Catalunya se enfría en Girona
La selección de Gerard López y Sergio González cae en los penaltis después de forzar un empate ante Túnez. El estadio de Montilivi no se llenó
La fiesta reivindicativa que se esperaba en Montilivi nació desbravada y acabó fría pese a que el partido entre Catalunya y Túnez se decidió en la tanda de penaltis (2-4) después que el tiempo reglamentario acabara en empate: 3-3. Ni los goles animaron una contienda que se hizo esperar, tanto que anfitriones e invitados tardaron en entrar en calor, seguramente porque el estadio del Girona ni siquiera se llenó como estaba anunciado por la Federación Catalana (8.311 espectadores).
Ni Túnez es Brasil ni Montilivi se parece al Camp Nou. Tampoco Catalunya se presentó a la cita con sus mejores futbolistas y acabó vencida por Túnez. La selección que montaron Gerard López y Sergio González solo compitió a ratos, aunque nunca se dio por vencida, sobre todo en la segunda parte, cuando reaccionó a los tres goles marcados por Msakni.
El encuentro nunca respondió al aroma de oficialidad que pretendía, ni en el campo ni en la grada, a pesar de que en el palco estaba el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Únicamente la presencia de Xavi y Sergio García, que jugó el partido entero, ayudaron a que la hinchada pasara el rato, sin más.
El regreso de Catalunya a Girona 82 años después de su último partido —un empate a dos contra Brasil— no tuvo el impacto esperado. Las gradas mostraron los asientos vacíos habituales en los partidos precedentes, disputados en el Camp Nou, Montjuïc y Cornellà, pero inesperados en Montilivi. La numerosa presencia de jóvenes y niños dejó entrever que muchas entradas fueron de regalo. Pero el estadio se mostró menos festivo de lo habitual. Las olas escasearon, al igual que los cánticos y la juerga. Las estelades actuaban más de abrigo que de banderas, y la fiesta fue más bien tibia, sin un equipo o un jugador que encendiera a la afición, sobre todo expectante con el debut de Pere Pons, el único futbolista del Girona convocado.
Gerard y Sergio intentaron animar el ambiente con una alineación repleta de jugadores de Primera División, además del joven Lirola, que pide paso en el Sassuolo italiano, cedido por la Juventus. Gerard Moreno, Sergio García y Víctor Rodríguez coparon la delantera, a la espera de un pase de Xavi o Sergi Roberto. Los técnicos siguieron el camino ofensivo que Cruyff trazó en su paso por el banquillo catalán de 2009 a 2012, pero la idea no dio resultado sobre el césped. Catalunya no se encontró cómoda y Túnez evidenció las carencias defensivas de los anfitriones con dos contragolpes de manual, conducidos por Khenisi y rematados por Msakni. El segundo tanto reflejó la poca continuidad de Masip, desacertado y algo lento, y enmudeció aún más Montilivi. El delantero completaría su triplete tras el descanso.
Catalunya lo intentó a través de Sergio García, capitán y más guerrero que preciso. Al ex blanquiazul se le vio motivado, con la esperanza de que una buena actuación atrajera la atención de algún invitado y ganarse su anhelado regreso a La Liga. Su ímpetu tuvo premio en la segunda parte y su gol dio continuidad a la remontada iniciada por Gerard Moreno y cerrada con un cabezazo de Verdú. Montilivi celebró la rebelión, pero Túnez aguó el final de la velada en los penaltis, donde fallaron Verdú y Víctor Álvarez.
Xavi: “Veo complicado competir porque no podemos decidir”
“Ha sido un partido divertido ante un rival más preparado”, afirmó Gerard López, técnico de Catalunya que durante el partido dispuso de varios dibujos (4-4-3, 4-4-2 y 3-4-3) para replicar a Túnez, superior en el medio del campo.
La figura del partido fue Xavi, elogiado especialmente por Gerard López: “Para mí es el mejor jugador de la historia del fútbol catalán. Le estoy muy agradecido por venir a jugar con la selección”.
“Me hacía ilusión volver después de un año medio y reencontrarme con mis compañeros”, explicó el exazulgrana Xavi, que elogió a Luis Enrique —“un excelente entrenador que está capacitado de sobras para seguir en el cargo”— y a Messi: “El mejor jugador del mundo y de la historia”. El volante se mostró agradecido con la selección española y con la catalana: “Veo complicado por ahora jugar partidos oficiales porque no podemos decidir”.
“Somos una potencia deportiva”, argumentó el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. “Catalunya se ha ganado a pulso poder competir oficialmente a nivel internacional”, prosiguió en declaraciones a TV-3 “y vamos a trabajar para conseguirlo”.
Los prolegómenos del partido estuvieron amenizados por los trabucaires y el saque de honor lo hizo la Grossa.
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