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Ricky Rubio estará fuera de las canchas por tiempo indefinido

Los estudios confirman el esguince en el codo y descartan la rotura. El jugador no deberá someterse a una operación

R. Á.
Rubio, con el balón, ante los Kings.
Rubio, con el balón, ante los Kings. R Pedroncelli (AP)

La NBA acaba de arrancar y Tom Thibodeau, el entrenador que se estrena esta temporada en el banquillo de los Minnesota Timberwolves, ya ha empezado a torcer el gesto y a soltar frases admonitorias: “Nos falta todo: fortaleza mental, fortaleza física, fortaleza emocional, fortaleza en todos los aspectos”. Los arrebatos del extécnico de los Bulls son proverbiales. A nadie le extrañó su enojo tras las dos primeras derrotas de su equipo, ambas por un estrecho margen, 102-98 en Memphis y 106-103 en Sacramento.

Lo último que admite Thibodeau y de lo que está ya cansada la afición de Minnesota —que esta madrugada presenciaba el estreno de su equipo en su cancha, de nuevo ante Memphis— son las evasivas y los subterfugios. Los Wolves llevan 12 años sin poder jugar los playoffs. La última vez que estuvieron entre los ocho primeros del Oeste fue en 2004. Llegaron a la final de la Conferencia pero perdieron ante los Lakers. Kevin Garnett, entonces la gran figura de los Wolves, acaba de retirarse para dar paso a una nueva generación, con Ricky Rubio, Wiggins y Towns como líderes, a la que se exigen resultados inmediatos. En este contexto y cuando todavía resuenan los ecos de un posible intento de traspasarle, Ricky se ha lesionado. Se cayó en mala postura en el partido ante Sacramento y sufre un esguince en el codo derecho.

El resultado de la resonancia magnética a la que fue sometido fue alentador porque descartó los temores de que sufriera una fractura que le habría obligado a pasar por el quirófano. El comunicado de los Wolves es difuso porque afirma que será baja por un periodo “indefinido”. Pero la previsión es que Ricky esté recuperado en una o dos semanas. Uno de los problemas del base de El Masnou durante las cinco temporadas y pico que lleva en la NBA ha sido su falta de continuidad a causa de las lesiones. Solo en una temporada, la 2013-2014, disputó los 82 partidos. En la primera y en la segunda sumó 41 y 57, en 2015 solo jugó 22 ya que tuvo que ser operado del tobillo, y el pasado curso se alineó en 76 encuentros. Su baja se añade a la del pívot montenegrino, Pekovic, que se rompió el tendón de Aquiles y estará ausente toda la temporada.

El relevo natural de Ricky es el novato Kriss Dunn, de 22 años, y elegido en el quinto puesto del último draft. Hasta ahora ha jugado una media de 17 minutos como sustituto de Ricky. “El siguiente hombre tiene que hacer su aportación. Dunn no ha llegado aquí por accidente, está porque demostró que es un gran jugador y ahora tiene que hacer su trabajo en el campo”, proclama Thibodeau.

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Sobre la firma

R. Á.
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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