Australia pone a EEUU al borde del ataque de nervios
Carmelo Anthony, antológico, con nueve triples y 31 puntos evita la primera derrota estadounidense en diez años
Estados Unidos las pasó canutas ante Australia para evitar la que hubiera sido su primera derrota en los últimos diez años. Pletórico, tirado por jugadores en un espléndido momento de forma como Mills, Bogut y Dellavedova, amparados por una magnífica labor de equipo junto al resto de sus compañeros, los australianos mantuvieron las espadas en alto hasta casi el último segundo. Carmelo Anthony, con una actuación antológica, con nueve triples en 15 intentos para un total de 31 puntos, además de ocho rebotes, libró de una buena a su equipo.
AUSTRALIA, 88; ESTADOS UNIDOS, 98
Australia: Mills (30), Dellavedova (11), Ingles (7), Baynes (4), Bogut (15) –equipo inicial-; Goulding (0), Broekhoff (2), Bairstow (6), Lisch (0), Andersen (13), Motum (0) y Martin (0).
Estados Unidos: Irving (19), George (5), Durant (14), Carmelo Anthony (31), Cousins (6) –equipo inicial-; Butler (0), DeAndre Jordan (3), Lowry (7), DeRozan (0), Klay Thompson (6) y Draymond Green (7).
Parciales: 29-29, 25-20, 13-21 y 21-28.
Árbitros: Christodoulou (Grecia), García (España) y Lottermoser (Alemania).
Carioca 1. Unos 14.000 espectadores.Tercera jornada del grupo A.
Australia estuvo muchísimos minutos por delante en el marcador. El último empate, a 72, se produjo cuando faltaban ocho minutos y medio. Tras dos triples fallados por Inlges y por Mills, Carmelo anotó los dos últimos de su sensacional serie. Pero los australianos porfiaron hasta el final. Se situaron a cuatro puntos, 86-90, a dos minutos para la conclusión. Otro triple de Irving, el 17º anotado de los 34 que lanzaron los americanos, zanjó el debate y propició una diferencia final, 88-98, que no refleja las enormes apreturas por las que pasó el equipo de Mike Krzyzewski.
No tuvo su día Kevin Durant, que se quedó en 14 puntos y una floja serie de 4 de 16. Los pívots de Estados Unidos también dejaron ver sus limitaciones. Cousins, como sucedió ya ante Venezuela, se cargó demasiado pronto de faltas en su dura batalla con Bogut. Y DeAndre Jordan intimidó y se peleó por reinar en la zona, pero apenas aportó otra cosa que músculo.
La última vez que Estados Unidos perdió un partido fue en septiembre de 2006, ante Grecia, en las semifinales del Mundial de Japón que acabó ganando España. Krzyzewski ya había puesto en marcha un programa de trabajo para evitar tropezones como los tres que había sufrido su equipo dos años antes en los Juegos de Atenas.
La trayectoria de su selección, desde entonces, ha sido impecable. En contadas ocasiones pasó tantos apuros como esta vez ante Australia, solo en un partido del Mundial de Turquía en 2010 que ganó por 70-68 a Brasil, otro ante Rusia en ese mismo torneo que cerró con un 89-79 y las dos finales olímpicas ante España, en Pekín (118-107) y en Londres (107-100).
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