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Dzeko encoge al Villarreal

Un hat-trick del bosnio deja sin ánimo y futuro en Europa al conjunto de Escribá superado en todo por la Roma

Dzeko festeja su segundo gol ante el Villarreal.
Dzeko festeja su segundo gol ante el Villarreal.L. Rossi (Getty)

Con talento, rigor táctico y esfuerzo, con pegada y Dzeko como estilete, autor el bosnio de un hat-trick, la Roma solventó la eliminatoria en el primer combate ante el Villarreal. El conjunto de Spalletti fue superior en la pizarra y en el terreno de juego, en lo fino y en lo grueso al conjunto de Escribá, que tuvo poca acción y escasa reacción ante el poderío romano. La Roma es un equipo de altos vuelos, con historia y presente, con Totti de espectador en el banquillo en el Estadio de la Cerámica.

El equipo italiano encogió al Villarreal, que ha perdido solvencia y prestaciones y al que le cuesta un mundo crear ocasiones y materializarlas. El conjunto de Escribá, sostenido hasta la fecha por Asenjo y su sistema defensivo, fue puesto en evidencia ante la Roma y Dzeko, un delantero mayúsculo que vuelve por sus fueros, autor en lo que va de curso de 28 goles, ocho de ellos en Europa. La abultada derrota deja tocado al Villarreal y a su entrenador que sale perdiendo en la comparación con Marcelino, su predecesor.

VILLARREAL 0-ROMA 4

Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Castillejo (Cheryshev, m. 66), Trigueros, Bruno, Jonathan dos Santos; Sansone (Santos Borré, m. 81) y Bakambu (Adrián, m. 65). No utilizados: Andrés Fernández; Rukavina, Álvaro y Rodrigo.

Roma: Alisson; Manolas, Fazio, Rüdiger (Juan, m. 70); Bruno Peres, De Rossi, Strootman, Emerson, Nainggolan (Leandro Paredes, m. 89), El Shaarawy (Salah, m. 61); y Dzeko. No utilizados: Szczesny; Leandro Paredes, Perotti, Totti y Mario Rui.

Goles: 0-1. M. 31. Emerson.

0-2. M. 64. Dzeko.

0-3. M. 78. Dzeko.

0-4. M. 86 Dzeko.

Árbitro: Danny Makkelle (Holanda). Amonestó a Mario y Bruno Peres.

Unos 20.000 espectadores en el Estadio de la Cerámica.

El inicio desmintió el posterior desarrollo y desenlace del encuentro. No se amedrentó el Villarreal por el potencial de la Roma, poderoso físicamente el conjunto de Spalletti, intenso como pocos, intentando imponer su presencia ante el equipo de Escriba que quiere recobrar su esencia, fiable y orgulloso ante escudos con empaque, no ante la Roma. Pronto se dio cuenta la escuadra romana que el Villarreal no es un cualquiera, que compite de tú a tú sin plegarse fácilmente ante nadie, que le iba a discutir el esférico y los espacios, que necesitaba dar lo mejor de sí para doblegar la voluntad amarilla. Y lo hizo finalmente a lo grande.

Con una defensa de tres, la Roma se hace fuerte en el centro del campo, acumulando efectivos en el repliegue y en el despliegue, con Bruno Peres y Emerson percutiendo por las bandas. Transcurría el partido en una batalla sin dominadores, apenas frecuentadas las áreas. Nadie cometía errores. Hasta que pasada la media hora, Emerson aprovechó una pequeña concesión de Castillejo que se dejó arrebatar el esférico fácilmente por el brasileño. Avanzó unos metros Emerson y se inventó un tiro desde fuera del área con el exterior del empeine derecho que se coló por la escuadra izquierda de Asenjo sin posibilidad alguna para el portero palentino.

El gol encajado desdibujó al Villarreal, tocado en el ánimo, firme y convencida la Roma sin fisura alguna con el primer propósito conseguido, no conforme con la ventaja alcanzada, demostrando el grupo de Spalletti virtudes de un equipo grande, ordenado y con ambición, superando individual y colectivamente al Villarreal que agradeció el descanso, necesitado de resetearse, de analizar Escribá lo sucedido en el último tramo del primer acto superado su equipo por los italianos.

Una acción individual de Bakambu al comienzo del segundo acto, deshaciéndose de tres defensores, mal resuelta finalmente por el franco-congoleño, despertó al Villarreal que en un posterior remate de cabeza de Mario pudo igualar el partido, evitando Alisson, el portero romano, el gol del lateral alicantino. La Roma, incómoda, le tocó resguardarse. El Villarreal, cada vez más cerca de Allison, parecía otro.

Más atento en la lectura del partido que Escribá, envidó Spalletti con la entrada de Salah. Y lo hizo de inmediato, tras una gran acción del egipcio que perfeccionó Edin Dzeko en un bello regate con la cintura sin tocar el esférico que dejó sentado a Musacchio, con toda la portería a favor, anotando un bello gol el bosnio, un delantero superlativo, de primer nivel que vuelve a demostrar en la Roma. La reacción de Escribá, como acostumbra, resultó tardía. La entrada de Adrián y Cheryshev se produjo ya con la sustancial desventaja que Dzeko, con dos goles más, se encargó de ampliar y sentenciar una eliminatoria sin apenas historia para la secuela en Roma.

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