Marcelo, el regreso del agitador necesario
La reincorporación del lateral facilita el acercamiento de Cristiano al área y convierte al Madrid en un equipo más imaginativo e imprevisible en ataque
En noviembre de 2008, Cristiano Ronaldo y Marcelo estuvieron a punto de llegar a las manos. Ocurrió en el minuto 83 de un amistoso entre Brasil y Portugal, con un 5-1 en el marcador a favor de La Canarinha. Nani acababa de fallar una ocasión cuando Cristiano, que por aquel entonces vestía la camiseta del Manchester United, agarró por el cuello a un Marcelo de pelo rapado que le reprochaba a medio centímetro del rostro un supuesto codazo del portugués a Thiago Silva. “Cristiano es un bocazas”, declaró el lateral tras el partido, sin saber que poco después ese “bocazas” ficharía por el Madrid —en 2009— y que junto a él formaría una de las parejas mejor avenidas de Europa.
Si alguien ha echado de menos a Marcelo en el último mes ese ha sido Cristiano. La lesión muscular del brasileño dejó huérfana la banda izquierda, un hábitat en el que ningún otro futbolista de la plantilla del Madrid ha logrado reemplazar al brasileño. Ni Nacho ni Danilo, ni el inédito Coentrão, han demostrado la misma empatía futbolística con Cristiano que Marcelo. El sábado ante el Betis la pradera izquierda volvió a ser cosa de dos y aunque esta noche ante el Legia de Varsovia (20.45, Antena 3, TV3) podría cambiar por aquello de las rotaciones, todo hace indicar que el terreno sigue perteneciendo a los mismos dueños.
El brasileño cumple su undécima temporada en el Madrid y, con 368 partidos, es el tercer extranjero con más participaciones con la camiseta blanca
La influencia de Marcelo en el juego de ataque blanco se sustenta en la transformación que ha vivido la posición del lateral en el fútbol actual. Desde la llegada de Roberto Carlos al Madrid en 1996, el lateral izquierdo se convirtió en una de las principales vías de ataque. De hecho, el equipo ha llegado a adaptarse a esa asimetría histórica, descargando en otros jugadores la responsabilidad defensiva de cubrir la zona. De hecho, la habitual presencia de Marcelo en posiciones de ataque provoca que Cristiano centre su posición, lo que le permite reducir la distancia entre la banda y el área, facilitando que su producción de remates aumente. El brasileño cumple este curso su undécima temporada en el Madrid y, con 368 partidos, es el tercer extranjero con más participaciones con la camiseta blanca, solo por detrás de Di Stéfano (396) y del propio Roberto Carlos (527).
En lo que va de temporada, Marcelo y Cristiano solo han coincidido sobre el campo en tres ocasiones: Villarreal, Betis y Sporting de Portugal. Atendiendo a los números que resultaron de estos encuentros, la sintonía entre ambos cobra cuerpo. Ante el Villarreal Marcelo participó en 55 acciones totales de juego y Cristiano en 58, lo que generó que el portugués rematara a portería en cuatro ocasiones. En los otros dos encuentros, el lateral superó en el primer registro a Cristiano —82 a 65 ante el Betis y 102 a 51 frente al Sporting de Portugal—, convirtiéndose en el foco principal a la hora de encabezar el ataque.
Ocho años después de aquel enfrentamiento la relación entre ambos jugadores se ha transformado. Sin embargo, en el último entrenamiento antes del partido ante el Betis a Cristiano no le gustó que Marcelo se riera a carcajada limpia de un caño de Danilo al portugués durante un rondo. “¿No me puedo reír?”, le preguntó el brasileño, que tras contemplar que a su compañero no le hacía demasiada gracia la broma, terminó levantando la mano y disculpándose por la afrenta. El portugués, todavía picado, lanzó un pelotazo a la zona de prensa. “Me parece una anécdota”, medió después Zidane.
“No quiero menospreciar jugadores, pero si no tienes a los mejores es complicado ganar una competición larga. Nos faltan Pepe, Marcelo, Karim, Bale...”, se excusó Cristiano tras caer ante el Atlético (0-1) en el derbi del Bernabéu la temporada pasada. No sentaron demasiado bien las palabras del portugués en el vestuario, aunque volvían a advertían de la consideración que le profesa el portugués al brasileño.
Transformación total
El momento más tenso de la relación entre ambos futbolistas se vivió en 2012 cuando en una entrevista Marcelo apoyó a Iker Casillas en la lucha por el Balón de Oro de 2012 (“Lleva años siendo uno de los mejores del mundo y es el momento de ganarlo”) y piropeó a Messi (“En estos momentos es el mejor del mundo y es un placer jugar contra él”). Aquellas palabras no sentaron nada bien a Cristiano y su relación se enfrió sobremanera. De hecho, basta con observar la frialdad del defensa durante las celebraciones de los goles de su compañero. Hoy no queda ni rastro de aquel capítulo. “Cristiano es un grandísimo compañero. Para mí es, sin duda, el mejor del mundo”, ha repetido Marcelo sistemáticamente.
No hay relación que no haya vivido idas y venidas y la de Cristiano y Marcelo pasa por ser una de las más fructíferas dentro y fuera del campo. Seguramente ni recuerden que un día se dijeron de todo.
Zidane: “Es normal que Benzema esté molesto con Hollande”
Aunque su equipo venía de dejar atrás una sequía de cuatro partidos sin ganar con una goleada inapelable al Betis (1-6), la rueda de prensa de Zinedine Zidane previa al partido de hoy entre el Real Madrid y el Legia de Varsovia se centró en unas palabras que venían desde muy lejos y con un remitente inesperado.
"Benzema no es un ejemplo de moralidad", asegura François Hollande, presidente de Francia, en un extracto de un libro publicado por dos periodistas del diario Le Monde y que se difundió la semana pasada. "Sí, son desafortunadas", aseguró con rotundidad Zidane, en una respuesta que salió de su boca con mucha más rapidez de la habitual. ¿Entiende que Benzema esté molesto?, se le preguntó. "Todo lo que se dice sobre un futbolista en general molesta. Pueden criticar tu trabajo, pero no decir cosas raras", zanjó.
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