Una demanda de ataque para Simeone

Es habitual, cuando un equipo somatiza un estancamiento en la idea de juego, que los futbolistas enfoquen el hallazgo de respuestas y soluciones en el entrenador. Esa búsqueda del amparo de un vestuario en el libreto de su técnico se agudiza sobremanera en los equipos a los que es complicado desligar sus éxitos del inquilino del banquillo. Desde hace tiempo, los jugadores del Atlético de Madrid perciben que el equipo necesita un mayor repertorio ofensivo para tramitar los partidos. El vestuario tampoco es ajeno a las críticas externas que describen a un conjunto espeso con la pelota y demasiado previsible en ataque.

En medio de la secuencia de empates —en especial los dos cosechados ante el Qarabag—, de la falta de gol y de fútbol, una parte importante del plantel ha sentido la necesidad de comunicarle a su entrenador que el equipo necesitaba trabajar más las jugadas de ataque para generar un caudal ofensivo mayor y más variado. También le han insistido al entrenador en la necesidad de recuperar la sorpresa en las jugadas de estrategia que fueron un arma definitiva en muchos partidos. En este sentido, en los últimos encuentros del Atlético, se han visto algunos movimientos nuevos en los saques de esquina y se han recuperado otros que estaban en desuso en los libres directos frontales y cercanos al área.

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Simeone no va a cambiar su patrón de entrenamientos, basado más en el dominio de los espacios, pero en estas dos semanas de parón liguero parte de los entrenamientos diseñados han estado encaminados a mejorar el juego ofensivo del equipo.

El déficit del juego ofensivo rojiblanco en lo que va de temporada no apunta solo a la problemática para desmontar a los entramados defensivos de los contrarios que le conceden el balón y el peso del partido. El problema también aflora en el montaje de los contragolpes cuando el equipo se repliega en su propio campo y espera al rival. Las críticas que el hermano de Griezmann tuiteó durante el último partido disputado en Riazor fueron muy significativas al respecto. “Avanzamos 40 metros, retrocedemos 80. Algo habitual, no lo comprendo. Antoine juega de 6. Tengo la impresión de revivir el mismo partido. Griezmann no puede crear una ocasión si no tiene el balón, lo tenía que decir”.

Jugadores multiusos

El volumen de jugadas de peligro creadas desde el juego a la contra ha decrecido sensiblemente en un equipo que presume de que esa es su arma más identitaria. Esto le ha impedido aumentar las ventajas que trató de defender en los partidos contra el Barcelona o el Villarreal. Tampoco han emergido esas oleadas de los jugadores de segunda línea en la que los goles de los centrocampistas suponían un porcentaje importante en la cuenta goleadora del equipo. Con Saúl, al que Simeone no acaba de liberar como llegador, solo Thomas ha logrado últimamente que esa faceta repunte. El volante ghanés se presenta en este derbi como el modelo de futbolista con el que Simeone pretende ganar la batalla del centro del campo. “Está levantando su ritmo de continuidad en el juego, saca muy bien el balón de atrás, llega muy bien a segunda línea y tiene una polifuncionalidad que nos da variantes para jugar de distintas maneras e ir cambiando incluso dentro del mismo partido”, explica Simeone.

La palabra polifuncionalidad la volvió a repetir Simeone. Insistió en el vocablo como si en él residiera la clave para superar al Madrid. En este tipo de partidos uno siempre busca futbolistas polifuncionales que nos den variantes para buscar cosas distintas”.