31&Change, una empresa de muebles afincada en Chicago, ha lanzado el último grito en monopatines. Cada uno hecho a mano de un solo bloque de madera de nogal, conserva los nudos, anillos, agujeros y corteza del árbol del que se extrajo la madera. El artesano ha reemplazado los materiales sintéticos y las pegatinas por el diseño de la naturaleza casi sin modificar. Cada tabla es, pues, única.
Sin duda una tabla digna del emprendedor de una tecnológica o del hippster con la barba más cuidada. Y que destacaría bajo los pies de cualquier patinador.
La tabla de 88 cm de largo por 27 de ancho, está montada sobre ejes de 180 MM con ruedas neón, en varios colores, y rodamientos Abec 7.
¿Resistirá este monopatín longboard una sesión salvaje de descenso (downhill) con derrapes (sliding)? Ni idea, de su calidad de construcción y su comportamiento no podemos dar ninguna pista. Ahora, seguro que vale tanto para montar tranquilo por la ciudad como para colgarlo en la pared de su piso y decorar como la mejor pieza de madera.
Su precio son 200 dólares, unos 180 euros, que no es excesivamente caro. Pero el estilo y la manufactura artesana tiene su precio.
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