Pedrosa: “Vives pensando en ganar y pierdes de vista por qué empezaste”
Para el piloto de Honda, más risueño que nunca, el entrenamiento mental es ahora tan importante como el físico. Su confianza no decae y compite para cerrar el círculo con el título de MotoGP
Ya eran amigos desde hace tiempo. Pero desde que Sete Gibernau, expiloto, dos veces subcampeón de MotoGP, ejerce su tutela en los circuitos Dani Pedrosa (Sabadell, Barcelona; 31 años) es como un libro abierto. De psicología. El entrenamiento mental tiene ahora la misma importancia que el físico. En Montmeló, donde se ha subido al podio los últimos cinco años y hoy saldrá desde la primera posición de la parrilla (14.00, Movistar MotoGP), aspira a reencontrarse con el piloto que deslumbró en Jerez o Le Mans con una Honda con la que hasta hoy parece llevarse mejor que su compañero, el campeón del mundo Marc Márquez.
Pregunta. “Un piloto feliz es un piloto rápido”. Cuando le escuche decir esto pensé en Sete Gibernau. ¿Cómo le ha enseñado a reír como nunca?
R. Una parte muy importante es dejar atrás tus miedos, tus preocupaciones. Ayuda a estar más relajado. Siempre hay cosas de las que te preocupas más de la cuenta, a veces no son un problema; o sí lo son, pero preocuparte no lo solucionará.
P. ¿No era feliz? Decía Mascherano que él no sale al campo a disfrutar, que él el fútbol lo sufre; Agassi afirmaba que odiaba el tenis; y Gibernau defiende que Pedrosa merece ser feliz haciendo lo que hace.
R. Sí, es así. Durante muchos años vives con el objetivo de ganar, con esa presión, con ese enfoque: pensando siempre en el resultado. Y, quizá, pierdes un poco de vista la razón por la que empezaste. Es un mundo de alta competición y los patrocinadores y el equipo tienen muchas cosas en juego también, por eso acabas enfocando tu realidad a ese punto y perdiendo aquello que te hizo llegar ahí. Por eso, en muchos momentos sufres más que disfrutas la competición.
P. ¿Y cómo se llena lo que Gibernau llama el cajón de las ilusiones, que usted tenía vacío?
R. Eso no es muy fácil. No es nada fácil de conseguir. Pero si tienes voluntad, hay esfuerzo y tienes gente que te quiere y que te puede enseñar, se puede aprender.
P. ¿Que Yamaha le tirara los tejos el año pasado le subió la moral?
R. Evidentemente, tener ofertas de equipos buenos es mejor que no tenerlas. No es que te suba la moral, pero es bueno para la confianza. Y para poder seguir concentrado en lo que tú crees. En aquel momento, además, no estaba pasándolo muy bien, vivía una situación difícil con los resultados y en ese momento lo que te sube la moral son tus sensaciones. Si te subes a la moto y te sientes perfecto, te sube la moral automáticamente; si no es así, la moral cae más. Ahora hemos trabajado mucho este aspecto para intentar mantener la confianza siempre en el mismo punto aunque cambien los resultados.
Siento que ganar en MotoGP es la parte de mi vida que me falta cuadrar
P. Lleva 12 años intentando ganar el Mundial de MotoGP y sigue creyendo. ¿Cómo lo hace?
R. No lo sé. ¿Sabes esas cosas que a veces haces y no te preguntas mucho por qué, ni cómo? Pues es algo así. Me viene de dentro. No sé explicarlo, pero siento que es la parte de mi vida que me falta cuadrar. Creo en mí y sé que no es fácil, porque he visto repetidamente las dificultades con las que me he encontrado todos estos años. Pero, no correría del mismo modo si no creyera que soy capaz; competiría, pero de forma diferente. No arriesgaría de la misma manera o no haría ciertas cosas en pista que sí que haces cuando crees.
P. Hace dos años pensó en dejarlo. Su brazo no resistía más. ¿Dónde se veía si no era en la pista, compitiendo?
R. En momentos así piensas muchas cosas, pero como estás tan invadido por esa parte negativa de la vida, tampoco los pensamientos que tienes son muy lúcidos, no se les puede dar mucho valor. Quizá, al pensamiento que te sale de dentro, del sentimiento, sí que tienes que darle valor. Fue el que me dijo, por ejemplo, “tienes que dejar de correr un tiempo y encontrar una solución”. A ese sentimiento sí le tuve que dar importancia, pero a todo lo que vino después, tan invadido por esa negatividad, no. Ni siquiera lo recuerdo muy bien.
Ganar en Jerez fue como ganar la primera carrera otra vez. ¡Fue tan bonito!
