El enésimo regreso de Gareth Bale
El galés, que no juega desde hace dos meses por lesión, se apunta a la Copa del Rey para coger ritmo
“Lo ha pasado mal. Se ha llegado a sentir un juguete roto”, responden en el Madrid cuando se pregunta por Gareth Bale y por cómo ha vivido el último proceso de recuperación. El galés, que iba a alistarse en el derbi del Wanda el pasado 18 de noviembre, se lesionó en un entrenamiento. Llevaba ya mes y medio parado, primero por una sobrecarga en la parte posterior del muslo izquierdo y luego por un edema en el sóleo. La rotura en el aductor de la pierna izquierda, cuando ya había vuelto al trabajo de equipo, le obligó a frenar de nuevo. Esta noche (21.30, GOL) contra el Fuenlabrada en la vuelta de los dieciseisavos de Copa (0-2 en la ida) volverá a pisar el césped. Para probarse y coger ritmo.
Es el enésimo regreso de Bale que no juega desde el pasado 27 de septiembre en Dortmund. Esa noche, después de marcar el 0-1 contra el Borussia y asistir a Cristiano en el 0-2, pidió el cambio en el minuto 85. “Se le subió el gemelo, nada más”, explicó Zidane. No volvió a entrar en ninguna convocatoria. Por precaución, aseguraba el técnico. Desde que llegó al Madrid en verano de 2013, el extremo galés, un privilegiado a nivel físico pero no para esquivar lesiones, ha disputado el 54% de los minutos totales. Ese porcentaje baja al 41% si se tienen en cuenta las dos últimas temporadas y media. Este curso apenas ha disputado el 36% de los minutos.
Dicen en Valdebebas que otro jugador no habría aguantado los mazazos que llevan Bale y sus músculos. Mientras hay futbolistas, como en su día Butragueño o como Isco y Cristiano, que apenas pasan por las camillas, el galés ha vivido pegado a ella. Introvertido por naturaleza, después de no poder jugar los últimos partidos de clasificación con Gales, se refugió en la ciudad deportiva. Y también en las manos de Jaime Benito, el fisio que el año pasado se convirtió en una especie de hermano para él, cuando hacían horas extra en casa de Bale después de la operación en el tobillo. Reapareció dos meses y medio después de pasar por el quirófano y aguantó dos meses. En Múnich, a mediados de abril, volvió a lesionarse y no pudo estar en la final de Champions de Cardiff.
Reconoció el galés pocos días antes de medirse a la Juve que tendría que haber descansado más después de pasar por el quirófano y que tuvo que tomar muchos calmantes para poder jugar y entrenarse. “Cuando has estado lesionado durante tres meses y ves a tus compañeros jugar, realmente quieres volver y es lo que hice. Si volviera atrás me habría tomado más tiempo para recuperarme mejor”, aseguró.
Operación de tobillo
En verano trabajó al mismo ritmo que sus compañeros. Celebraba, de hecho, sentirse bien y poder empezar de cero. Cuando empezaba a coger ritmo de nuevo, se volvió a lesionar. Guti, técnico del juvenil, llegó a decir que había que tener paciencia con el galés ya que después de la operación en el tobillo había tenido que cambiar la pisada. Preguntado por eso en una rueda de prensa, Zidane dijo que él no era médico y que lo desconocía.
“No sé cuánto jugará, pero sí estará con nosotros mañana”, confirmó ayer el técnico francés cuando le preguntaron si Bale estaba listo. No se mostró muy concreto sobre cuál es el plan a seguir ahora con el extremo galés y cuándo cree que estará al cien por cien. “Yo quiero a Gareth muy bien, pero eso no te lo puedo decir, 100, 150, no lo sé. Yo le veo bien, pero luego tiene que jugar y es el ritmo de partido el que nos va a marcar el camino”, contestó. Ni siquiera el técnico francés se atreve ya a dar plazos. Con Bale todos van día a día.
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