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El melodrama de Isaiah Thomas, el jugador más bajo de la NBA

El jugador más bajo de la NBA, habituado a luchar contracorriente, se supera para asimilar la muerte de su hermana de 22 años y no pierde la sonrisa ni tras perder un diente en el último duelo entre los Celtics y Washington

Robert Álvarez
Isaiah Thomas trata de sortear a Gortat.
Isaiah Thomas trata de sortear a Gortat.Winslow Townson (USA Today Sports)

Tal vez porque toda su vida nadó contracorriente, porque desde que empezó a lanzar a canasta todo el mundo le decía que era demasiado bajito para destacar en un deporte como el baloncesto, Isaiah Thomas sigue sorprendiendo a sus compañeros y entrenadores en lo que se ha convertido en un intenso melodrama. Nadie se explica de dónde saca el coraje y la fuerza de voluntad para sobreponerse a la muerte de su hermana Chyna, de 22 años, en un accidente de tráfico el 15 de abril, solo un día antes de que los Celtics empezaran la primera ronda de los ‘playoffs’ contra los Bulls.

“No sé cómo lo hace. Me gustaría poseer su fortaleza de carácter. Me admira su capacidad para afrontar lo que está viviendo y para destacar en la cancha”, admite su entrenador Brad Stevens en una alocución que suscribirían compañeros, rivales y seguidores del base de los Celtics. “El baloncesto hace que me sienta feliz. Todo lo que hago en este momento es por mi hermana”, confesó Thomas con ocasión del primer partido de las semifinales de la Conferencia Este en el que los Celtics se impusieron a Washington (123-111). “Es duro, pero son los ‘playoffs. Doy todo lo que tengo por el equipo”. Y lo que tiene es mucho, muchísimo. Es el líder. Anotó 33 puntos contra Washington. Pero esa enorme capacidad anotadora ha sido una constante a lo largo de una temporada en la que se ha consolidado entre las grandes estrellas de la NBA.

Es duro. Pero el baloncesto hace que me sienta feliz. Todo lo que hago en este momento es por mi hermana Isaiah Thomas

Por momentos estuvo a punto de batir el mejor promedio anotador de un jugador de los Celtics en una temporada, nada menos que los 29.9 puntos de Larry Bird en 1988. El base, de 28 años, concluyó con una media 28.9 puntos, la tercera mejor esta temporada, solo superado por Russell Westbrook (31.6) y James Harden (29.1).

El número 4 de los Celtics, al que apodan Pizza Guy, ha añadido otro mote, King in the Fourth, ya que ha promediado 10.6 puntos en los últimos periodos, superior al de las máximas figuras de la competición. Nada le frena. Ni siquiera el golpe que sufrió en el partido del domingo con Porter, jugador de Washington Wizards. Perdió un diente. Compareció en la sala de prensa y bromeó al respecto. Solo hacía unas horas que había regresado de Tacoma (estado de Washington) donde había viajado para asistir a los funerales de su hermana. Todavía estremece la imagen de Isaiah Thomas cuando, poco antes del primer partido ante los Bulls el pasado 16 de abril, lloraba desconsolado, mientras su compañero y amigo Avery Bradley trataba de consolarlo.

Mide 1,75 metros. Es el jugador más bajo de la NBA y está habituado a que le comparen con algunos de los ‘bajitos’ que han dejado trazo en la Liga como Calvin Murphy, Earl Boykins, Muggsy Bogues o Spud Webb. “Todo el mundo, a cada paso del camino, me decía que era demasiado bajo y que no iba a conseguirlo”, confesó Thomas a The Undefeated mientras se preparaba para competir en su segundo All Star el pasado mes de febrero en Nueva Orleans. Su madre es enfermera y su padre, inspector de Boeing. “Mi padre no fue jugador de baloncesto y a mi madre no le interesaba el deporte. Así que les admiro, porque fueron unos padres normales y fue genial”, dice. No jugó, pero a su padre sí le gustaba el baloncesto. Tanto que quiso ponerle el nombre de su jugador predilecto, Isiah Thomas, el base de los Pistons. Pero su madre impuso su criterio. En tal caso, se llamaría Isaiah, como el profeta de Israel.

Tras jugar en la Universidad de Washington, fue elegido en el último puesto del ‘draft’ de 2011, el 60º, por Sacramento. “Cada año tenía que luchar en esa guerra: ‘Soy mejor que ese chico y os lo voy a demostrar”, explica acerca de ese último puesto en ‘draft’. Después de tres temporadas con los Kings, y tras un breve paso por Phoenix, llegó a los Celtics mediada la temporada 2014-2015 y no se hizo con el puesto de titular hasta la siguiente campaña en la que ya empezó a destacar y a ser considerado como el líder del equipo.

Todo el mundo, a cada paso del camino, me decía que era demasiado bajo y que no iba a conseguirlo

Rememora sus inicios en Boston. “Me senté con Danny Ainge (director deportivo de la franquicia) y me explicó que podía ser un jugador legendario para los Celtics por mi forma de jugar. Y yo pensé. ‘Está emocionado por el fichaje y me está soltando todo eso para contentarme y que me sienta bien’. Pero realmente él creía en eso”. Y también le gusta rememorar una conversación con su entrenador, Brad Stevens. “Cuando me senté con él, una de las primeras cosas que me dijo fue: ‘No te adaptes a este equipo. Haz que este equipo se adapte a ti. Necesitamos un jugador como tú, y queremos que seas el mejor Isaiah Thomas que puedas ser”.

Ahora, solo piensa en reivindicarse como uno de los mejores de la NBA y devolver la confianza que depositaron en él los Celtics. “Me recibieron con los brazos abiertos. Se enamoraron de mí y yo de la ciudad. Sabía que si me daban la oportunidad podría jugar al nivel de All Star”. Lo está consiguiendo, está haciendo que los Celtics vuelvan a soñar con algo grande y que la afición del TD Garden coree sus actuaciones con gritos de “¡MVP, MVP!”, a él, el jugador más bajo de la NBA.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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