Messi se hace imprescindible en lo sencillo
A la espera de los fichajes, aumenta en el Barça la dependencia del argentino
Aunque sigue sin renovar, o por lo menos todavía no se ha hecho la foto con el presidente Bartomeu para sellar su continuidad, Messi viaja esta semana a Argentina con el trabajo hecho en el Barça. El 10 ha sido decisivo en los dos partidos de Liga que no parecían tener una solución fácil para el equipo de Valverde. A la espera del derbi, la dependencia de Messi ha aumentado porque empequeñeció el Barcelona.
Ningún proyecto ha tenido viabilidad sin un pacto previo del entrenador con Messi. Ocurrió con Guardiola, decisivo cuando colocó al argentino en la posición de falso 9 en vigilias de un clásico en Madrid, y pasó con Luis Enrique, que se avino a respetar el liderazgo del rosarino después de sentarle en el banquillo de Anoeta. Ahora falta saber cuándo se producirá el encuentro Messi-Valverde si no se ha producido ya.
También ha cumplido el técnico, especialmente intervencionista en la alineación y en el dibujo, buen optimizador de recursos, ocupado en faenas de bricolaje, mientras espera también como Messi que la junta de Bartomeu complete de una vez la plantilla, tanto por lo que se refiere a las altas como a las bajas. La sensación ahora mismo es que al Barça le sobran muchos jugadores y le falta alguna figura.
“Es lo que hay”, vino a decir Valverde. “Esperamos tener un equipo mejor, más competitivo”. El que viene jugando difícilmente podría salir airoso en los partidos más exigentes de la Liga y la Champions. Al Barcelona todo le cuesta mucho últimamente, también meter goles, después que se haya deshecho el tridente y haya perdido profundidad y contundencia en las áreas.
A diferencia de Luis Enrique, Valverde prefiere tener un mayor control de partido, jugar menos al contragolpe y perseverar en la presión alta, circunstancia que acerca más a Messi a la portería rival; hasta ahora el argentino ha tenido que hacer de Messi y de Luis Suárez y Neymar. El brasileño ya tiene sustituto en Dembélé y el uruguayo reaparecerá el 9 de septiembre contra el Espanyol.
Mala política deportiva
La llegada de Dembélé aumentará el potencial ofensivo del Barça. Al equipo, sin embargo, no le alcanza solo con la incorporación del extremo porque ya necesitaba refuerzos cuando tenía a Neymar. El reto continúa siendo incorporar a titulares, o jugadores que compitan para un puesto en la alineación, después que la política de fichajes fracasara en la última temporada y media, tiempo en el que solo se ha asentado Umtiti.
Adquiridos Semedo, Deulofeu, Paulinho y Dembélé, la directiva ha intensificado las negociaciones con el Liverpool para conseguir a Coutinho. La posible llegada del brasileño ya ha provocado muchas cábalas sobre la formación que podría disponer Valverde. Hay quien apuesta por un doble pivote para poder dar cabida a Coutinho, Dembéle, Messi y Luis Suárez. El punto neurálgico, en cualquier caso, será de nuevo la posición de Messi y la idea que Valverde tenga del juego, hoy menos artístico y desequilibrante, más convencional. El Barça perdió grandeza pero conserva al mejor del mundo, Messi, hoy imprescindible incluso para lo sencillo.
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