El Real Madrid, a remolque
Los blancos se han dejado en casa en tres jornadas más de la mitad de los puntos que el año pasado en 19
El Madrid ha jugado tres partidos en casa y todavía no ha conseguido ganar. A los dos empates contra Valencia y Levante se sumó el miércoles la derrota contra el Betis. Dos puntos de nueve que le dejan a siete del Barcelona. Los blancos, que a domicilio han hecho pleno de victorias, se han dejado siete puntos ya en el Bernabéu. Son más de la mitad (once) que los que se dejaron la temporada pasada en 19 jornadas.
Sólo en dos ocasiones el Madrid había empezado sin ganar los tres primeros partidos en casa. En la temporada 1969-70 (acabaron quintos) y en la temporada 1995-96 (acabaron sextos). El presidente Florentino Pérez bajó el miércoles por la noche al vestuario a animar a la plantilla y a invitarla a estar tranquila.
El equipo que hizo el doblete hace tan solo tres meses y medio, que levantó las dos Supercopas a mediados de agosto, juega en casa en un incomprensible estado de nervios. Como si fuera el mes de abril, a todo o nada, en vez del mes de septiembre con todo por disputarse. Los jugadores saben lo mucho que les costó ganar la Liga el año pasado (tuvieron que disputarla hasta la última jornada) y por eso también les entran las prisas.
Contra el Valencia remataron 28 veces y no fueron más allá del empate a dos, contra el Levante remataron 27 y se quedaron con un empate a uno y contra el Betis remataron 27 veces y una contra en el último minuto les puso KO. “Nos precipitamos un poco. Cuando es el tercer partido que juegas en casa y ves que no puedes marcar el primero, complica un poco la cosa”, explicó Zidane. Y eso que era la noche del regreso de Cristiano.
Prisa, ansiedad, precipitación. Son las palabras que utilizaron técnico y jugadores para definir lo vivido el miércoles contra el Betis. A la desorganización contribuyó también el técnico francés con los cambios. Segundos antes de que se lesionara Marcelo (en el minuto 70) Lucas Vázquez ya estaba listo para entrar. Y entró en lugar de un recambio más natural como Nacho. Casemiro se incrustó por entre los dos centrales y el Madrid jugó con defensa de tres. Modric se fue al banquillo para dejar el sitio a Borja Mayoral que, por cierto, saltó al campo sin que hubiese salido nadie. El equipo buscó el gol a lo loco atacando con cinco y dejando el centro del campo sin tejer. “Cuando se pierde se habla de ansiedad, cuando se gana de remontada… es un poco ventajista”, dijo Sergio Ramos el miércoles. También dijo que es un comienzo de liga alarmante, raro y jodido, pero que el libro no está acabado todavía.
Lo nuevo para este Madrid es que tiene que ir a remolque desde el principio. La temporada pasada también sufrió un bache entre septiembre y primeros de octubre con tres empates seguidos (Villarreal, Las Palmas, Eibar en las jornadas 5, 6 y 7). Y, sin embargo, no perdió el liderato. Encabezaba el Madrid la clasificación con 15 puntos junto al Atlético. Después de esos tres empates encadenó seis victorias seguidas hasta el clásico en el Camp Nou.
A ocho puntos estuvo el Madrid del Barcelona al final de la quinta jornada en la última temporada de José Mourinho (2012-13). El equipo se despidió de la Liga en diciembre y el vestuario se convirtió en un polvorín en el que el portugués fue perdiendo aliados. No es la misma situación que vive Zidane, ni las mismas circunstancias ni los mismos rivales. Pero el campeonato se le ha hecho cuesta arriba a un Madrid falto de puntería.
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