Un falso cónsul selló el pasaporte Cotonou de KC Rivers
El exjugador del Real Madrid logró en 2014 la condición de comunitario en la Liga ACB como ciudadano de Guinea Bissau mediante un tosco documento hecho por un abogado argentino sin atribuciones
El 7 de agosto de 2014, el alero estadounidense Kelvin Creswell Rivers llegaba al Real Madrid para reforzar el cuarto proyecto de la era Laso, la temporada en la que los blancos ganaron todos los títulos en juego (Supercopa, Copa, Euroliga y Liga Endesa). Ese curso también se incorporaron al equipo madridista Jonas Maciulis, Andrés Nocioni, Facundo Campazzo y Gustavo Ayón. Los dos últimos, junto a Marcus Slaughter y al propio Rivers, elevaban a cuatro las fichas de extracomunitarios en la plantilla. La normativa vigente en la ACB obliga a los clubes a tener un mínimo de cuatro jugadores formados en España, un máximo de dos extracomunitarios y el resto para jugadores con pasaporte europeo o de países adscritos al acuerdo de Cotonou (convenio firmado en 2000 entre la Unión Europea y 78 estados de África, del Caribe y del Pacífico). El Madrid confiaba en que el argentino Campazzo lograra pasaporte italiano atendiendo a la ascendencia del jugador, pero finalmente fue Rivers el que alcanzó la condición de comunitario como ciudadano de la República de Guinea Bissau. El certificado de autenticidad del pasaporte de Rivers lo selló y lo firmó, con fecha 26 de septiembre de 2014, Aldo Darío Herchhoren Naishtat, un falso cónsul del país africano según confirma su Embajada en Madrid, que tiene una causa judicial abierta contra el abogado.
Guinea Bissau no tiene cónsul en Madrid —cargo que se atribuye Aldo Darío en el certificado de Rivers, un escrito tosco y breve realizado con máquina de escribir— y solo acredita la presencia de dos cónsules honorarios en España: Ramón Palou Godall, en Barcelona; y Luis Angel Urruticoechea Zarate, en Bibao. Existía un tercero, Souhaíl Makarem Watíeddin, en Las Palmas de Gran Canaria, pero falleció en noviembre de 2013 y nadie ocupó su cargo. Aldo Darío, ciudadano argentino de 78 años, consiguió en 2008 y en condiciones fraudulentas un pasaporte de Guinea Bissau que nunca renovó y sobre el que “nunca formalizó el exequátur correspondiente que da título oficial internacional a la admisión de cónsul por parte del Gobierno de España (...) por lo que carece de poder reconocido para el ejercicio público de sus funciones”, según consta en la documentación de la última denuncia de la Embajada del país africano contra Aldo Darío a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
Consciente de su situación irregular, el abogado argentino, con antecedentes penales y un amplísimo historial delictivo por falsedad y estafa en España desde que en 1995 fuera condenado por la Audiencia de Madrid a un año de cárcel por falsear una sentencia del Supremo, solicitó al Ministerio de Asuntos Exteriores español una validación diplomática que nunca recibió. Como falso cónsul, Aldo Darío selló el pasaporte de KC Rivers, que pudo inscribirse, sobre la bocina, para la disputa de la Supercopa 2014 en Vitoria.
Caso Slaughter-Panko
Junto a Rivers, y también el mismo día 26 de septiembre, otros tres jugadores estadounidenses consiguieron un pasaporte Cotonou: Colton Iverson (Guinea Bissau), Ryan Gomes (Cabo Verde, su origen materno) y Doron Perkins (Costa de Marfil) todos del Baskonia Laboral Kutxa. En esa temporada 2014-2015 hasta 14 estadounidenses lograron la condición de comunitarios, 10 de ellos con países Cotonou (cuatro con Guinea Bissau). Todos los pasaportes y sus respectivos certificados entraron en la Liga ACB que activó el protocolo habitual de los documentos rumbo a la Federación Española, encargada de otorgar la licencia; y al Consejo Superior de Deportes (CSD), que emite el visado de trabajo. “No somos la policía”, señalan fuentes de la ACB, que explican a su vez que su misión en el proceso administrativo tiene más que ver con una revisión cuantitativa de los papeles que con su análisis pericial.
No somos la policía”, señalan fuentes de la ACB
En una de esas gestiones fue la Federación la que denunció, en mayo de 2015, que los pasaportes guineanos de Andy Panko y Marcus Slaughter, expedidos en Las Palmas, tenían el mismo número (AA001696). Los jugadores de Real Madrid y Fuenlabrada compartían agencia de representación: Beobasket, dirigida por Misko Raznatovic. También en mayo de 2015, el CSD modificó la norma de obtención de pasaportes Cotonou añadiendo a los requisitos existentes la exigencia de “una certificación acreditativa de su vinculación personal, familiar o deportiva con el país de adopción”.
En marzo de este año, el Juez Disciplinario de la ACB, Juan Ramón Montero, decretó el sobreseimiento y archivo del caso de la duplicidad de pasaportes por "no apreciar ningún hecho que pudiera ser imputable directamente al club, en tanto las denuncias se encaminarían a una pretendida falsificación por los jugadores de sus pasaportes y nacionalidad ecuatoguineana, que actualmente estaría sometida a procedimiento penal”. Para entonces, en agosto de 2015, Slaughter ya se había marchado del Real Madrid rumbo al Darussafa turco. Un mes antes, ante la imposibilidad de sostener la validez del pasaporte de Rivers bajo la nueva reglamentación del CSD, el club blanco rompió su apalabrado acuerdo de renovación con Rivers y fichó en su lugar al sueco Jeffery Taylor.
Con la temporada 2015-2016 ya en marcha, la plaga de lesiones que sufrió el equipo de Laso llevó al Madrid a refichar a Rivers, esta vez solo como estadounidense.
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