La voracidad china deja 18 millones en el Villarreal y se lleva a Pato

La productividad de Alexandre Pato en el Villarreal ha sido más rentable en la tesorería que en el terreno de juego. Solo seis meses ha durado el delantero brasileño en la Liga en su regreso a Europa con el deseo de redimirse, de sentirse de nuevo un futbolista importante a primer nivel mundial en un campeonato competitivo. La llamada del oro chino ha convencido a Pato y al Villarreal, al que le han tocado en herencia unos 18 millones de euros, nueve veces más de los que pagó en agosto al Corinthians por el delantero. El Tianjin Quanjian de la Superliga, entrenado por el exmadridista Fabio Cannavaro, ha seducido al brasileño con una ficha millonaria que puede rondar los 10 millones de euros netos por cada una de las tres temporadas que ha firmado con el club chino, en el que se encontrará con el belga Axel Witsel.

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El Villarreal, una nueva oportunidad para Pato

En el campo, seis son los goles que ha dejado Pato en los 24 partidos que ha disputado vistiendo la camiseta amarilla. En el Villarreal, el brasileño ha conseguido volver a ponerse en el escaparte dejando dosis de una evidente calidad que le convirtieron en uno de las joyas más deseadas cuando arrancaba su carrera en el Internacional de Porto Alegre con 17 años. El Milan fue finalmente el que se lo llevó a cambio de 22 millones de euros.

La irrupción de Pato en Europa fue acorde a su naciente prestigio. Pato debutó oficialmente en San Siro en enero del 2008 ante el Nápoles con gol incluido. Dos jornadas después marcaba su primer doblete ante el Génova y alcanzó la cifra de nueve goles en su primera media temporada en el Milan. Las expectativas del conjunto rossonero se cumplían y su pujanza se confirmó el siguiente curso, en el que escoltado por ilustres como Maldini, Kaká, Beckham o Ronaldinho, marcó 18 goles en 42 partidos. Su rendimiento le coronó como Golden Boy —mejor jugador europeo menor de 21 años— en 2009 y provocó alguna que otra oferta millonaria que Berlusconi rechazó de inmediato.

De repente, todo se empezó a torcer y las lesiones fueron espaciando las apariciones del Pato y apagando su brillo. Tras seis temporadas, el Milan, donde disputó 150 partidos y anotó 66 goles, le traspasó al Corinthians 15 millones. En Brasil no recuperó su nivel, y el Corinthians le cedió al Sao Paulo antes de enviarle a préstamo al Chelsea, donde solo disputó dos partidos. Tras estas etapas fallidas, el Villarreal le lanzó el flotador a Pato y le concedió una nueva oportunidad para recuperar su nivel y ponerse de nuevo en el escaparate a los 27 años. En seis meses de amarillo, Pato se reivindicó a medias, lo suficiente para atraer la atención y los millones de los voraces equipos chinos.