España impone su orgullo ante Eslovenia
La selección de Scariolo, liderada por Quino Colom (25 puntos) y Sergi Vidal (6 de 7 en triples), supera a la campeona de Europa (92-84) acreditando la profundidad de su repertorio
Orgullosos, intensos y aplicados, los 12 jugadores reclutados por Sergio Scariolo para salvar el primer trance de las ventanas FIBA se batieron el cobre ante la campeona de Europa y lograron su segunda victoria en tres días con menos de una semana de ensamblaje. España rindió a Eslovenia (92-84) con el manejo de Quino Colom, la veteranía de Sergi Vidal, el brío de Oriol Paulí y Sebas Sáiz y el coraje y la voracidad de todos. La herencia de competitividad y talento de la selección española ha calado en muchos estratos. La marca España tiene furia más allá de la NBA y la Euroliga.
Se presentaba Eslovenia en Burgos con siete integrantes de la plantilla campeona de Europa (Vidmar, Prepelic, Blazic, Cancar, Zagorac, Dimec y Rebec). Faltaban los comandantes del título continental (Goran Dragic, Doncic y Randolph —ademas de Muric y Nikolic—), pero estaba el resto del ejército. Siete jugadores de los que arrollaron a la España de siempre en la semifinal del torneo en Estambul (72-92) en uno de los mayores zarandeos sufridos por la mejor generación del baloncesto español. Un núcleo sólido y ganador, dirigido ahora por Radovan Trifunovic en lugar de Igor Kokoskov (asistente en los Utah Jazz), con el que los eslovenos superaron sin apuros a Bielorrusia en la primera jornada de la clasificación, con 20 puntos de Cancar y nueve rebotes de Vidmar. Una auténtica reválida para la nueva España, solvente ante Montenegro, pero con un cortísimo bagaje de rodaje conjunto. Lo suplieron con abnegada aplicación.
Como en Podgorica, la selección española armó su plan desde la defensa para apuntalar la inevitable inestabilidad; con Jaime Fernández poniendo los grilletes a Prepelic, Vicedo convirtiéndose en la sombra de Cancar y Fran Vázquez librando un cuerpo a cuerpo de gladiadores con Vidmar. Todo marchaba según los cálculos de Scariolo, con Colom dirigiendo y anotando a buen ritmo (10 puntos y dos asistencias en los primeros siete minutos), hasta que un escalofrío recorrió el Coliseum burgalés. En una brega con Vidmar, Fran Vázquez se dobló el tobillo izquierdo y tuvo que marcharse al banquillo en busca de asistencia. Eslovenia aprovechó la circunstancia y se reenganchó con fuerza al partido. En un santiamén se pasó del 14-8 al 18-20. Se agigantó Vidmar ante Sebas Sáiz, se acható el ataque español, y se desató la rotación visitante.
Oliver recogió la batuta de Colom y Vidal aplicó su baqueteado catálogo para salir del atolladero. Ocho puntos consecutivos del capitán del Joventut rearmaron a España a pesar del inabarcable martilleo de Vidmar. Superado el trance regresaron Colom y Fran Vázquez mediado el segundo cuarto y los de Scariolo recuperaron el tempo y el mando (33-29, m. 17). Prepelic entró en ebullición para contener la embestida local, pero nadie le acompañó en la intendencia. El escolta esloveno, pretendido por el Madrid tras su vibrante Eurobasket, descosió a la defensa española con 11 puntos en el segundo acto, pero su influencia individualista no atajó el optimismo gremial de los de Scariolo (44-38, m. 20).
En las gradas, 7.500 aficionados crearon un ambiente de partido grande, pero el tirón de las ventanas FIBA no alcanzó los datos de asistencia del San Pablo Burgos-Real Madrid de Liga (9.200 espectadores). El factor cancha tomó importancia conforme pasaban los minutos y se instauraba el equilibrio. Colom manejaba con maestría el libro de instrucciones del partido pero, con el protagonismo episódico de Cancar, Eslovenia mantuvo el pulso. No encontraba España el antídoto contra Vidmar y se defendía con la hiperactividad del base del Unics Kazan. Sumaba y sumaba Colom, pero Cancar (11 puntos en el tercer cuarto) compensaba su producción rumbo a un desenlace muy parejo.
Volvió a subir entonces el voltaje de la defensa española y volvió Vidal (6 de 7 en triples) para liderar otro estirón de los de Scariolo (67-61, m. 28). Había caído lesionado en combate Rabaseda pero, en un pique con Llovet, Blazic se cargó con la cuarta falta y se sumó a la cargada lista de personales de Eslovenia. Los visitantes elevaron el listón de las escaramuzas, pero salieron escaldados recibiendo una técnica a su banquillo y espoleando a España hasta su máxima ventaja tras un par de canastas de bravura de Sebas Sáiz (73-65, m. 30). No paró la Roja que, abrazada a un febril Oriol Paulí, rompió el marcador definitivamente con un parcial de 9-0 en el inicio del último acto (82-65, m. 33). La marca España tiene profundidad y recorrido.
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