Jon Rahm empieza 2018 a lo grande: ya es el número tres del mundo
El golfista vasco, de 23 años, es el cuarto más joven en la historia en subir al podio, tras Tiger, McIlroy y Spieth
Jon Rahm va cumpliendo sueños a tal velocidad que apenas le da tiempo a imaginarse nuevas metas. Al León de Barrika le atropella su propia realidad. Si en el año de su debut como profesional ganó su primer título en el circuito estadounidense y entró en el top ten mundial, este 2018 de grandes expectativas también ha empezado pisando fuerte. Rahm fue segundo en el Sentry Tournament of Champions, un torneo que reúne a los vencedores del curso anterior en la PGA, solo por detrás de un intratable Dustin Johnson que arrasó en Hawai con 24 golpes bajo par. Y ya es el número tres del mundo, en el escalón siguiente a Johnson y al también estadounidense Jordan Spieth, por delante de Justin Thomas y con Sergio García observando el fenómeno desde la décima posición.
Rahm solo sabe hacer las cosas a lo grande. A lo muy grande. El vasco ya es el cuarto golfista más joven en la historia (23 años y 59 días) en llegar a ser el tres del mundo. Tiger Woods, Rory McIlroy y Spieth le anteceden en esta clasificación, en la que Rahm ha superado precisamente a uno de sus modelos, Chema Olazabal. Otra muesca más en esta carrera tan meteórica a la que no se le ve techo. Ni mucho menos se lo pone el propio Rahm, que siempre habla de Seve, de Tiger, de ganar un grande, de ser el número uno…
“La expectativa es un deseo. El sentido que le das es lo importante. Jon se pone metas altas porque le gusta exigirse. Se entrena para dar lo mejor en cada momento. Eso es lo que le hace crecer”, explica Joseba del Carmen, el preparador mental del vasco, el hombre encargado de templar esos deseos. “Gestionamos con él esa lógica paso a paso, en el día a día. Es dar pasitos pequeños. Jon dice que quiere ser el número y ganar un grande, porque lo siente, porque es su deseo y porque sabe que puede conseguir cosas impresionantes”, añade. Rahm conoce a la bestia que lleva dentro y telefonea con frecuencia a Del Carmen, incluso en mitad de un torneo, como en el que acaba de disputar. Rahm se encontraba nervioso en los greens y sonó el móvil de su preparador. “Que lo exprese es el modo de mejorar. Le quitas la carga, sacas el problema fuera y así se gestiona. Es una persona que tiene la suerte de vivir lo que está viviendo y es una maravilla. Lo mismo le ha pasado a Rafa Nadal. Si le dicen que iba a ganar tanto, se asusta”, explica Del Carmen.
El próximo sueño de Rahm se hará realidad entre el 25 y el 28 de enero. Entonces acudirá como campeón defensor al Farmers Insurance Open, en Torrey Pines, donde cumplirá su deseo de jugar con Tiger Woods, “la leyenda máxima”. El joven campeón contra el mito que lucha por volver.
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