P. ¡Cómo ganó en Jerez y cómo se emocionó! ¿Qué sentía, por qué lloraba?
R. ¡Fue tan bonito! Fue como ganar la primera carrera otra vez. Tuve la sensación de haber creído en algo, haber trabajado en ello y que eso me llevara al resultado. Eso me emocionó. Eso y ver a la gente que tenía debajo, mirándome.
P. Demostró que con la moto a punto sabe ser muy agresivo. ¿Se reconoce en ese Pedrosa?
R. Sí, un poco sí. Lo que ocurre es que como es difícil tener hoy en día las mismas sensaciones en cada gran premio, es difícil repetirte: en unas carreras tienes que controlar, en otras tienes mejores sensaciones y puedes atacar más; en algunas eres muy rápido y en otras tienes que sobrevivir. En este campeonato tan cambiante tocas todos los estilos cuando, quizá, en otro momento hubieras dicho “yo soy agresivo” o “yo soy calmado”, porque uno siempre es de una manera. Hoy cambias un poco de personalidad casi en carrera.
P. Cuenta dos caídas, pero no es el único. ¿Cómo de complejo es gestionar un campeonato en el que los neumáticos son tan cambiantes e influyen tanto en las carreras?
R. Lo más difícil es la preparación para el gran premio. Ya se vio en Mugello: estábamos bien preparados, haciendo las cosas bien, pero luego nos fue del revés: el domingo fue muy complicado y me caí casi sin forzar. Pero, es un aspecto del campeonato con el que hay que lidiar; ese día nos tocó a nosotros y sabemos que les puede tocar a otros en otro momento. Hay que intentar gestionar esos malos días lo mejor posible. Mugello no nos salió bien.
P. ¿Hasta el domingo pensó que pelearía por la victoria?
R. El sábado ya vi que muchos pilotos tenían buen ritmo. Es muy difícil predecir las cosas últimamente. El domingo pasado se demostró. Ganó una Ducati y otra hizo tercera, ¿quién lo esperaba? Creo que nadie.
P. Solo se lo esperaba Cal Crutchlow, que el jueves dijo que Michelin había traído neumáticos para que ganara una Ducati. ¿Cree que existe manipulación?
R. Me gustaría pensar que no, no lo creo. Hoy en día, no. Tendríamos que ver cosas muy raras. Michelin está haciendo un buen trabajo, intenta hacerlo lo mejor posible. Sé que es muy difícil y somos exigentes. No nos gusta estar un fin de semana en el podio y al siguiente acabar el 12º, pero supongo que es difícil a estas alturas conseguir que todos estén contentos todos los fines de semana. Nosotros lo que tenemos que hacer es seguir en una buena dinámica y acertar con la mejor elección de gomas cada domingo.
P. ¿Cuando las gomas se lo permiten, esta Honda, con el nuevo motor big bang, le resulta más amable de llevar que las anteriores?
R. Es bastante parecida, la verdad. Y las gomas ayudan a absorber bastantes de los problemas que tiene la moto. Yo diría que este año, cuando los neumáticos no nos van bien, es más crítica que la anterior.
P. Da la sensación de que se ha adaptado mejor al cambio de motor que Márquez.
R. No puedo responder por él. Pero, evidentemente, el trabajo de los pilotos es adaptarse a la situación de cada año. Gran parte del trabajo de nuestro equipo era adaptarnos rápido al campeonato, las gomas y la moto. Quizá en el apartado de campeonato y gomas hemos fallado en dos carreras, que nos hubiera gustado no fallar, pero por lo demás creo que estamos trabajando bien y eso es lo que estás diciendo.
P. Decía hace unos días que usted y Rossi, que se formaron con motos de dos tiempos (como Lorenzo y Dovizioso), deben reinventarse. ¿Qué significa ser un piloto de la vieja escuela?
R. Hay que trabajar, hay que buscar nuevas maneras de ir en moto, a pesar de los años y de las experiencias. Y hay que ponerle bastante dedicación. No sería el mejor ejemplo, pero es como si te dijera que aunque tienes esa letra, ahora tienes que cambiarla. Es difícil que, después de tanto tiempo, cambies la manera que tienes de hacer la “a”.
P. Con el error del último gran premio, pasó de ser el segundo clasificado a ser el quinto. Pero está a 37 puntos de Viñales, ¿a qué aspira?
R. Se puede aspirar a este fin de semana, a intentar recuperar sensaciones, a estar delante en carrera. Es una pista difícil. No podemos mirar mucho más allá de este gran premio. Sabemos que es una pista en la que la puesta a punto es muy importante y la elección de los neumáticos, más. Además, tendremos mucho calor, así que eso jugará un súper papel aquí.
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