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El Barça que viene

El club azulgrana persiste en su interés por Coutinho, contempla adelantar la llegada de Yerry Mina y abre las puertas de salida a varios jugadores que quieran disfrutar de más minutos

Jordi Quixano
Arda Turan, firma autógrafos en una imagen de hace un año.
Arda Turan, firma autógrafos en una imagen de hace un año.LLUIS GENE (AFP)

Todavía con los bolsillos llenos por el traspaso forzado de Neymar, que depositó su cláusula de 222 millones en la LaLiga para irse al PSG, el Barça pretende reforzarse en esta ventana invernal. Pero el buen funcionamiento del equipo y el buen hacer del técnico Ernesto Valverde hacen que desde el área deportiva no haya urgencias sino pretensiones. Otro asunto es la salida de jugadores, abierta a aquellos que quieran disfrutar de más minutos lejos del Camp Nou.

La lista de la compra. El área deportiva azulgrana tiene a Coutinho en el entrecejo desde el verano, cuando arrimaron posturas con el Liverpool. “Queremos que llegue al Camp Nou”, cuentan en las oficinas de la ciudad deportiva; “pero realmente no sabemos si el Liverpool está por la labor”. Más que nada porque entienden que el conjunto inglés lucha por entrar en Europa y sería debilitarles en buena medida. De poco serviría la presión del futbolista, convencido de vestirse de azulgrana, hasta el próximo mes de julio. “Es que es muy complicado fichar a un jugador de ese nivel en el mercado invernal”, admiten desde el Barça; “pero a partir del 1 de enero empezará el vértigo y valoraremos las opciones reales de negociar por el futbolista”. Aunque se sabe que difícilmente el Liverpool bajará de los 140 millones.

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De no venir Coutinho, el club no cierra la puerta a otro futbolista que pueda marcar las diferencias, que es lo que reclama Valverde. “Se busca un perfil de jugador polivalente en ataque y que pueda tener protagonismo en más de una posición”, desvelan desde el Barcelona, conscientes de que resultaría complicado fichar a un jugador de una posición específica, ahora que el equipo está maduro.

La otra incorporación que se dará con toda probabilidad es la de un central —Valverde ha pedido que el equipo cuente con al menos cuatro— que llegaría para sustituir a Mascherano, predispuesto a irse al Hebei Fortune porque allí ganará más dinero y tendrá más minutos, exigencia de Argentina para ir al Mundial. Aunque en el Barça hay dudas sobre si Yerry Mina es el ideal —preocupa su poca velocidad y que está acostumbrado al fútbol brasileño, además que sería complicado que ofreciera rendimiento inmediato en una posición tan complicada como es la del eje de la defensa azulgrana—, señalan que es un futbolista que ya está atado para 2018 y sería absurdo contratar a otro zaguero. Así, cuando Mascherano haga mutis por el foro, el Barça activará la opción de adelantar la llegada de Mina, siempre bajo un aumento de precio en el traspaso (está fichado por nueve millones pero de venir en enero el coste ascendería a unos 12), y con la idea de que actúe de cuarto central, toda vez que Vermaelen ha dado un paso hacia delante y es el tercero, tal y como se vio en el clásico ante la ausencia de Umtiti. “Nos ha dado la vida”, agradecen desde el Barcelona.

Puertas abiertas. La probable llegada de Coutinho provocaría un efecto dominóen el Barcelona, que atiende a la apetencia de aquellos jugadores que desean jugar más minutos. Es el caso de Rafinha, que tiene el Mundial a la vuelta de la esquina y sabe que Valverde ya tiene formado su equipo; de Aleix Vidal, por el que el Sevilla ya ha mostrado su voluntad de recuperarlo y del que se sugiere que también entra en los planes de Simeone para el Atlético; y de Deulofeu, que no ha acabado de romper por más que haya tenido oportunidades. No ocurre lo mismo, por ejemplo, con André Gomes, a quien Valverde ha dicho que no se toca, ni con Alcácer, que se ha ganado la confianza del técnico por su actitud en los malos momentos y acierto cuando ha estado sobre el tapete.

El caso más delicado es el de Arda Turan, futbolista que no cuenta para el entrenador ni el área deportiva, pero que se hace el longuis cuando se le plantean la posibilidad de salir del club. “No nos ha llegado una oferta en firme y el futbolista tampoco nos ha transmitido su voluntad de dejar el equipo”, comentan desde la ciudad deportiva azulgrana, conscientes sin embargo de que el Besiktas le sigue. Resulta que a pesar de tener mercado, los equipos se resisten a pagar su generoso sueldo, teniendo en cuenta que en enero cumplirá los 31 años. El Barcelona sabe, sin embargo, que perderá dinero con el traspaso, pero ganará un hueco en el equipo y reducirá la masa salarial. Pero hasta enero nada cobrará forma.

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