La portería del Barcelona no se toca

Dicen desde las oficinas del Barça que si fuera por el director deportivo Robert Fernández y el técnico Luis Enrique, harían una carta a los Reyes Magos repleta de jugadores referenciales del mundo del balón. “Pero no se puede cumplir con todo porque además de mantenernos dentro del objetivo deportivo, tenemos que hacerlo también en el plano económico”, esgrimen desde la ciudad deportiva azulgrana. Otra historia es, sin embargo, que sí pueden mantener las piezas capitales del equipo, por más que la masa salarial de la plantilla “ya está bastante ajustada”. Y entre esos intérpretes necesarios, según el club y el cuerpo técnico, están los tres porteros (Bravo, Ter Stegen y Masip), que no se mueven ni se tocan.

Reunión con Ter Stegen

Ayer por la mañana, Ter Stegen se presentó en las oficinas del Barça junto a su agente, Gerd vom Bruch. Querían charlar sobre su futuro en el equipo y también sobre una posible mejora del contrato, pero en ningún caso lanzó un órdago ni trasladó su voluntad de marcharse, aunque sí sabe de la intención de Pep Guardiola y el Manchester City de hacerse con sus servicios. “Marc se queda en el Barcelona”, afirman con rotundidad desde la ciudad deportiva tras la reunión. Una noticia que asegura el futuro de la portería, toda vez que tanto Bravo en la Liga como Ter Stegen en la Champions y en la Copa han respondido de maravilla a las exigencias de las dos últimas temporadas. “Suplir a Valdés fue complicado, pero se dio en el clavo con estos dos jugadores”, exponen. Fue una tarea del área deportiva anterior, con más de 25 informes sobre Ter Stegen y con la aquiescencia global de todos en el caso de Bravo.

La continuidad de los guardametas —independientemente del papel que asuman el chileno y Ter Stegen durante este curso, además de un Masip que acepta un rol secundario— estaba decidida desde hace tiempo por el club. “No podemos darle a ninguno la garantía de que va a jugar porque eso lo decide Luis Enrique. Aunque sabemos que los dos son ambiciosos, tal y como nos han expresado en alguna ocasión. Uno quiere seguir jugando y el otro quiere empezar a hacerlo. Pero también nos han dicho que quieren seguir aquí”, relatan desde las oficinas de la ciudad deportiva; “y, desde luego, estamos encantados de tenerlos y no queremos que se vayan”. Conscientes, en cualquier caso, de que el jugador suele tener la última palabra, se ponen en la situación extrema. “Tienen unas cláusulas de rescisión que aceptaron en su día al firmar por este club. Así que la única forma de que salgan sería sin pagan ese requisito”. Y se detienen en el caso Ter Stegen: “Su cláusula es de 80 millones, que alcanzarían los 120 millones con el IRPF. Parece complicado que algún club quiera abonar esa cantidad”. La de Bravo, asciende a 40 millones.

Por lo que los guantes del Barça no cambian de manos.