Feliciano López resplandece en Queen’s

A los 35 años, sobre la hierba de Queen's, el español Feliciano López tocó techo con su triunfo en la final ante el croata Marin Cilic: 4-6, 7-6 y 7-6, en 2h 31m. El toledano cerró así una semana mayúscula y alcanzó el trofeo más importante de su carrera a las puertas de la próxima edición de Wimbledon. Si hace apenas siete días se quedó con la miel en los labios en Stuttgart, esta vez no falló y sumó su sexto título de la ATP después de un duelo de pistoleros con Cilic, número siete del mundo.

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Se le resitía a Feliciano un trofeo desde hacía casi un año, cuando obtuvo el premio en Gstaad, y para dar con los anteriores hay que remontarse a Eastbourne (2013 y 2014), Johannesburgo (2010) y el primigenio en Viena (2004). Ante Cilic la estadística no era excesivamente halagüeña, puesto que había cedido en cinco de los siete precedentes y no le batía desde hace siete años, en Roma, pero en la hierba inglesa regresó la mejor versión del español, heterodoxo entre la prolífica escuela nacional de especialistas en tierra batida.

Feliciano, sobre el verde, cobra su máximo esplendor. Ningún otro jugador español domina como el manchego el engranaje de servicio y volea que demanda el césped, territorio muy propicio para los expertos en la red y los bombarderos. Uno de ellos Cilic, a quien desarticuló el español en la segunda y la tercera manga, con un ejercicio de temple y control, mediante una conjunción de repliegue (salvó una bola de partido) y ofensiva (cerró a la tercera). A los 22 servicios directos del croata replicó con 19 y mayor templaza en la franja crítica del partido, sellado con un desenlace taquicárdico.

Si en Stuttgart ha había ofrecido serios indicios de estar en un buen punto de forma -solo el francés Lucas Pouille pudo con él-, en Queen's llegó la confirmación. De camino a la final apeó a Stan Wawrinka, Jeremy Chardy, Tomas Berdych y Grigor Dimitrov, y en el capítulo definitivo el toledano remontó al gigantón croata, en cuyo expediente figuran 17 títulos individuales, uno de ellos precisamente en Queen's (2012). Se marchó sumamente resignado, ya que ni siquiera le valió haber rescatado un 87% de los puntos dilucidados con sus primeros saques.

Ahora, con una recompensa en el bolsillo y rumbo a Eastbourne, Feliciano ascenderá en el ranking del puesto 32 al 25 y de paso saldó una vieja deuda que, explicó, tenía consigo mismo: "No me creo que haya ganado. Llevaba esperando 15 o 16 años para levantar este trofeo". Finalista en 2014, obtuvo por fin la ansiada corona de Queen's, donde han dejado su sello campeones de la talla de Andy Murray, su predecedor, o Rafa Nadal (2009), Pete Sampras, Boris Becker y John McEnroe.

“Siento que estoy jugando mi mejor tenis. Es difícil pensar que lo esté haciendo a los 35 años, pero es verdad”, expresó, ya con el galardón entre sus manos. Ahora, para siempre, el historial también recogerá su nombre. Con mayúsculas.