El VAR encalla en España
El conflicto entre Liga y Federación dificulta la llegada del videoarbitraje mientras los primeros errores reavivan el debate
Los lunes tras jornada liguera siempre sirvieron para quejarse de los agravios arbitrales sufridos. Los debates giraban en torno a si tal penalti fue o no, si el delantero en fuera de juego posicional participaba en la acción, si el colegiado se pasó de riguroso por ese codo que volaba en un salto… Cada cual daba sus motivos y se cargaba de razón como consideraba. En España, a partir de ahora, habrá que acostumbrarse a una coletilla que acompañará las quejas: “Si tuviésemos el VAR…”.
La sentencia anterior no se escuchará en Italia, ni Francia, ni Portugal, ni Holanda, ni Alemania. Las Ligas de estos países decidieron implantar el ya famoso VAR (sistema de videoarbitraje, en sus siglas en inglés). En el otro gran campeonato europeo, la Premier inglesa, tampoco existe esta tecnología, pero desde la temporada 2013-14 se utiliza un sistema de ojo de halcón similar al del tenis para evitar los goles fantasmas: los tantos que se conceden cuando el balón no ha entrado o los que no se conceden pese a que el cuero traspasó la línea.
En España el arbitraje sigue como siempre, con la vista del colegiado y sus asistentes como únicos jueces. El conflicto eterno entre LaLiga y la Federación hace encallar cualquier avance y ni siquiera están previstas algunas pruebas en la Copa del Rey de este año como se especuló en su momento. LaLiga descarta el parche del ojo de halcón ya que considera que el precio del modelo homologado por la FIFA (cinco millones de euros) es excesivo y contribuye a la corrupción en el fútbol.
Desde el organismo que preside Javier Tebas aseguran que han solicitado a la Federación hasta 10 veces la implantación del VAR con uno de los cuatro o cinco programas factibles para el campeonato, la última vez fue ayer, pero que nunca han obtenido respuesta. LaLiga también recuerda que sin la aprobación de la Federación no hay nada que hacer, ya que son los árbitros quienes deben manejar la asistencia tecnológica y es un estamento dependiente de la Federación.
La situación guerracivilista del fútbol español no ayuda a avanzar, pero el balón ya corre por los campos y, por supuesto, la polémica no quiso hacerse esperar. Ya en la primera jornada de Liga se vieron varios de esos casos controvertidos que hacen exclamar “con el VAR...”. En el Sevilla-Espanyol del sábado, el árbitro Hernández Hernández concedió un gol de Lenglet muy dudoso, pareció que el balón no entró. El domingo, en el Athletic-Getafe un cabezazo de Bergara fue detenido por Kepa, pese a que el esférico parece que entró, el árbitro no concedió el tanto.
Esas dos acciones, tremendamente difíciles de ver para el ojo humano, incluso para los comentaristas que ven la acción repetida, ampliada y congelada, se hubiesen solventado con un ojo de halcón. “Con el VAR nos hubiéramos vuelto con la victoria de San Mamés”, exclamó ayer Faycal Fajr, del Getafe. “Estamos tardando en poner la tecnología”, dijo Quique Flores, entrenador del Espanyol. Esta jornada les tocó a ellos, pero la alusión al VAR se convertirá en tendencia este curso por su ausencia.
Buffon: “Demos la bienvenida a la tecnología sin miedo”
Gianluigi Buffon se convirtió el pasado sábado en el primer portero que paraba un penalti señalado por el VAR en la Liga italiana. El defensa de la Juventus Alex Sandro pisó al delantero del Cagliari Duje Cop en la típica acción rápida que el árbitro no puede ver fácilmente. El juego siguió unos segundos hasta que el colegiado fue advertido e hizo el, a partir de ahora, tan temido gesto de la pantalla. Tras escuchar a sus ayudantes por el pinganillo, señaló el punto de penalti. Se inauguraba una nueva era en Italia.
En el desconcierto general del Juventus Stadium no cayó Buffon, que se agigantó y detuvo el disparo. “Demos la bienvenida a la tecnología sin miedo”, escribió el meta en las redes sociales. “Es un proceso irreversible”, confirmó el exárbitro italiano Roberto Rosetti, ahora responsable del VAR en el calcio. Rosetti reconoce que el sistema debe mejorar, como en el partido entre el Bolonia y el Torino, cuando un problema técnico no permitió la comunicación entre el colegiado y su ayudante en la pantalla y se anuló un gol legal al equipo visitante. “Se intervino en seis de los diez partidos y ayudó para corregir un error en dos ocasiones”, apuntó Rosetti.
No solo en Italia, en Alemania también estrenaron la asistencia tecnológica, que ayudó en el caso del árbitro del Bayern-Leverkusen —“vi por el rabillo del ojo que agarraban a Lewandowski, pero no estaba seguro. El videoasistente me lo confirmó enseguida”— y se estropeó en Colonia, donde por problemas técnicos no pudo servir de ayuda en el fuera de juego. Con sus luces y sus sombras, esta temporada servirá para que el VAR se ruede ante su gran prueba de fuego, el Mundial de Rusia del próximo verano.
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