El paso del tiempo es la silueta oronda de Milinko Pantic, el franco golpeador del doblete del 96, dirigiéndose a la esquina donde yacerá eterno el ramo de Flores que depositó ayer por última vez la señora Margarita. En ese rincón del fondo sur se ratificó que, como en sus tiempos de jugador, Pantic es el único autorizado para mover las flores un par de metros sin que nadie rechiste antes de enguantar un córner cerrado al son del agudo y sobrecogedor “Milinko, Milinko”. El paso del tiempo es el hinchado Zico, vedette brasileña de los años ochenta, el monarca que precedió a la explosión del reinado Maradona, recordando que el fútbol todavía sigue siendo su exquisito toque de interior.
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— Ronaldinho Gaúcho (@10Ronaldinho) May 28, 2017
El paso del tiempo es la cojera de Luiz Pereira, hija de un tiempo donde una operación de rodilla podía ser una osada moneda lanzada al aire como lo eran sus sombreros en su propia área. El paso del tiempo es que a la inventiva virguera de Ronaldinho no le acompañen las piernas, aunque aún le den para hacer cambios de juego precisos mirando al tendido. El paso del tiempo es la memoria de Higuita recordando que entendió que su revolución pasó porque el portero dejara de serlo para ponerse frente a Leo Franco y batirle en un penalti. O para salir por el lateral área para ofrecerse al compañero.
El irrevocable paso del tiempo es que el fútbol ha muerto para el Vicente Calderón después 51 años después. Al sepelio del Manzanares acudieron leyendas del Atlético y del fútbol mundial y 51.023 seguidores rojiblancos que asistieron a la última simulación del arquero Kiko que protagonizó Fernando Torres tras una delicada vaselina. Ya no habrá más fútbol en el Calderón. Se lo han llevado por delante la necesidad del crecimiento futuro y ese pasado oscuro que condenó al club a Segunda División y a una intervención judicial.
El paso del tiempo para abrirle la puerta al futuro es el Atlético perdiendo 4-5 y un centenar de niños de la grada superior levantando al resto del Calderón para gritar “sí se puede”, mientras Rubio corre pegado a la cal reivindicando el arma histórica del club: el contragolpe.
El último himno a capela, las leyendas del Atlético dando la vuelta al campo con el sentido “orgullosos de nuestros jugadores” de fondo y Fernando Torres al micro clausuraron 51 años de historia. Esos fueron los últimos toques emocionales del Calderón. “Decimos adiós a nuestra casa. Muchos vinimos con nuestros abuelos y hemos traído a nuestros hijos... Y enterramos muchos recuerdos, y aquí hemos vivido infinidad de historias. Ahora a todos los atléticos nos toca la responsabilidad de volver al Metropolitano. Nos llevamos el cariño y os llevamos a todos vosotros, que sois los que hacéis único y diferente al Atleti. ¡Forza Atleti!”, exclamó Fernando Torres.
Si en el partido ante el Athletic fue Simeone el que puso la voz a la despedida oficial del Atlético, anoche fue Torres, aclamado como bandera del club. "Yo a Fernando le daría un contrato de por vida" en el club y "si quisiera que se hiciera la casa en el Metrolitano", expresó Oliver Torres.Escuchar el himno es lo que más te emociona, cantado por la gente te hace vivir muchos recuerdos, porque te hace plantarte en recuerdos de partidos importantes hay muchas cosas que ha que llevarse de acá.Esta es mi casa. esta es mi familia. la gente que es del Atlético de Madrid es una familia. Aunque tu y yo no nos conozcamos al decir que somos del Atleti ya tenemos algo en común. Eso es lo que no tiene ningún otro club", reflexionaba Leo Franco. "Me hubiera encantado jugar de portero mejor que de entrenador, pero no podía hacerlo porque estoy lesionado. Ha sido un día grandísimo para todos los atléticos, que lo han demostrado llenando un estadio para un partido en el que no había nada en juego. Al final, he tenido la sensación de que he abierto más veces las puertas de estadio que las de mi casa", decía Abel Resino.
¡Marcó @Torres, vibró el Calderón! 🏹 🔴⚪🔴#FinaldeLeyenda pic.twitter.com/NH9VSk2cxm
— Atlético de Madrid (@Atleti) May 28, 2017
"Ha habido tantos recuerdos", comentaba visiblemete emocioado Marcelino, "que no puedo especificar uno concreto. Para mí, vestir la camiseta del Atlético de Madrid ha sido un mundo aparte. Por eso hoy me he sentido muy feliz, y mis gestos han sido de corazón por este escudo. Y el reto es transmitirlo a los futbolistas que empiezan". "Es increíble el aficionado atlético, para saber qué es lo que se siente, hay que ser del Atleti. En el Calderón hemos llorado, reído, sufrido, lo hemos pasado bien, hemos sufrido", relataba Juan Carlos Pedraza.
En medio de tanto pasado fue Juan Vizcaíno, mienbro del cuerpo técnico de Simeone, el que se refiriió al futuro que se dirime estos días en el Atlético con la figura de Antoinne Griezmann: "Preguntarle a Griezmann, pero es un fenómeno y creo que tiene la cabeza en estar aquí con nosotros y creo que va a seguir aquí.
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