Ter Stegen: “No asumo menos riesgos sino que los calculo mejor”
El portero del Barcelona se toma sus segundos para articular el discurso. Como en su vida y trabajo, no quiere fallos. Tampoco en el clásico
Un mensaje de texto sirve para cambiar la hora de la entrevista. “La hacemos a las tres”, le indica al jefe de prensa del Barça, ordenado y metódico como es el portero Marc-André Ter Stegen (Moenchengladbach, Alemania; 25 años). A las tres en punto asoma la cabeza. “Hola”, dice risueño al tiempo que extiende su imponente mano, esa que tan pocos delanteros pueden burlar desde que empezara el curso porque solo ha encajado 13 goles en 23 encuentros. Se expresa en un castellano fluido, hasta el punto de que solo en dos ocasiones recurre a los anglicismos, no mira al reloj ni al suelo sino que lo hace a los ojos al tiempo que se toma sus segundos para articular el discurso. Como en su vida y trabajo, no quiere fallos. Tampoco en el clásico.
Pregunta. Desde hace un tiempo se habla más de sus paradas que de su juego con los pies, ¿eso es bueno o malo?
Respuesta. Bueno, bueno. Al principio todo el mundo hablaba de los pies porque se dijo que era lo importante en el Barça. Pero yo, que soy portero, sé que es bueno y diferente jugar con los pies, aunque la clave para cumplir con mi trabajo son las manos.
P. ¿Y cuál es la parada o gesto técnico que más le gusta hacer?
R. Mientras la pare, bien está.
P. Aunque ese despeje con el brazo rígido como un poste es muy característico en usted, ¿no?
R. Me sale natural y no pienso al hacerlo. Es un movimiento rápido y sale así. Funciona.
P. ¿Pero son más importantes las manos, los pies o la cabeza?
R. La cabeza, seguro. Como portero del Barça, en ocasiones solo tienes una oportunidad para demostrar lo que vales porque quizá no te chutan más ese día. Por eso hay que estar concentrado y tener bien la cabeza.
P. ¿Y qué es lo primero que piensa cuando le meten un gol?
R. La clave está en pensar en lo que está por llegar. Si piensas en lo que ha pasado, no estás concentrado en lo que toca. Y si algo no se puede hacer bajos los palos es perder la concentración.
P. ¿Es usted perfeccionista?
R. Creo que sí. Me gusta hacer las cosas al cien por cien porque si no, no las hago. Y como portero, siempre analizo todo e intento llegar a jugar un partido perfecto. Pero siempre hay cosas a mejorar, por lo que para mí sería raro no ser perfeccionista.
P. ¿En todos los goles que recibe tiene una parte de culpa?
R. Aunque esté perfectamente colocado, creo que hay algún gol que es imparable. Los delanteros también saben qué hacer.
P. ¿Algún partido o error no le ha dejado dormir?
R. Normalmente, no tengo problemas para dormir. Antes de un partido, nunca; después de uno tenso puede ser, como tras la final de la Champions, cuando me costó coger el sueño. Aunque quizá fue porque estábamos de fiesta…
P. ¿Sueña con el fútbol?
R. No, nunca. No he soñado ninguna vez en mi vida con el fútbol. Cero. Ni siquiera pesadillas.
P. Aunque el año pasado, cuando falló en un despeje que les costó gol ante el Celta, admitió su error y lo primero que dijo es que quería hablar con José Ramón de la Fuente, Dela, el preparador de porteros. ¿Por qué?
R. Porque analizamos cada semana los goles que recibo, los pases que doy… Todo. Es bueno saber qué piensa y me importa su opinión porque lo ve desde otro ángulo. Es bueno para mejorar.
P. ¿Ya no asume tantos riesgos como antes?
R. No, no es que asuma menos riesgos, sino que los tengo mejor calculados.
P. Pero, ¿le gusta regatear?
R. ¡En el entrenamiento sí! Pero en un partido… Hay que valorar los riesgos que tiene una situación y esto lo sé mejor que nunca después de los años que llevo jugando. Me he dado cuenta de que a veces hay que tomar un riesgo calculado, pero bien calculado, para que funcionemos mejor.
P. ¿Y qué piensa cuando tiene a un rival enfrente?
R. El uno contra uno siempre es complicado porque el delantero tiene muchas posibilidades de marcarte. Pero con Dela estudiamos a los jugadores que me voy a enfrentar y así sé cómo definen.
Aún no me puedo sentir orgulloso porque me queda mucha carrera
P. ¿Le da tiempo a ver quién es el que chuta?
R. Creo que sí. Al menos, por cómo se mueve, intuyo quién es. Y con eso ya sé cómo acaba las jugadas, cómo chuta. Pero hay que estar preparado para todo.
