El equipo surcoreano de La Mancha

A finales de junio aterrizaron en la localidad toledana de Illescas 20 futbolistas surcoreanos. Allí viven en dos enormes pisos, entrenan, reciben clases de castellano y se alimentan con comida española de lunes a viernes. Son el runrún en esta población fronteriza con Madrid que duplicó sus habitantes en los años más alegres del boom inmobiliario (26.000). El Ayuntamiento les ofreció una recepción oficial nada más llegar y ahora están a la espera de que el presidente autonómico, Emiliano García-Page, les reciba en la capital.

Ellos componen la plantilla de un peculiar club que acaba de debutar en la última división regional de Toledo y que está formado íntegramente por jugadores de Corea del Sur. Fueron elegidos en un casting celebrado el pasado diciembre en su país al que se presentaron unas 500 personas. Es el episodio más curioso del interés de Asia por el fútbol español.

El equipo se llama Qum F. C, que significa "sueño" en surcoreano, y su impulsor y presidente es Kim De Ho, un empresario de la periferia de Seúl que se instaló en Getafe hace tres años. A su lado tiene a Rubén Caño, el cerebro español del proyecto. "Nos conocimos en 2014. Él quería unir el fútbol de ambos países y me preguntó si podía ir allí unos días a evaluar el nivel en las universidades. Asistí a varios partidos y vi que había futbolistas con calidad para Tercera o Segunda B", explica este joven que ha trabajado en escuelas de formación y suele dar conferencias en Asia y América. "A mi vuelta, llegamos a la conclusión de que lo mejor era crear un equipo en España con jugadores traídos de Corea del Sur, así que a finales del año pasado hicimos el casting cerca de Seúl. Yo no conozco nada igual, es algo romántico".

La media de edad apenas supera los 20 años y, entre los seleccionados, hay uno que ha disputado la primera división de Tailandia, otro que ha jugado a nivel profesional en Filipinas y hasta un policía que ha colgado la pistola para probar suerte en Illescas. El club nace sin fecha de caducidad, afirman sus dirigentes, con la ambición de echar raíces. Los jugadores no cobran ningún sueldo, aunque sí tienen todos los gastos básicos cubiertos. De momento, esta temporada la completarán en el Qum y en junio, como en todos los vestuarios, habrá altas y bajas. Los fichajes volverán a salir de una prueba en Corea del Sur. "Creemos que se apuntará todavía más gente que el año pasado", indica Rubén Caño.

Los jugadores no cobran ningún sueldo, aunque sí tienen todos los gastos básicos cubiertos

De los primeros encuentros en España, lo que más le ha llamado la atención a Lim Do Hyun, extremo de 20 años, es "cómo usan las manos los rivales". "Juegan muy inteligentes, son más duros e intensos", apunta con la ayuda del traductor, Kim Byungsum, un joven que aprendió el español en Perú, donde fue profesor de gimnasia, aunque en su país también probó suerte como humorista. En el Qum son conscientes de que les esperan bastantes partidos ásperos en el crudo invierno de la última división toledana.

Muy tímidos, educados y complacientes, apenas se explayan en el día a día más allá del campo de fútbol. Cuenta Caño que una de sus primeras inmersiones en la vida de Illescas fueron las fiestas patronales, todo un choque cultural en mitad de la meseta. "No entendían que se suelte un toro por las calles ni que la gente salga por la noche sin límite de hora". A diferencia de muchos jóvenes españoles que juegan en categorías regionales, los excesos nocturnos no parecen una amenaza para la progresión de estos veinteañeros surcoreanos.

A Park Ju Yeol, otro extremo de 20 años, le gusta pasear entre los edificios del centro histórico de la localidad, tan distintos a los coreanos, pero aclara que en realidad a él "solo le interesa entrenar y estar concentrado" en lo que pasa en el césped. Los fines de semana, el presidente les da un respiro con las comidas españolas que les prepara una señora de lunes a viernes y él mismo les cocina platos de su país. Lim Do Hyun echa en falta, eso sí, que aún no les haya hecho la tradicional ensalada kimchi, una mezcla fermentada de col china, salsa de pescado, jengibre, ajo, azúcar o sésamo, entre otros ingredientes.

"Los futbolistas son muy disciplinados. En España no estamos tan acostumbrados a que te presten tanta atención", dice el entrenador

El Qum usa gratis las instalaciones deportivas municipales y el equipo de toda la vida de la población, el C. D. Illescas, lo ha convertido en su filial. La financiación, asegura Rubén Caño, la asume por completo el presidente con el apoyo de una constructora de Corea del Sur cuyo nombre aparece en las camisetas. El presupuesto es de 520.000 euros anuales. "El parlamentario y ex ministro de Administración Gubernamental y Autonomía Local, Dukwan Kim, le ha ayudado a conseguir patrocinadores. También quiere abrir una escuela de fútbol en Gimpo, su ciudad. Cuando llegó a España se dedicaba a la importación y exportación de productos asiáticos, pero ahora toda su ocupación es el fútbol", apunta este toledano al frente de la parcela deportiva.

Al ser una entidad debutante, ha empezado en la categoría más baja de la provincia, la Segunda Autonómica, aunque los objetivos del presidente no son nada modestos: "Llegar a Segunda B [el límite para un conjunto formado solo por extranjeros], clasificarnos para la Copa del Rey y que nos toque el Madrid".

Al entrenador, Pedro Velasco, canterano blanco e internacional en las categorías inferiores de España, le entra una risa evasiva cuando escucha al jefe. "Bueno, la meta de este año es subir. Sería hipócrita o de falsa modestia negarlo porque los chicos tienen nivel", admite. "Son muy disciplinados, eso sí que me choca. En España no estamos tan acostumbrados a que te presten tanta atención. Cuando doy una indicación, callan y escuchan".

El estreno, el pasado sábado en el campo de tierra del Borox, fue inmejorable. Vestidos de rojiblancos, al estilo de la selección croata, ganaron 0-3 con goles de Junehyung Kang, Somyeong Yun y Hyuncheol Go.