Ivanchuk-Aronián, gran duelo en cuartos de final
Los otros tres emparejamientos son Svídler-Vachier Lagrave, So-Fedoséiev y Rapport-Ding
Muchos aficionados se lamentan en las redes sociales de que el azar haya emparejado a dos estrellas muy populares en los cuartos de final de la Copa del Mundo de Tiflis (Georgia). El veterano Vasili Ivanchuk, de 48 años, el 2º de más edad de los 128 participantes iniciales, está en gran forma y puede ser un rival durísimo desde mañana para el 2º del mundo, el armenio Levón Aronián, de 34 años, para quien ser campeón o subcampeón de este torneo es el único camino que le permitiría disputar la Final de Candidatos en marzo en Berlín.
Aunque Alemania carece de un jugador con más de 2.725 puntos Elo (condición indispensable para recibir la invitación especial de la organización), lo más probable es que esa plaza comodín sea ocupada por un ruso, dado que los patrocinadores del Candidatos -los mismos que en el pasado Mundial de Nueva York- están asentados en Rusia, y además hay indicios sólidos de que son tapaderas del Gobierno de Vladímir Putin, quien ha dicho públicamente al menos dos veces que recuperar el título mundial de ajedrez es una prioridad para el deporte ruso. Y conviene recordar que Vladímir Krámnik es uno de los tres aspirantes, junto a los estadounidenses Fabiano Caruana y Wesley So, a ocupar las dos plazas adjudicadas a las mejores medias de Elo de las doce listas de 2017.
Queda claro, por tanto, que Aronián, vencedor en octavos del ruso Dánil Dúbov por 1,5-0,5, se juega mucho en esta Copa del Mundo, más allá del prestigio y del dinero. El ajedrez es en su país una pasión masiva, alentada en primer lugar por el presidente del Gobierno (y de la Federación Armenia de Ajedrez), Serzh Sargsián. El tremendo peso de la gloria nacional ha truncado hasta ahora la carrera de Aronián, cuyo tremendo talento, enorme experiencia y excelente preparación nadie cuestiona; pero su fortaleza psicológica suele desmoronarse durante los Torneos de Candidatos ante tanta presión patriótica. De modo que llegar a la final de esta Copa del Mundo -que da dos pasaportes para el Candidatos- es poco menos que una obligación moral para el armenio.
Pero Aronián sabe muy bien que Ivanchuk es un genio, y que no ha sido campeón del mundo porque su explosivo sistema nervioso lastró su genialidad en los años de mayor esplendor. Ahora, a los 48 años, el ucranio juega más desinhibido, alterna los torneos de ajedrez con los de damas, ha demostrado que está en buena forma (acaba de eliminar al holandés Anish Giri por 1,5-0,5) y es muy peligroso en un duelo a sólo dos partidas. Su triunfo sería una sorpresa… pero relativa.
En realidad, ningún resultado en los otros tres duelos sería muy sorprendente, aunque es cierto que So, el francés Vachier-Lagrave y el chino Liren Ding deberían imponerse, en teoría, al peligroso joven ruso Vladímir Fedoséiev, al pentacampeón ruso Péter Svídler y al electrizante húngaro Richard Rapport, respectivamente. Como se esperaba, Vachier-Lagrave tuvo que sudar sangre para eliminar a otro ruso temible, Alexánder Grischuk, en la segunda tanda del desempate rápido.
De los tres grandes favoritos teóricos -Aronián, Vachier Lagrave y So-, el armenio es el único que necesita llegar imperiosamente a la final para mantener sus aspiraciones de retar a Magnus Carlsen en noviembre de 2018. El estadounidense puede lograr el billete a Berlín por su media Elo, y el francés si termina entre los dos primeros de la última prueba del Gran Premio de la FIDE, que se disputará en Palma de Mallorca del 15 al 26 de noviembre. Encontrarse con el genial Ivanchuk en buena forma no será precisamente un plato de gusto para Aronián.
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