Marc Márquez, octava ‘pole’ consecutiva en el GP Sachsenring tras un toque con Viñales

Marc Márquez, ese piloto que según comentó en tono jocoso Valentino Rossi lleva 36 años ganando el gran premio de Alemania, volvió a llevarse la pole este sábado en el circuito de Sachsenring. Lo consiguió después de un duelo con Petrucci, rapidísmo sobre el asfalto mojado. Y van ocho. Todas las veces anteriores el piloto de Honda consiguió la victoria, también, saliendo desde esa privilegiada primera posición de la parrilla.

El campeón del mundo logró mejorar sus tiempos tras un encontronazo en la pista con Maverick Viñales. El de Yamaha le adelantó en plena sesión, cuando faltaban siete minutos para el final: fue un movimiento ajustado pero limpio, que instantes después recibió respuesta por parte de su rival: Márquez le devolvió el adelantamiento y esta vez sí se tocaron. Hubo reproches en pista, mediante gestos. Y cada uno siguió con su trabajo. Hasta que, finalizada la clasificación, con Viñales con el 11º tiempo, muy lejos del rendimiento que se le presupone, se volvieron a encontrar en el circuito. Ambos practicaban la maniobra de la salida. Al terminar, el de Roses llamó la atención del campeón del mundo y aquel pareció responderle que había dejado un espacio ínfimo entre las motos para adelantarle. Lejos de excusarse y hacer las paces, uno y otro parecieron haber vivido el choque con perspectivas totalmente distintas.Y se largaron, más o menos contrariados, cada uno a su sitio: el de azul al box y el de naranja al corralito.

La sesión de clasificación se volvió a disputar con neumáticos de lluvia y en un circuito empapado, pero tuvo pocas similitudes con aquella que se celebró una semana atrás en Holanda. El nuevo asfalto del circuito alemán ofrece tanto agarre que hasta en esas circunstancias los pilotos se sienten cómodos. La pole se dirimió en unos tiempos que eran apenas siete segundos más lentos de los que se firmaron con el asfalto seco, por la mañana.

Además de Márquez, siempre excelso en este trazado, que es muy técnico y se rueda en el sentido contrario a como giran las agujas del reloj, como a él le gusta, Petrucci ofreció una lección magistral del pilotaje en lluvia. No solo por la segunda posición que logró en la Q2, sino porque logró el pase desde la Q1 con unos tiempos muy similares a los que haría luego (había sido apenas dos décimas más lento) y en un momento en que caía una fuerte tormenta. Quien más cerca se quedó de él en esta repesca fue Pol Espargaró, fantástico con su KTM en lo que llevamos de gran premio, que no pudo repetir los tiempos al pasar a la Q2. Aun así, terminó séptimo, a un segundo de la cabeza. Es su mejor clasificación este año después del octavo logrado en Le Mans.

Justo por delante de él, sexto, terminó Lorenzo, cada vez más cómodo en pistas mojadas. Pareciera, incluso, que le resulta más fácil ser competitivo ahora en agua que en seco, cuando sus dificultades para adaptar el estilo de pilotaje a lo que le exige la Ducati se hacen más evidentes. Asegura que va mejorando, muy poco a poco, pero todavía debe acostumbrarse a los cambios.

Quienes más sufrieron en estas condiciones de entre los favoritos fueron los pilotos de Yamaha. Rossi terminó noveno y Viñales, que ya refirió el día anterior falta de confianza con las gomas, 11º. El primero se quejó, especialmente, de lo cambiantes que son los neumáticos y de que no se ha sentido bien en ningún momento este fin de semana; el segundo, explicó que sufre en aceleración y que cree que todavía deben entender cómo aprovechar las ayudas electrónicas.