El Barça falla el tiro de gracia ante los Thunder

El Barcelona estuvo a punto, a un tiro, de provocar un nuevo desgarrón a la NBA. Los equipos de la mejor liga ya no se pasean en Europa, lo demostró el lunes el Madrid y volvió a hacerlo patente el Barcelona, pese a la derrota (89-92) ante nada menos que Oklahoma City Thunder, finalista de la Conferencia Oeste la pasada temporada.

El búlgaro Vezenkov falló dos triples en los últimos tres segundos. El primero pudo haber sido mortal de necesidad, a 43 segundos para el final, con 89-90. El segundo fue ya a la desesperada, en el último segundo y en un agónico intento por forzar la prórroga. Ganaron los Thunder, con Westbrook, como en Madrid jugando solo el primer y el tercer cuarto, y sin Adams, lesionado. Pero ratificaron lo que ya se empieza a propagar en Oklahoma City, el drama que puede representar para este equipo llenar el hueco de una súper estrella como Kevin Durant, que prefirió emigrar a Golden State en su intento de hacerse de una vez por todas con el anillo.

El Barcelona, con un Claver en vena de aciertos, agresivo en ataque como contadas veces se le ha visto, se encontró cómodo en muchas fases, en una sucesión de constantes desafíos individuales, sin una presión defensiva agobiante y, a menudo con líneas de pase diáfanas.

El mismo equipo que se colapsó el domingo en Manresa con un calamitoso 1 de 23 en triples y 9 de 19 en tiros libres, las coló casi todas frente al muro de Westbrook, Oladipo, Roberson y compañía. Con un 14 de 31 en triples y un 15 de 20 en tiros libres, el Barcelona mantuvo a raya a los Thunder, que fueron cualquier cosa menos eso, truenos.

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El Barcelona llegó a ser claro dominador del juego, con una primorosa puesta en acción de Tomic en su cara a cara con el turco Kanter y una salida fulgurante de Claver y Perperoglou. Los Thunder se valieron de la ‘manita’ de Kanter, tan efectivo en ataque como vulnerable en defensa, y el tiro exterior de Sabonis. La dependencia de Westbrook se hizo patente en el segundo cuarto con la aparición de Price, que deberá sudar de lo lindo para ganarse el puesto de segundo base cuando esté en condiciones Cameron Payne, lesionado al igual que el pívot neozelandés Steven Adams, lastimado el lunes en Madrid.

El Barcelona volvió a sufrir las fatales intermitencias de partidos anteriores. Dominaba por 45-36 a falta de dos minutos para el descanso, pero recibió un 2-9 que volvió a dejar en casi nada la diferencia. Y en el arranque del tercer cuarto, el bajonazo azulgrana prosiguió hasta completar un parcial de 6-22 con el que los Thunder dieron el primer tironcito en el marcador (51-58).

A pesar del trajín destensado del primer tiempo, no faltaron acciones espectaculares, como dos tapones a Dorsey, uno de Abrines y otro de Oladipo, y varias aceleraciones de Westbrook que parecía Bolt en comparación a Peno u Oleson. La estrella de los Thunder iluminó el partido con un costa a costa, animado por una finta que abrió de par en par la defensa azulgrana y le permitió presumir de sus muelles, de su asombrosa facilidad para armar su brazo muy por encima de los 3,05 metros del aro y para machacarlo.

El base sumó tres faltas casi seguidas en la reanudación que, con las dos que llevaba, le pusieron en situación de ser eliminado en cualquier momento. Billy Donovan, el entrenador de los Thunder, lo sentó ya definitivamente y los Thunder volvieron a sufrir sin él.

Un triple de Navarro, que jugó de base durante bastantes minutos, devolvió la ventaja al Barcelona (68-67). En el último cuarto, Vezenkov y sobre todo Claver pusieron la directa. El Barcelona acarició la que hubiera sido su cuarta victoria ante un equipo de la NBA, tras las que obtuvo ante los Sixers, los Lakers y los Mavericks. Dominaba por tres puntos cuando faltaban menos de dos minutos. Pero entonces, con Tomic ya eliminado, Kanter prosiguió su enorme labor ofensiva a costa de un Dorsey apagado como nunca. Oklahoma se puso por delante y la mano de Vezenkov perdió su eficacia en esos compases finales. Solo eso salvó a Oklahoma, con bajas, pero ante un rival que no contaba con ninguno de sus bases, Rice, Pau Ribas y Koponen, todos ellos lesionados.