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Miller y Felix se hunden en el 400m para gloria de Francis y Naser

Un noruego gana el 400m vallas ante el cubano-turco Copello y grita como si posara para un cuadro

Carlos Arribas
Francis, por delante de Miller, a su derecha, Felix y Naser.
Francis, por delante de Miller, a su derecha, Felix y Naser.David J. Phillip (AP)

La noche que la lluvia convirtió en un escenario épico vio a un chaval noruego, Karsten Warholm, ganar los 400m vallas (48,35s) ante el cubano-turco Yasmani Copello (48,49s) y gritar en deleite e incredulidad ante su hazaña inesperada como el anónimo que gritó con horror ante el mundo para su pintor Edvald Munch. “Con el frío y la lluvia estaba como en casa”, dijo Warholm, de 21 años. No fue el suyo prodigio suficiente para satisfacer el apetito por lo extraordinario que había abierto un par de horas antes el mítico Isaac Makwala. Faltaba la final de los 400m femeninos, el reino de la tranquila y comedida Allyson Felix en disputa con la volcánica de largas piernas Shaunae Miller.

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El último enfrentamiento entre la atleta de Bahamas y la hija del pastor de Santa Clarita (California) había terminado de una manera tan inusual (fue aquella final de Río en la que Miller derrotó a Felix lanzándose en plancha a la línea final) que parecía insuperable. Pero, si algo enseña Londres 17 sin parar es que no hay que dar nada por establecido. Después de casi 350 metros de carrera, Miller se acercaba feliz y destacada a la meta y hasta se recreaba mirando su correr armónico y hermoso, su gran zancada ligera, en la pantalla gigante. Y en esas, como que le dio un algo que le hizo, repentinamente, perder la coordinación y el paso. Corrió unos metros más como borracha y se recuperó un poco, pero para entonces ya le habían adelantado tres. Una de ellas fue Felix, la más lenta de todas en su peor carrera, la que le dio, porque la fe nunca la pierde en hechos maravillosos, un bronce, una medalla más para su colección mundial, que ya llega a 14. Las otras dos fueron la ganadora, la norteamericana sólida Phylis Francis (49,92s, su mejor marca), a la que le cayó el oro, y la juvenil (19 años) atleta de Bahréin Salwa Eid Naser (50,06s, la tercera vez que batía su récord nacional en otras tantas carreras), quien ya en semifinales había avisado al derrotar a Felix. Naser, hija de una atleta nigeriana casada con un bahreiní, se proclamó campeona del mundo juvenil en Cali en 2015 corriendo con un hijab, que en Londres ha sustituido con un corte de pelo recto coronado con una capa de teñido platino. Nike había preparado para todas las atletas de Bahrein un hijab deportivo, pero ninguna lo solicitó para usarlo.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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