El Barcelona necesita ahorrar con la operación salida
Al club le urge ingresar efectivo con salidas como la de Arda y rebajar una masa salarial que supone el 84% del presupuesto
El vestuario del Barcelona está como el metro. Abarrotado. Solo le falta el aviso: dejen salir antes de entrar. Animado en el mercado estival, activo como no lo estaba en años —llevaba siete sin fichar en enero— en el mercado de invierno, las cuentas empiezan a temblar. El problema no son solo los 312 millones de euros (392 con lo que se puede llegar a pagar en variables) que el club ha desembolsado esta temporada para reforzarse, especialmente tras la marcha de Neymar. Llegaron Dembélé (105 más 40 en variables), Paulinho (40), Semedo (30), Deulofeu (12) y Marlon (cinco); y ahora lo ha hecho Coutinho (120 más otros 40). A cambio de 222 millones, sí. Pero el cálculo arroja una diferencia de 170 millones.
Ese desembolso de más obligará a la junta directiva a hacer encaje de bolillos para cerrar económicamente el ejercicio y cuadrar los presupuestos. Pero no es ese el único problema de números que tiene el Barça. Tras la renovación del contrato de Messi y su mejora de salario, el club sitúa su límite salarial en unas cuotas peligrosas —588 millones, el 84% del presupuesto, según se dijo en la Asamblea de compromisarios en octubre, antes de renovar al 10—, considerablemente por encima de ese 70% que recomienda la Liga.
Así las cosas, es necesario abrir las puertas del Camp Nou de par en par para que salgan esos jugadores que no cuentan para el entrenador, que ve cómo se le agotan las fichas libres: de hecho no le queda ni una; el Barça completó con Coutinho las 25 disponibles. Al margen de Mascherano, interesado en marcharse en busca de más minutos para llegar fino al Mundial de Rusia este verano, y por quien se espera ingresar unos 10 millones desde el mercado chino, el asunto no pinta fácil. En primer lugar, porque el vacío de El Jefecito lo llenará Yerri Mina (otros 10-12 millones que habrá que añadir a la cuenta de gastos), cuyo traspaso espera cerrar el Barça en los próximos días. Y en segundo lugar porque hay futbolistas como Arda Turan (la quinta ficha más alta), que pese a no tener el mínimo protagonismo en el césped no han mostrado interés alguno por dejar Barcelona. Aun así, el club se reunió ayer con el presidente del Medipol Basaksehir de Estambul, líder de la liga turca, para negociar su cesión, hecho que aligeraría ligeramente las cuentas.
A su marcha podrían unirse las de otros jugadores con poca presencia, como Aleix Vidal o Deulofeu, por quien se interesan el Inter y el Nápoles. Además, Rafinha parece obligado a asumir, tras obtener el alta ocho meses después de destrozarse la rodilla, que Valverde no cuenta con él: los médicos le dieron el visto bueno el 18 de diciembre y todavía no ha entrado ni en una convocatoria.
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