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Saúl, los tatuajes de sus raíces en Elche

El volante del Atlético regresa a su ciudad para medirse a su primer club. En sus brazos lleva grabados la Dama de Elche, el palmeral y la iglesia de su barrio

Ladislao J. Moñino
Saúl celebra un gol en el último Atlético-Barelona.
Saúl celebra un gol en el último Atlético-Barelona. SERGIO PEREZ (REUTERS)

Los brazos y antebrazos de Saúl Ñíguez (Elche, 22 años) son una mezcla biográfica y de sentimientos localistas tintados bajo su piel. Junto a las fechas de su debut en Primera con el Rayo y el dorsal (22) que lucía o la fecha en la que por primera vez llevó el brazalete de capitán del Atlético, algunos de los tatuajes que luce describen a un chico muy identificado con sus raíces, a la que regresa hoy con el Atlético para disputar la ida de los dieciseisavos de final de la Copa (21.30, beIN).

Dos símbolos que forman parte del paisaje y el patrimonio cultural ilicitano decoran las extremidades superiores del volante rojiblanco y plasman ese apego a sus orígenes. Uno es la Dama de Elche, el misterioso busto íbero que data aproximadamente del siglo V antes de Cristo. El otro gran icono local que Saúl lleva tatuado es el palmeral, el más grande de Europa y nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Un referente más personal dibujado bajo su dermis es la iglesia de su barrio. “Mi hijo siente mucho la tierra, nunca ha querido olvidar el lugar del que proviene. Por eso se tatuó la mitad del escudo del Elche y del Atlético, para él y para nosotros este partido es muy especial. La gente en Elche tiene ganas de verle”, explica José Antonio Ñíguez, Boria, quefue un delantero centro fajador del Elche en los años ochenta. Él mismo ya protagonizó una eliminatoria copera contra el Atlético en 1987. “Nos eliminaron en los penaltis, al Atlético le entrenaba Menotti. No tengo un buen recuerdo porque fallé uno de los penaltis y en los últimos minutos tuve una ocasión clara que se fue al palo”, relata.

Saúl jugó en el Elche hasta alevines. Era un habitual en los entrenamientos del primer equipo para ver a su padre. A veces, se saltaba la valla del campo anexo al Martínez Valero con el objetivo de realizar disparos a los porteros que estaban ejercitándose. “Ya tenía ese carácter ganador, pero nadie se lo ha inculcado, es algo suyo. Era ambicioso, como él dice, para ser un líder no hace falta llevar el brazalete de capitán”, prosigue su progenitor.

En la cantera del club franjiverde recuerdan a un niño obsesionado con el juego y con ganar. “Mis tres hijos son apasionados del fútbol. Cuando eran pequeños y en verano nos íbamos de viaje se aburrían en los aeropuertos. La solución era abrir la maleta, liaban calcetines y hacían una pelota”.

Saúl, como sus hermanos, Johny (Ucam Murcia) y Aarón (Oviedo), es abonado del Elche y participa en las campañas de captación. Algún domingo se ha escapado para presenciar partidos en directo en el Martínez Valero. “Los tres han estado siempre muy implicados con la ciudad y con el club. Aaron, estuvo conmigo en las manifestaciones que organizamos cuando el club fue descendido por impagos. Saúl, siempre que puede viene. Además, en verano, organizan un campus para niños”, dice Nando, presidente de los veteranos del Elche. En la ciudad se recuerda mucho una visita por sorpresa, junto a sus dos hermanos, a un jugador juvenil que sufrió una parada cardiorrespiratoria o el partido benéfico que organizaron en beneficio de afectados por esclerosis múltiple.

Desde que se conoció el sorteo, el gancho de Saúl ha servido para que el club aspire a una entrada que roce los 15.000 espectadores. Su presencia es una fiesta para una hinchada que asiste desconsolada a los problemas judiciales y económicos que rodean a la dirigencia y a la entidad. Por el desgaste físico que acumula, a Simeone el cuerpo le pedía darle descanso y dejarle en Madrid. No jugará de inicio, pero el técnico no ha sido ajeno al valor sentimental que para su jugador supone este partido: “Para Saúl es especial por todo lo relacionado con su familia y con el Elche”.

Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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