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El Baskonia tritura al Real Madrid

El conjunto vasco apabulla a los de Laso en un tercer cuarto perfecto

Alejandro Prado
Randolph ante Hanga.
Randolph ante Hanga.L. RICO

Un Madrid mortecino estrenó el año de la peor manera en Vitoria. El físico del Baskonia barrió al actual líder y campeón en un tercer cuarto que los locales deben enmarcar y los visitantes olvidar cuanto antes. Un parcial de 33-15 en ese periodo acabó con el partido y dio comienzo a la fiesta del Buesa Arena. Hanga, Tillie y Larkin se exhibieron ante una defensa madridista que apenas compareció sobre el parqué.

Baskonia, 77 - Real Madrid, 62

Baskonia: Larkin (16), Hanga (16), Budinger (6), Shengelia (7), Voigtmann (5) —cinco inicial—, Beaubois (-), Blazic (2), Prigioni (2), Tillie (14), Diop (7) y Sedekerskis (2).

Real Madrid: Llull (8), Doncic (12), Maciulis (2), Reyes (6), Ayón (2) —quinteto inicial—, Fernández (12), Draper (3), Nocioni (-), Randolph (9), Carroll (2), Hunter (6) y Taylor (-).

Arbitros: Emilio Péres Pizarro, Fernando Calatrava y Jorge Martínez Fernández. Sin eliminados.

14.316 espectadores en el Buesa Arena.

El Baskonia asumió el reto que plantea el Madrid en todos los encuentros: correr y tirar. Y no le fue mal al conjunto de Sito Alonso, que anda sobrado de físico con locomotoras como Hanga, Larkin y tráileres como Tillie y Voigtmann, pívots que hacen daño dentro y fuera de la zona. Pese a la velocidad que cogió el partido, el desacierto se apoderó de ambos equipos y el marcador se movía despacio. A las primeras ventajas locales (18-11) respondió Rudy con una par de buenas acciones. Llull no encontraba el aro -algunos de sus lanzamientos ni tocaron hierro- y Randolph fallaba todo lo que lanzaba. Solo la pujanza de Felipe Reyes y los destellos de Rudy y Doncic mantenían al Madrid, que se aferraba con las uñas al partido.

Al descanso se llegó con un extraño 32-27. Extraño porque habría que mirar en los libros estadísticos la última vez que el Madrid de Laso se quedó por debajo de la treintena al descanso en un partido liguero. Y tras el receso llegó la tormenta. El Baskonia se desató y los jugadores blancos fueron absorbidos por un agujero negro. Hubo una fase de ese tercer cuarto que el partido se convirtió en una sucesión de robos y canastas fáciles de Hanga, Larkin y compañía.

Con el 65-42 sobraban los últimos diez minutos del partido. Fiesta en las gradas y un poco de maquillaje blanco para disimular la sangría. Segunda derrota consecutiva en Liga Endesa para un Real Madrid al que las Navidades no están sentando muy bien. De momento, el Barça ya le ha dado alcance en lo alto de la tabla. El Baskonia coge algo de vuelo en una temporada un poco irregular hasta el momento, pero ya puede presumir de haber ganado dos veces a su rival madrileño.

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Sobre la firma

Alejandro Prado
Redactor en la Mesa de Edición del diario EL PAÍS. Antes prestó sus servicios en la sección de Deportes y fue portadista en la página web. Se licenció en Periodismo en la Universidad Carlos III y se formó como becario en Prisacom.

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