Simeone gestiona su segunda revolución

Del desastre del Atlético en la primera parte en Girona a la exhibición en Las Palmas hay una lectura plagada de aristas. La renovación ejecutada en el once por Simeone (Vrsaljko, Godín, este volvió tras cumplir sanción, Giménez, Thomas, Correa y Vietto) se anticipó en una jornada a la iniciada el curso anterior tras empatar con los recién ascendidos Alavés y Leganés. En Las Palmas desaparecieron del equipo titular Juanfran, Savic, Gabi, Torres y el sancionado Griezmann. Llamó mucho la atención la edad media de edad del equipo (24, 4 años), pero más aún la decisión con la que entró al campo.

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En Montilivi, la salida fue indigna de un aspirante al título. No hubo intención alguna de imponerse y amedrentar a un conjunto que era novato en la categoría. Los discursos de Diego Pablo Simeone y de los jugadores tras la tunda a Las Palmas confirman que ese inicio especulador en Girona ha sido un asunto central durante la semana. En el estadio de Gran Canaria, el Atlético sí irrumpió mandón desde el primer minuto. “Ha sido un gran partido de todo el equipo desde el inicio, la semana pasada nos sirvió para aprender que no debemos esperar en función del rival y tenemos que salir a jugar como sabemos nosotros, a por ellos con intensidad, con ganas y creo que lo hemos hecho”, resaltó Koke. “El partido fue muy bueno. En el arranque tuvimos ambición, entusiasmo y energía”, abundó Simeone. "Salimos fuertes y con intensidad”, apuntó Thomas. “Sabíamos que teníamos que arrancar fuerte desde el principio y hemos hecho un gran esfuerzo porque si le dejábamos a ellos manejar el balón lo hacen muy bien”, añadió Correa.

Esa alineación renovadora de Simeone no va a ser definitiva a lo largo de la temporada, pero sí puede ser muy significativa. Gabi será intocable en los partidos de altura y rompe y rasga, y Filipe Luis y Griezmann son incuestionables. En Las Palmas, el trío Koke, Saúl y Thomas, más Carrasco, Vietto y Correa dieron ese paso adelante que su técnico ya les reclamó la temporada pasada a algunos de ellos. Lucas, Vrsaljko y Giménez también estuvieron a la altura.

En el relato del juego también hubo un giro muy resaltable de una semana a otra. En Girona, en ese nefasto primer tiempo, además de esperar al rival en campo propio, la distancia entrelíneas cuando el equipo trataba de jugar el balón fue alarmante. El Girona presionaba arriba y el jugador del Atlético que tenía la pelota tenía a su compañero más cercano a 20 metros. No se entendió que con esa disposición para jugar en largo, con los centrocampistas dispuestos para la segunda jugada, el Atlético no recurriera más al juego directo. Quiso salir jugando sin estar situado en el campo para ello.

Lo sucedido en Girona y en Las Palmas coloca a Simeone en la tesitura de gestionar de nuevo un sorpasso, que el curso anterior se quedó a medias. Y tanto en el segundo tiempo de la reacción en Girona como lo visto en Las Palmas hay tics que tienen que ver con el juego y que afectan a esa gestión. Koke tiene más peso con la pelota sin Gabi cerca, la dupla Giménez-Godín tiene un punto racial que conecta más con las señas de identidad del equipo y Correa y Carrasco, envalentonados para intentarlo todo más allá de si les sale bien o mal, le dan un punto de desequilibrio e improvisación al equipo que puede ser definitivo.