Pulso en Mercedes, subidón de Alonso
Hamilton se lleva el mejor tiempo de la primera jornada en Malasia, donde el asturiano exhibe un gran ritmo
Lewis Hamilton parece estar listo para la batalla que mantendrá teóricamente hasta la última vuelta de la última carrera de este Mundial de Fórmula 1 con Nico Rosberg, su compañero en Mercedes. A menos que la inercia que llevamos hasta el momento cambie de forma drástica, el británico, que se ha encasquetado las dos últimas coronas deberá pelearlo más esta vez, puesto que su vecino de taller se siente bien y no exhibe los costurones que acostumbraba a dejar al aire. Rosberg es consciente de que tiene una oportunidad única para inscribir su nombre en la historia del certamen, más allá de haberlo hecho ya como piloto de uno de los equipos más dominantes de siempre y como hijo de Keke, campeón del mundo en 1982.
El pulso entre ellos está más ajustado que nunca, con el alemán al mando de la tabla pero con solo ocho puntos de ventaja sobre Hamilton. El voltaje de ese toma y daca queda perfectamente reflejado en las estadísticas: Rosberg posee dos triunfos más su amigo de la infancia, que sin embargo acumula dos podios más que él en el global del curso disputado hasta la fecha. Si el ambiente en la marca de la estrella se puede definir como de calma tensa, se deduce que los nervios irán en aumento a medida que se vayan descontando las seis paradas del calendario que quedan hasta poner el cerrojo, en Abu Dabi, un mes antes de Navidad.
Cada vez que salen a la pista se miden el uno con el otro sin que apenas importe qué hagan los demás, con qué coche corran o en qué posición salgan. En Malasia, el primero de los últimos seis asaltos, Rosberg dio el primer golpe en la primera sesión de ensayos y Hamilton le replicó en la segunda, en un avance de lo que puede ser el fin de semana.
Progreso de Alonso
Al margen del duelo más importante de todos, esta primera toma de contacto sirvió para corroborar el salto de calidad que ha dado McLaren y especialmente si hablamos de Fernando Alonso (el séptimo más veloz del día), que este domingo estrenará una evolución del motor Honda de su McLaren, circunstancia que le hará arrancar desde las catacumbas de la parrilla. No obstante, el asturiano, con buen ritmo, empieza a tener músculo como para lanzar el gancho y comenzar a escalar posiciones, algo que siempre es de agradecer desde el punto de vista de aquel espectador que busque algo más que el enfrentamiento entre los dos Mercedes.
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