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Bakambu, el goleador que prefirió el Congo

El atacante del Villarreal, que pasó de jugar con Griezmann en las inferiores de Francia a liderar al país africano, amenaza al Atlético después de anotar seis goles en las tres últimas jornadas

Bakambu, en el último Villarreal-Las Palmas
Bakambu, en el último Villarreal-Las PalmasDomenech Castello (EFE)

Coincidiendo con la llegada al banquillo de Javier Calleja, Cedric Bakambu (26 años) ha desatado su poderío goleador. El cambio de sistema planteado por el relevo de Fran Escribà ha dado paso a una atractiva propuesta ofensiva que ha disparado el instinto goleador de este atacante de raíces congoleñas nacido en las inmediaciones de París. Tres tantos al Eibar, dos al Girona y uno a Las Palmas, más los dos que le endosó al Alavés en la cuarta jornada, le han aupado al segundo puesto de la tabla de goleadores (8) por detrás de Messi (11). La vertiginosa dupla de ataque que forma con Bacca amenaza hoy al Atlético (18.30, beINLaLiga) y el tributo a Godín, que se convertirá en el extranjero que más partidos ha disputado con la camiseta rojiblanca (314) superando al colombiano Perea.

La citada disposición táctica diseñada por Calleja, un rombo clásico en el centro del campo, con Rodri en el vértice bajo, Samu Castillejo y Manu Trigueros en los costados, y con Pablo Fornals en la mediapunta, ha potenciado sus virtudes. “Cédric es muy inteligente a la hora de realizar los desmarques, siempre está preparado para correr al espacio y sabe en qué momento arrancar porque nos conoce muy bien”, apunta Manu Trigueros. “Yo le digo que lo que tiene que hacer es correr, desmarcarse. Es veloz, potente y tiene una buena definición”, redunda Bruno Soriano. “Siempre da soluciones a los centrocampistas”, enfatiza Trigueros.

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Nacido en Vitry-sur-Seine e hijo de emigrantes congoleños, Bakambu se formó desde los 15 años en las categorías inferiores del Sochaux. En 2014, tras el descenso a Segunda del histórico club galo, se marchó a Turquía. Antes, en 2010, se había proclamó campeón de Europa sub-19 con la selección francesa al vencer a España. La delantera de aquella generación la formaban Griezmann, Lacazette y el propio Bakambu.

Su fichaje en 2015 fue una apuesta de la secretaría técnica del club castellonense que por entonces encabezaba Antonio Cordón. Lo pescaron por 7 millones de euros del Bursaspor turco. Antes de enrolarse en el Villarreal, Bakambu, olvidado por la selección absoluta bleu, escuchó la llamada de sus raíces y aceptó con gusto la convocatoria de la República del Congo, con la que jugó la pasada Copa de África y tendrá complicado clasificarse para el próximo Mundial de Rusia. “No había viajado a Congo antes de ser seleccionado. Pero no dudé. Se trataba dl país de mis padres y, en consecuencia, también el mío”, explicó por entonces.

Este verano, el Villarreal desestimó una oferta de 25 millones del West Ham por él. Bakambu prolongó su contrato hasta el 2022 con el consiguiente aumento salarial. “Cédric no se aprovechó de la situación, no solicitó nada. No quería irse porque entiende que no ha terminado su trabajo en el Villarreal”, ensalzan en la entidad castellonense. El PSG también se interesó por él ante una posible marcha de Cavani. “Hubo ofertas importantes, pero todos los clubes se encontraron con dos problemas: una es que el club no quería vender y, otra, que el jugador no quería marcharse”, reconoce José Manuel Llaneza, el vicepresidente amarillo.

En el vestuario, Bakambu es muy apreciado, al igual que para todos los que forman parte de la entidad castellonense. Destacan su humildad, alejada del divismo. “Parece que vive en un mundo paralelo, distraído. Es un trozo de pan, un tipo transparente, atento, noble, sin maldad. Y no hay manera de que combine colores en su vestimenta de calle”, opinan en el Villarreal. “Es un gran tipo y humilde, cualidades difíciles de encontrar en el fútbol", resalta Llaneza. “La primera vez que compartí habitación con Cédric comprobé que era una persona calmada y tranquila”, destaca Bruno. “Es muy buen chaval, ya conoce el idioma y eso hace que pueda socializarse más. Es muy buena gente”, considera Trigueros. “Está plenamente adaptado, conoce a la perfección a los compañeros y al club. Es fundamental para el Villarreal”, concluye Bruno.

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