Al Atlético se le atraganta el Elche

El Atlético de Madrid mostró sus dos caras en el empate en Elche (1-1) y no aseguró su eliminatoria de dieciseisavos de la Copa del Rey. Una primera parte bien jugada, con mucha profundidad y con ese punto estético que a veces se le demanda. Y una segunda donde se vio superado por su rival, un conjunto de Segunda B con mucha voluntad pero limitado en ataque.

Era el día para que jugadores no habituales y que están bajo sospecha en el cuadro rojiblanco se reivindicasen. Caso de Vietto, que buscó su gol sin descanso, aunque la fortuna le pasó de largo. El argentino tuvo un buen puñado de ocasiones. En algunas le frustró el palo o el portero, en otras lució falta de puntería. Caso también de Gaitán, que tras una buena primera parte desapareció en la segunda, como el equipo. El que más aprovechó la oportunidad fue Thomas, suyo fue el gol colchonero y su presencia en el medio del campo dio seguridad al Atlético. También sirvió el choque para que Augusto reapareciese y cogiese forma tras su tormento de lesiones.

Pudieron los de Simeone dejar la eliminatoria finiquitada antes del descanso. El Elche se veía desbordado por dentro y por fuera y bastante hacía con capear el temporal. Solo el desatino de Torres —que ayer igualó a Luis Aragonés con 368 partidos de rojiblanco— y Vietto daba emoción al partido y lo dejaba vivo.

Todo cambió con el cambio de campo. El Elche entendió que no tenía nada que perder y se lanzó arriba. El equipo alicantino llegó a acorralar a todo un Atlético y el empate llegó de penalti, obra de Lolo Pla al principio de la segunda mitad. Alguna ocasión más tuvieron para incordiar a Moyá porque el Atlético se replegó ante el empuje local. En el último tramo, los de Simeone se percataron de que jugaban contra un Segunda B y volvieron a estirarse para lograr un segundo gol que dejase el pase a octavos encarrilado. No llegó pese a las buenas oportunidades de Vietto y Torres y el Elche se marcha con ciertas esperanzas para la vuelta en el Wanda. La nota sentimental la puso la entrada al campo de Saúl, que volvía a casa.