P. ¿Es complicado o divertido jugar en el Barça?
R. Las dos cosas. Por un lado, no hay rival fácil en la Liga; y por el otro, a mí me encanta ser el portero del Barça.
P. ¿Le preocupa alejarse tanto de la portería para acompañar al equipo en la presión?
R. Si estoy adelantado es para ayudar. No es por mí, sino por el equipo. Bueno, por mí también porque tengo menos camino para llegar al balón. Pero no miro hacia atrás y me digo: ‘¡Madre mía qué lejos está mi portería!’. No sé, no me pongo nervioso.
P. ¿Nunca?
R. Con el fútbol, no. Pero en la vida en muchas situaciones. Aunque nunca me había puesto tan nervioso como en el día de mi boda. Sabía que ella se presentaría… pero ¡no sé qué me pasó!
P. Más bien parece que se ponen nerviosos sus rivales porque ha dejado en 14 de 23 partidos la portería a cero.
R. Hemos trabajado bastante bien defensivamente y si cada uno da su mejor versión para estabilizar la fase defensiva, todo es más fácil para mí. Dejar la portería a cero es mérito del equipo.
P. ¿Se considera el mejor portero del mundo?
R. Lo que yo puedo hacer es jugar bien, cuidarme, pensar en fútbol, mejorar… No me gusta hablar de mí mismo, aunque me gusta la situación en la que estamos y espero seguir así.
P. ¿Está orgulloso de lo que es?
R. Estoy contento. Pero me queda mucha carrera y no me puedo sentir orgulloso todavía. Quizá cuando acabe tenga tiempo para pensar si lo estoy.
No he soñado ninguna vez en mi vida con el fútbol. Cero. Ni pesadillas
P. De momento, pensará en el Real Madrid, ¿no?
R. Es el próximo rival, sí.
P. ¿Qué ha cambiado desde la Supercopa, cuando perdieron sin rechistar, a ahora?
R. Quizá la prensa no quería que tuviéramos un buen año. No lo sé. Pero tras perder ese título, supimos que teníamos que trabajar tan duro como siempre e ir todos en la misma dirección bajo las indicaciones de Valverde, que creo que ya ha dejado su sello en el equipo.
P. ¿Duele más un gol del Madrid que de otro rival?
R. Duele igual que los demás. Pero si tengo que decir uno que me molestó mucho fue el del año pasado, cuando Ramos nos marcó en el 89. Me dejó una sensación muy mala.
P. ¿Le preocupa su delantera?
R. Se enfrentan dos equipos que quizá son los mejores de la Liga y del mundo. Ya sabemos quién tendremos delante y deberemos estar pendientes de su delantera y de todos…. Pero también de nuestra manera de jugar, que así es como solemos tener más posibilidades de ganar.
P. ¿El secreto del Barça ha sido juntar las líneas, jugar en bloque?
R. Eso es lo que dicen. Yo creo que, además de ser una familia en el vestuario, el mister ha hecho un trabajo diferente. Lo ha visto desde fuera, cuando estaba en el Athletic como rival, y sabía qué tocar para mejorar. Esa visión nos ha venido bien, estamos muy bien defensivamente y debemos mantenerlo toda la temporada o mejorarlo para seguir arriba.
P. Decía que son una familia y desde el club señalan que se lleva muy bien con Cillessen al contrario que con Bravo. ¿Es así?
R. Tenemos buena relación. Muy profesional. Y cuando juega, lo está haciendo bien, da tranquilidad tener un portero como él.
P. ¿Comprende su situación tras haber sido suplente en sus primeros años en el Barça?
R. Cada uno tiene sus sentimientos. No sé lo que piensa Jasper. Pero para mí, lo más importante era jugar porque si no tienes que pensar en cómo seguir con tu carrera. Él seguro que no se siente bien con la situación. Pero tengo que decir que agradezco cómo trata el asunto y cómo me trata a mí, puesto que es una relación con mucho respeto. Chapó.
“Todo lo que me dijo Zubizarreta se ha cumplido por completo”
Antes de ficharle, el otrora director deportivo del Barça, Andoni Zubizarreta, se reunió con Ter Stegen en un hotel de Düsseldorf. “¿Tienes alguna pregunta?”, le inquirió tras una larga charla. Y Ter Stegen tenía muchas. “Solo conocía el Moenchengladbach, donde estuve 19 años, por lo que necesitaba saber. Me enfrentaba a otra mentalidad, a otra cultura... Así que le pregunté por cómo pensaba aquí la gente sobre el guardameta. Y todo lo que me dijo, lo bueno y lo malo que me encontraría, se ha cumplido por completo. Es una persona increíble, una figura muy importante en mi carrera”, expone el portero.
Pero las dudas de Ter Stegen eran sobre la demarcación, jamás sobre sí mismo. “Nunca pensé que no valía para el puesto. Ya sabía qué hacer después de hablar con Zubi, vi muchos partidos y me tocaba adaptarme a la mentalidad, a la cultura, a la gente… Ahora, tengo claro que tomé la mejor decisión”.
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