Herrera lleva al Manchester United al triunfo ante el Chelsea y da vida a la Premier

Nada está escrito en la Premier League, que se aprestaba a un paseo triunfal del Chelsea para culminar una temporada sin apenas tacha, pero con seis jornadas por delante plantea un mano a mano del equipo que dirige Antonio Conte con el meritorio Tottenham Hotspur adiestrado por Mauricio Pochettino. El Chelsea cayó este domingo en Old Trafford ante el Manchester United (2-0), incapaz de disparar entre los tres palos durante los noventa minutos, y acumula dos derrotas en sus últimos cuatro partidos que ha disputado este mes, suficiente para ponerse en peligro porque ahora apenas supera en cuatro puntos a su rival londinense, que además le aventaja en ocho dianas en el golaverage general, el primero que se considera en caso de empate final. Los Spurs han ganado sus últimos siete partidos tras marcar 22 tantos y apenas encajar cuatro.

“Ellos mostraron más deseo y motivación por vencer. No logré inculcar esa ambición a mis futbolistas”, lamentó Conte. El Chelsea cayó superado por un United que le desactivó con vigilancias individuales la tarde en la que Jose Mourinho abrazó el bielsismo. Todo se sustanció en la medular, donde Fellaini anuló a Matic, Pogba trabajó sobre Kanté y Herrera tuvo la llave del partido porque laminó a Hazard, dio el primer tanto a Rashford a los siete minutos de partido y marcó el segundo al poco de empezar al segunda parte para estrenarse como goleador en la presente Premier League. Fue una brillante exhibición individual ante un público que valora como pocos esos laboriosos despliegues. El Manchester United suma 22 jornadas sin conocer la derrota, a dos de su plusmarca. “Defensivamente estuvimos perfectos y después aprovechamos nuestras ocasiones. Controlamos el partido”, resumió el centrocampista español.

A Conte todo le salió mal desde el calentamiento. Allí perdió a Marcos Alonso y tuvo que rehacer el once con Zouma como central derecho y Azpilicueta en el lateral zurdo. Antes de la media hora ya había rectificado porque el navarro intercambió su posición con Moses. Al inicio de la segunda parte, ya dos abajo, le dio vuelo a Fàbregas, otra vez de inicio en el banquillo. Courtois no pudo jugar por una lesión en el tobillo. Toda esa cascada de decisiones y acontecimientos fue a rebufo del dictado del Manchester, que no necesitó a Ibrahimovic, alineado apenas en los últimos diez minutos porque Mourinho dosifica sus esfuerzos de cara al partido de vuelta de la Europa League el próximo jueves ante el Anderlecht. El United enfoca hacia ahí su temporada, pero antes ejerció de juez en una Premier en la que solo aspira a llegar a la tercera plaza. “Si no hubiésemos ganado nos podíamos olvidar de entrar entre los cuatro primeros. Normalmente tras tantos partidos invictos deberíamos estar cerca de ganar la Premier, pero nos penalizan tantos puntos perdidos en casa. Necesitamos más calidad en bastantes posiciones, pero en cuanto a carácter tengo uno de los mejores equipos que he dirigido”, confesó Mourinho al final. Con esta victoria ya ha logrado ganarle a los 34 equipos de la Premier League con los que se ha cruzado, pero este año el título es cosa de dos y el técnico luso no está invitado a esa fiesta.

“Lo que le digo a los chicos es que el Tottenham va a ganar todos los partidos que quedan hasta el final”, previene Conte. El calendario favorece al Chelsea, las sensaciones empujan al Tottenham, que llega embalado, con su delantero Harry Kane de vuelta tras un mes lesionado. “En el Barcelona faltó Messi durante un mes y siguieron ganando, pero cuando volvió nadie dudó si debería entrar en el once”, apunta Pochettino. Kane volvió el fin de semana pasado ante el Watford y este sábado regresó al once y marcó su vigésimo gol en el campeonato. El cuadro de White Hart Lane apenas ha alzado dos ligas, en 1951 y en 1961. “Ganar la Premier para el Chelsea es una expectativa, para el Tottenham es una esperanza, si gana es genial, pero si pierde no es un desastre”, reflexiona Conte.

El Chelsea estaría al filo de alzar el título si gana los cuatro partidos que le quedan por jugar en su feudo. Allí recibirá a Southampton, Middlesbrough, Watford y Sunderland. Y visitará a Everton y West Bromwich Albion, nada aparentemente insalvable para un equipo que domina la liga desde mediados de noviembre y que en Old Trafford apenas perdió su quinto partido del campeonato. Pero el Tottenham solo ha caído en tres, apenas uno (en Liverpool) en las últimas 17 jornadas. Solo han perdido en Anfield, Old Trafford y Stamford Bridge, pero les penaliza que de los once primeros partidos empataron seis. Ahora deben visitar a Crystal Palace, West Ham United, Leicester y Hull y recibir a Arsenal y Manchester United. Antes de todo ese desenlace, Chelsea y Tottenham se verán el próximo sábado en Wembley en una semifinal de Copa que adquiere tintes ligueros.