El Bernabéu, la casa de los sustos
Carvajal admite que cuando les empatan se acuerdan de viejas experiencias y Zidane lamenta las frecuentes pérdidas de balón
El Santiago Bernabéu se ha convertido esta temporada en una ONG. El Málaga, no había marcado todavía fuera de casa y anotó este sábado dos tantos. Con diez (Necio estaba cojo y entró para hacer bulto porque Míchel ya había gastado los tres cambios), el conjunto andaluz obligó el Madrid a hacer horas extra y a hacerlas, además, mirando el reloj. Al conjunto blanco, incapaz de cerrar los partidos, incluso los que empiezan bien como el de ayer, le entró el tembleque. Parece que no es capaz de empezar y terminar un encuentro con sosiego y tranquilidad.
“La diferencia es que cuando los rivales vienen aquí se juegan la vida; si nosotros no subimos el nivel puede pasar lo de hoy. Tampoco hay que pasarse y decir que ha sido todo malo. Podemos jugar mejor, sí, debemos jugar mejor, sí. Vamos a mejorar las cosas, lo que nos gustaría a todos es hacer cinco, seis, siete partidos [redondos] seguidos. Estamos a tiempo”, analizó Zidane después de la victoria por 3-2.
La consiguió el Madrid en el minuto 75 después de que Luis Hernández derribara a Modric en el área y el colegiado pitara penalti. Lo tiró Cristiano. El portugués no vive ajeno al tembleque del equipo y Roberto, con una gran estirada, desvió el lanzamiento. No falló el portugués en el rechace. Suspiró, se llevó las manos a la camiseta en la celebración, y sopló con las palmas hacia arriba. Al final del partido, al primero que buscó fue al portero del Málaga. Estuvieron charlando un rato en el punto de penalti. Cristiano se metió en los vestuarios después de saludar a su madre, novia e hijo mayor en el palco del Bernabéu.
El Madrid siempre salta al campo con una doble presión, la de la diferencia de diez puntos con el Barcelona, que no les permite cometer más tropiezos, y la de los recuerdos recientes [leáse Valencia, Levante y Betis]. Así lo aseguró Carvajal en los micrófonos de beIN: “En la primera parte creo que fuimos superiores, la segunda fue algo más atropellada. Los goles de ellos son fallos nuestros al intentar sacar el balón desde atrás y son situaciones que hay que corregir. Al empatarnos recordamos viejas experiencias de esta temporada...”, dijo el lateral que desde que volvió de la pericarditis ha enlazado tres partidos seguidos como si nunca hubiese estado parado.
Zidane se refirió a esas pérdidas de balón como “situaciones poco habituales”. De la primera, una mala entrega de Kroos en el área del Madrid, salió el gol del empate a uno del Málaga. De un par de Modric, salieron un par de contras del equipo de Míchel. A eso hay que añadir el fallo de Kiko Casilla en el tanto del Chory, el del momentáneo empate a dos.
“Hay jugadores que nunca fallan pases y que ahora sí los están fallando. ¿Se debe a una falta de confianza porque saben que el Barcelona está a diez puntos? ¿A un mal momento puntual? ¿A la barriga llena de títulos”, le preguntaron a Zidane. “Para mí es la primera vez que nos pasa esto… Hay minutos donde perdimos uno, dos, tres balones seguidos. Tenemos que seguir con el trabajo, yo el primero, e intentar que eso pase menos”, contestó. Defendió a sus jugadores, pero no es ni mucho menos la primera vez que se ven malas entregas de Marcelo, Modric o Kroos. Sin ir más lejos, en el derbi del Wanda, Varane y Marcelo dejaron a Correa solo delante del portero.
“Eran importantes los tres puntos; mañana a ver el partido [de Mestalla entre Valencia y Barcelona]”, dijo el técnico francés, al que preguntaron cómo se explicaba que su equipo, después de empezar tan bien el encuentro, entrara en ese carrusel de nervios. “Ha habido muchas pérdidas de balón en lo que mejor sabemos hacer porque la posesión es nuestra arma. La segunda parte ha sido un poco difícil. Estamos contentos con el resultado, el equipo ha demostrado carácter. Por lo demás han pasado cosas poco habituales”, concluyó.
Protesta de la grada de animación contra los árbitros
Arrancó el partido con la grada joven —la grada de animación colocada en el fondo sur— repleta de cartulinas rojas. “Corrupción, en la federación”, empezaron a cantar con las cartulinas levantadas. Con intención de protestar por unos arbitrajes que creen están perjudicando al Madrid —ayer al equipo blanco le pitaron el primer penalti en lo que va de temporada—, esa parte de la hinchada manifestó su malestar durante los primeros cuatro minutos de partido.
“Arminio vete ya, Arminio vete ya”, prosiguieron. Se referían a Sánchez Arminio, el presidente del comité de árbitros. Por último, arrancaron con un “hasta los huevos, estamos hasta los huevos”. Las cartulinas rojas volvieron a aparecer mediada la primera parte acompañadas por los mismos cánticos.
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