ha jugado durante los últimos 15 años, la consistencia con la que juega, ganar tantos torneos de una forma aparentemente tan fácil, 19 títulos de Grand Slam…”, recita sin titubear. “Es verdaderamente asombroso. ¡Sigue viajando por todo el mundo y continúa siendo competitivo! Para mí sería todo un honor que él ganase su 20º título aquí, en el estadio que lleva mi nombre”, desea.
Mats Wilander: “Lo mejor es lo que no se ve”.
El sueco, exnúmero uno y ganador de siete grandes, disecciona siempre el tenis con precisión quirúrgica y evita los tópicos. Acostumbra a mojarse y también lo hace con Federer, al que considera en un estrato superior y no solo por su repertorio técnico. “Lo que más me gusta de él es lo que no se ve, lo que está dentro”, contesta. “El modo en que golpea la pelota le viene dado, es innato, al igual que lo tiene Nadal. Los fundamentos técnicos son propios, pero lo que yo valoro por encima de todo”, recalca, “es lo que va por dentro: su forma de conducir los partidos, su forma de solucionar los problemas... Él lo hace como nadie lo ha hecho en la historia de este deporte, así que me impresiona más lo que no se ve que lo que se ve”. Y zanja: “Creo que Roger puede ganar cuatro o cinco Grand Slams más”.
Mark Phillippoussis: “Cada año es más completo”.
El australiano, una torre (1,96) capaz de sacar en su día a 227 km/h, se enfrentó a Federer en cinco ocasiones. Perdió en cuatro de ellas, incluida la última, sobre el tapiz azulado de Australia. Era el año 2003. Ayer sintetizaba así: “Se ha convertido en un jugador todavía más completo. Físicamente es más fuerte y su nivel de confianza es muy elevado: sabe exactamente qué debe hacer en cada momento. Su grandeza reside sobre todo es que en cada año ha sabido ser un jugador todavía más completo”.
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