El Arsenal gana la Supercopa inglesa tras superar al Chelsea en el nuevo formato de las tandas de penaltis
Los "gunners" pese a notables ausencias en su alineación brindan a Arsène Wenger su decimoséptimo título en casi 21 años
El Arsenal se llevó la Community Shield, la Supercopa inglesa, al superar al Chelsea en la novedosa tanda de penaltis con el sistema ABBA que se inspira en los servicios del tie break del tenis. Un formato ya testado en algunas competiciones y que la federación inglesa decidió instaurar a modo de probatura para resolver un empate que finalmente se produjo. El Chelsea abrió con un lanzamiento que fue gol, el Arsenal debió lanzar entonces dos de forma consecutiva, que también embocó, y en el turno siguiente Courtois, que ejerció como lanzador, y Morata fallaron sus intentos. Los gunners no desperdiciaron la oportunidad y Oxlade-Chamberlain y Giroud pasaportaron la decimoquinta Supercopa para el Arsenal, el entorchado número 17 de Arsène Wenger en los casi 21 años que lleva en el Arsenal. Tres veces ganó la liga, en siete ocasiones la Copa y este domingo llegó a a su séptima Supercopa. Jamás ha ganado un título a nivel internacional.
Ficha técnica
Chelsea: Courtois; Azpilicueta, David Luiz, Cahill; Moses, Kanté, Fàbregas, Marcos Alonso (Rüdiger, m. 79); Pedro, Batshuayi (Morata, m. 74) y Willian (Musonda, m. 82). No utilizados: Caballero, Scott, Christensen y Boga.
Arsenal: Cech; Bellerín, Holding, Mertesacker (Kolasinac, m. 30), Monreal; Elneny, Xhaka; Oxlade-Chamberlain, Welbeck (Nelson, m. 87), Iwobi (Walcott, m. 67); y Lacazette (Giroud, m. 67). No utilizados: Ospina, Willock y Maitland-Niles.
Árbitro: Bobby Madley. Amonestó a Azpilicueta, Marcos Alonso, Willian y Bellerín
Goles: 1-0. m. 46. Moses; 1-1. m. 82, Kolasinac. En la tanda de penaltis: Cahill (gol. 1-0), Walcott (gol. 1-1), Monreal (gol. 1-2), Courtois (fallo, 1-2), Morata (fallo, 1-2), Oxlade-Chamberlain (gol, 1-3) y Giroud (gol, 1-4)
Wembley. 83.325 espectadores
Al partido le faltaron varios puntos de talento, el que se guardaron en la grada Hazard y Özil, que por diferentes motivos no contaron para sus entrenadores. El belga del Chelsea hace dos meses que se fracturó el tobillo derecho y apura su puesta a punto; el alemán del Arsenal sufre molestias más leves, pero también se apunta sobre una posible salida del club londinense, que podría tratar de hacer caja a la vista de que si no firma una renovación en los próximos meses quedaría libre al acabar la temporada. Sin magia el partido derivó hacia el esfuerzo y el tacticismo, pero también transitó desde el aburrimiento hacia la excitación. El carácter sanguíneo del partido lo abanderó sobre todo el Arsenal, que se rebeló contra sus limitaciones porque no solo echó de menos a Özil sino que no dispuso de Koscielny y Mustafi, su pareja titular de centrales, tampoco de Ramsey o Cazorla, largo tiempo ya lesionado, de Lucas Pérez, en la rampa de salida del club, ni tampoco de Alexis Sánchez, que regresó a los entrenamientos el lunes pasado tras competir con su selección en la Copa Confederaciones. Por el camino también se quedó Wenger sin Mertesacker, damnificado tras un soberano codazo de Cahill en la ceja derecha a la media hora de partido. Debió entonces de cambiar de módulo táctico el preparador alsaciano para desmontar la zaga de tres centrales con la pretendía ejercer de espejo del Chelsea.
Pero el Arsenal no dejó de sobreponerse a todos los obstáculos que le planteó el partido. Partió ambicioso porque no dudó en acudir a buscar a su rival a campo contrario. Y pronto se evidenció que el fútbol ahora se sustancia en gran medida a partir de todo aquello que ocurre en los instantes siguientes a que el balón cambie de dueño. Las transiciones definieron la primera parte del partido porque las ocasiones de gol brotaron al contragolpe y no tras ofensivas combinativas, casi siempre trabadas. Lacazette pudo marcar para los gunners tras conducir una de esas respuestas rápidas, pero su disparo tras apoyarse en Wellbeck, se fue al palo. Pedro probó la perpetua solidez de Cech tras otro galope.
El Chelsea no admite fruslerías. Se trata de un equipo trabajado como pocos, pero que racanea brillos. En la primera parte pareció jugar con el freno de mano, no deja de estar en una fase de activación; en la segunda salió como un avión, marcó en el primer minuto y a partir de ahí quiso gestionar el botín. Parecía que le iba a dar el triunfo un gol de Moses, que hubiese protagonizado una bella reivindicación. Él fue uno de los protagonistas del cambio del equipo que le llevó al título en la última Premier League, un viejo extremo diestro se adaptó con singular éxito a su nuevo rol de carrilero, pero su expulsión en la última final de Copa a finales del pasado mes de mayo fue decisiva para que el Arsenal alzase ese último título. Moses anotó en una acción que delató su pasado cerca de las áreas rivales porque supo moverse para encontrar espacio y pelota tras una segunda acción después de un saque de esquina. Ahí quiso acabar el partido el Chelsea, pero el Arsenal no había dicho su última palabra.
Wenger maniobró. Le dio más peso al equipo con Giroud, más referencial que Lacazzette en la punta ante una zaga cerrada. Y encerró en su campo a un Chelsea que seguramente tampoco estaba tan disgustado con ese sometimiento, apostado a la contra. No tuvo una excesiva producción atacante el Arsenal, pero sí la suficiente para intimidad a su oponente, un centro chut de Elneny que obligó a Courtois, un fenomenal trallazo de Xhaka desde más de treinta metros ante el que volvió a responder el meta belga y, en fin, un remate de Kolasinac, un fortísimo lateral zurdo incorporado desde el Schalke 04, que se fue a la red para empatar el partido.
El Arsenal empató al botar la falta que le había costado una justa expulsión a Pedro, que clavó los tacos de una de sus botas en un tobillo de Elneny. Con diez minutos por delante el partido entró en una fase electrizante, en un ir y venir del que pudo sacar rédito el Chelsea cuando en el descuento un testarazo de Morata se fue cerca del palo derecho de la meta de Cech. Con el partido en la retina esa resolución no hubiera sido del todo justa, lo fue más que el Arsenal se llevase el trofeo en la tanda de penaltis.
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