La Liga se abarata
Los aspirantes al título reducen su promedio de puntos por partido a niveles del curso 2008-09
Decía un experto de la secretaría técnica del Real Madrid antes de viajar a Tokio, donde se jugó el Mundialito, que la Liga estaba “barata”. El equipo lideraba la clasificación subido a una ola de euforia que contagió a medios y aficionados con el aroma de los récords, luciendo 37 puntos en el casillero de la jornada 15ª y superando al Barcelona, segundo, en seis puntos. Hace siete años, con una cosecha exactamente igual, 37 puntos en la jornada 15ª, el Madrid de Manuel Pellegrini transitaba la temporada bañado en críticas y rumores de destitución, segundo en la clasificación por detrás de un Barcelona que sumaba 39. ¿Qué cambió? Según los mismos analistas de Valdebebas, en el fútbol español cambió todo. Todo menos el Madrid, estable en su filosofía y en su juego.
Un mes después del Mundialito el campeonato de Liga alcanza su ecuador con un panorama similar. Los 43 puntos del Madrid —al que le resta jugar con el Valencia el partido aplazado de la jornada 16ª— constituyen la recolección más moderada de un líder a estas alturas del campeonato desde que el Barça de Ronaldihno sumó 39 puntos en la primera ronda de la campaña 2006-07. Justo antes de la crisis que elevó al Madrid de Capello al alirón.
Completa la primera vuelta, la suma conjunta de Madrid, Barça y Sevilla, los tres equipos que encabezan la clasificación, es de 126 puntos. Desde la Liga 2008-2009, cuando los tres primeros alcanzaron la misma cifra, las sumas de los tres primeros fue, sucesivamente 132 puntos (2009-10), 139 (2010-11), 128 (2011-12), 136 (2012-13), 147 (2013-14), 133 (2014-15) y 129 (2015-16).
Crisis económica superada
César Sánchez, exportero del Madrid y el Valencia, y actualmente técnico de fútbol, estima que los datos revelan una vuelta a la normalidad. “El modelo estaba distorsionado”, dice. “No era lógico que hubiera que acumular 100 puntos para ganar la Liga. Entre 2009 y 2015 asistimos a una competición en la que los fuertes tenían demasiados recursos y los débiles no tenían nada. Fue un producto de la crisis económica. El Madrid y el Barça mantuvieron su nivel de ingresos, el resto lo perdió. Ahora que los clubes se han reestructurado y cuentan con mejores rendimientos por derechos de televisión, se encuentran con que pueden invertir más en fichar futbolistas”.
Superadas las diferencias siderales entre ricos y modestos, las estadísticas del ecuador del torneo revelan que la Liga se ha emparejado. Pero, según los expertos de la secretaría técnica madridista, la igualdad en la cabeza de la tabla también es el producto de distintos procesos de transición en clubes rivales. El Barça, porque está reformando su mediocampo, el Atlético porque pretende añadir nuevos elementos a su juego de contragolpe, el Valencia porque persigue una suerte de refundación, y el Sevilla porque con Sampaoli ha dado un giro a su plantilla y a su estilo.
Marcelino García Toral, agitador con el Recre de la Liga 2006-07 y constructor del actual Villarreal, habla de “dos circunstancias” para explicar la caída de la puntuación a niveles de hace una década. “Primero”, apunta, “porque tanto el Atlético como el Barça están siendo más irregulares que en años anteriores. Segundo, porque el nivel medio de la competición mejoró. Entre 2008 y 2014 la mayoría de los clubes pasó por dificultades económicas que condicionaron su recuperación en el ámbito de las plantillas, y este periodo coincidió con un Madrid y un Barça muy buenos. Ahora el Madrid sigue en una línea de juego muy similar a años anteriores, mientras que Barça y Atlético han bajado su nivel competitivo. El Barça te sometía, y ahora no te somete tanto; y el Atlético nunca perdía una ventaja una vez conseguida, y eso ya no sucede siempre”.
Los datos describen una primera vuelta trepidante y sugieren un desenlace más emocionante aún. Del desarrollo de un torneo único por su refinamiento hablan las estadísticas más descollantes de las individualidades a lo largo de la primera vuelta. Luis Suárez y Messi son los máximos goleadores con 15 tantos (ninguno de penalti el uruguayo); Toni Kroos el máximo asistente con nueve pases; Marcos Llorente el que más balones recuperó (158); Roque Mesa el que más pases buenos dio (1.201); Neymar el mejor driblador (71 gambetas), y los más duros, dos atacantes, Florin (Depor) y Raúl García (Athletic), con 52 infracciones cada uno. Singularidad de una Liga en creciente disputa donde los delanteros muerden más que los defensas.
¿Hacia la permanencia más accesible de la historia?
La permanencia más barata es también la salvación más complicada para los tres equipos que acabaron en puestos de descenso la primera vuelta del campeonato. Nunca desde que a partir de 1999 se juega con el actual formato de 20 equipos, tres descensos y tres puntos por victoria, hubo un trío de equipos tan descolgado ni que sumara tan poco.
Lo tiene complicado el Sporting (13 puntos), que transita a cinco puntos de la permanencia y es el peor antepenúltimo a estas alturas de competición. Granada (10), a ocho puntos del Leganés (18), que es el equipo que marca la salvación, y Osasuna (9), distanciado a nueve, necesitarían hacer historia: ningún equipo que estuviese a esa distancia de la permanencia en el punto medio del campeonato logró salvarse. Pero hay dos precedentes recientes de conjuntos que acabaron la primera vuelta a siete puntos de la salvación y no bajaron. El Zaragoza en 2012, tras llegar a la jornada 19 colista con 12 puntos, completó una segunda vuelta con 31 puntos. Y Osasuna en 2009 cosechó 30 puntos en la vuelta. Ambos equipos fueron investigados por presuntos amaños.
Seguir en Primera ya hace tiempo que no está tan caro. En 2011 el Deportivo descendió con 43 puntos y marcó un hito, pero en las últimas temporadas todos los equipos que perdieron la categoría se quedaron por debajo de los 40 puntos. “Creo que este año valdrá con 35”, barrunta Lucas Alcaraz, entrenador del Granada. Hace dos campañas el equipo andaluz y el Deportivo se salvaron sin necesitar más y marcaron un mínimo histórico porque hasta entonces nadie se había quedado en Primera por menos de 37 puntos.
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