El América muestra sus límites
El equipo mexicano pierde 0-2 contra el Real Madrid en las semifinales del Mundialito
El Club América no sólo tenía que jugar contra el Real Madrid, sino con sus propios límites. El equipo mexicano comenzó el partido con una propuesta sensata: aguardar y recibir el embate merengue. Su única manera de atacar eran los contragolpes. La estrategia americanista se basó en cualquier error madrileño. Las esperanzas se mantenían hasta que llegó el gol de Karim Benzema al minuto 46 del primer tiempo y se esfumaron con el 0-2 de Cristiano Ronaldo.
En México, al América le auguraban lo peor. Pensar en una victoria americanista era una apuesta que muy pocos querían asumir. En redes sociales se discutía sobre el número de goles que recibiría el guardameta mexicano Moisés Muñoz o sobre qué jugador sería el primero en pedirle la camiseta a Cristiano.
El equipo americanista juega con una contradicción. Es el equipo con el mayor número de hinchas; sin embargo, también es el más odiado. Es el más ganador con 12 títulos de liga, pero eso no fue suficiente para poner en verdaderos aprietos al Real Madrid. Oribe Peralta, uno de los mejores delanteros mexicanos, no dio su mejor partido. Le costó superar la férrea marca de Varane y no tuvo oportunidad para chutar directo al arco. Al delantero argentino Silvio Romero, autor del doblete frente al Jeonbuk Hyundai, le anularon. El ataque de América se basó en seis disparos directos por 18 de los merengues.
El capitán Rubens Sambueza se mostró fuera de ritmo. Regresó tras una lesión que lo marginó desde el 25 de noviembre. El América respetó de más a su rival, no pudo hacer lo que su entrenador, Ricardo La Volpe, dijo en la conferencia de prensa previo al partido: mantener la posesión del balón. El Madrid se quedó con el 56 por ciento, por un 44 de las águilas.
Al América le faltó ese jugador detonante, aquel que en una jugada cualquiera puede canjear un pelotazo por gol. Michael Arroyo, uno de los más queridos en el club, entró de cambio en la segunda parte, disparó de larga distancia, pero no llegó ni de cerca a la portería de Keylor Navas.
El Madrid ganó con lo justo y con goles en el tiempo de compensación. En un buen día el 2-0 pudo cambiarse por un festín de goles, pero la ofensiva del campeón de Europa no estaba en sincronía. Quienes no la perdieron fueron los aficionados americanistas que hicieron del estadio de Yokohama una sucursal del Azteca.
El mejor consuelo es que en una semana se ha enfrentado al campeón de Europa y ahora al de Sudamérica, el Atlético Nacional el próximo domingo 18. Ahora la meta está puesta en ese tercer lugar, algo que aún no ganan como club. Después de eso, regresan para jugar la final de liga contra Tigres Las águilas quieren hacer del 2016 un año sensacional.
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