_
_
_
_

Le Petit Poucet

Si, solo podemos admirar a los 'Pulgarcitos', y el 'Pulgarcito' de la Eurocopa 2016 es Islandia. Pero amigos, todo tiene un límite.

Los jugadores islandeses celebran el pase a semifinales.
Los jugadores islandeses celebran el pase a semifinales.SEBASTIEN NOGIER (EFE)

En toda competición deportiva encontramos un Petit Poucet («Pulgarcito»). El Pulgarcito es un equipo, o un deportista, que al principio parecía débil pero que, según avanza la competición, contradice todos los pronósticos y logra increíbles hazañas elevándose a la altura de su adversario al que se le presumía superior.

Más información
Once historias de vikingos
El gran salto de Deschamps

La expresión viene de una antigua tradición oral retomada en 1697 en un célebre cuento de Charles Perrault (autor de Pulgarcito, Caperucita Roja, El gato con botas y otros cuentos infantiles clásicos). Frente a terribles adversidades, desde unos crueles padres hasta un ogro colmado de malas intenciones, “Pulgarcito”, el más pequeño de siete hermanos, es el niño que siempre encuentra los recursos para escapar de todos los peligros.

En el fútbol francés la Coupe de France (nuestra Copa del Rey) es la competición que siempre revela a un nuevo Pulgarcito. La estructura de la competición permite que esto sea posible, ya que participan todos los equipos de la Federación de Fútbol Francés, incluidos los clubs amateurs. Los que sobreviven hasta 32avos de final pueden tener la suerte de enfrentarse a un equipo de Liga 1 en función del sorteo. El Pulgarcito será el equipo que, proeza tras proeza, se abrirá paso durante la competición eliminando a los mejores. El ejemplo más célebre es el del equipo amateur de Calais, que en el año 2000 llegó a la Final de la Coupe de France. Pero también encontramos «Pulgarcitos » en otras competiciones: por ejemplo, la selección de Grecia de Otto Rehagel que ganó la Eurocopa 2004 o la selección de Camerún de Roger Milla que llegó a cuartos de final en el Mundial de 1990.

No obstante, es cierto que algunos torneos, como la Liga de Campeones, están concebidos de forma que es casi imposible que aparezca un Pulgarcito :más aún cuando la economía de mercado limita la belleza del deporte...

Cuando el Pulgarcito juega contra tu país en cuartos no puedes apoyarle, muy a pesar de toda la simpatía que te inspire

No podemos sino amar a estos  Pulgarcitos. Ellos representan la lucha del débil contra el fuerte, David contra Goliat. La naturaleza humana está hecha de tal forma que cuando un combate opone el grande al pequeño, nuestro corazón late a favor de este último. Aquí tenemos otro gran fundamento del fútbol, y del deporte en general: hacer posible la superación, la proeza que parecía imposible, el éxito en un partido para el más pobre, el más débil o el menos dotado para vencer a aquel que todo el mundo creía superior.

Si, solo podemos admirar a los Pulgarcitos », y el  Pulgarcito de la Eurocopa 2016 es Islandia. Pero amigos, todo tiene un límite. Cuando el Pulgarcito del momento juega contra tu propio país en cuartos de final en la Eurocopa no puedes apoyarle, muy a pesar de toda la simpatía que te inspire. Así pues, hoy vamos a ofrecer a nuestros amigos islandeses una bella versión del cuento de Perrault: que se pongan el par de botas gigantes (los que se acuerden del cuento comprenderán), les felicitamos por su magnífico desempeño en la Eurocopa y les invitamos a regresar a su hermosa isla. Este año, Gales será el Pulgarcito: no funciona tan bien el cuento con dos Pulgarcitos !

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_